Darren
Las horas parecen pasar más lento de lo normal. Soporto a Ralph toda la cena, que como siempre se desarrolla llena de silencios incómodos. Como me ordeno estar aquí, no es necesario que él regrese a la casa, no me comenta nada sobre Marietta y lo agradezco, no me interesa nada que tenga que ver con ella. Todo el tiempo que me hubiese gustado compartir con mi ángel lo he desperdiciado junto a mi verdugo que se niega dejarme ir por orgullo.
Jamas aceptara ser abandonado de nuevo, ya Marietta jodio todo con su partida, incluyéndome, por eso tampoco la perdonare, fue una cobarde que me dejo solo en este infierno.
Tomo aire llenándome de paciencia para soportar las horas que me quedan de este fin de semana aquí. He intercambiado pocos mensajes con Devon, responde muy tarde, solo me comento que se están divirtiendo y sus padres están con ellos, tambien me recuerda la excusa sobre tener que regresar antes. Estoy tan desesperado por no contar con otra opción válida, que...
—Regresare mañana al campus, tengo un trabajo que terminar para entregar el lunes a primera hora.
Ralph se queda mirandome fijamente, como si quisiera descubrir alguna mentira en mi excusa para regresarme antes del tiempo establecido por él. No me dejo intimidar por esa mirada exacta a la mia que me ha perseguido desde que soy un niño. Me mantengo tranquilo sin darle a demostrar lo ansioso que estoy por irme.
—Bien, espero las mejores notas este semestre.
¿Acepto?
Acepto.
No me creo mi buena suerte. Creo que estar cerca de mi ángel me la da.
—Por supuesto —aseguro.
Claro que las tendré, pero no por las razones que él piensa, lo dejaré seguir soñando que estara dominándome toda la vida como no pudo hacerlo con Marietta.
—Me iré a dormir, y tú también deberías hacerlo, mañana tienes que hacerte cargo de todo dejándolo listo para la semana antes de irte.
Asiento con la cabeza aceptando su orden. Se retira dejándome solo en la enorme mesa del comedor que siempre se ha sentido vacia, solo entonces me permito sonreír.
¡Lo logré! Iré a ver a mi ángel en solo unas horas.
El servicio entra unos minutos despues a hacerse cargo de los platos. Me pongo de pie sin terminar de comer ignorándolas. Siempre me miran con lastima y eso es algo que me desagrada, si a Ralph no le gustara tanto como cocinan y atienden la casa ya las hubiese despedido como lo he hecho con otros empleados desde que tengo la autoridad para hacerlo.
Camino hacia las caballerizas como cada noche que paso cerca de mi caballo. Desde que llegué al rancho esta mañana he estado trabajando y supervisando a los empleados, sin mucho tiempo para disfrutar de un paseo como me gusta con Drogon. Lo único que me agrada de tenerlo aquí es que cuenta con más espacio que en la casa, por lo que esta más cómodo.
—Hey, muchacho, ¿me extrañaste? —Le pregunto acariciando su cabeza, se mueve agitándose emocionado. Drogon cuando llegó aquí era salvaje, aún lo es con la mayoría de las personas, no conmigo—. Hay alguien que quiero que conozcas, aún no se cuándo vendrá, pero lo hará y te portaras bien con ella, ¿entendido?
Se mueve como si estuviera afirmando, espero que no saque a relucir lo salvaje con ella, aunque no lo creo, Alice es dulce y eso hasta mi caballo podrá notarlo.
Lo ensillo y saco de la caballeriza especialmente acondicionada para él. Me subo en su lomo disfrutando de la oscuridad de la noche y la soledad. En este momento solo somos el y yo, pronto también ella.
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Obsesión
RomansaNunca imaginé que un amor tan bonito se convertiría en una obsesión. A veces solo me pregunto ¿Que no vi?, ¿Como no lo noté? Su amor solo nos causo dolor. ----------------------------------------‐------------------------------------------ Esta hist...