CAPÍTULO 6

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Hyunwoo se bajó de su auto después de estacionarlo en el lugar de siempre. Al cerrar la puerta su celular sonó, suspiró al ver quien lo llamaba.

-¿Qué pasa madre?

-"Hyunwoo, hijo, ¿dónde estás?"

-Estoy llegando al restaurante, ¿por qué?

-"El ingrato de tu hermano no ha venido a vernos..."

-Mamá... por favor, no lo llames así...

-"Es la verdad hijo, no le importa lo que nos suceda a tu padre y a mí, es tan egoísta"

-Y, ¿no piensas que tiene razón para comportarse así?

-"Claro que no, seguimos siendo sus padres y como tal debe respetarnos o al menos pretender que le importamos"

-¿Así como a ti te importa él?

-"Hyunwoo..."

-Lo lamento mamá, trataré de hablar de nuevo con él pero no te prometo nada, ahora si me disculpas debo colgar, nos vemos...

Y sin molestarse en escuchar la respuesta de su madre, Hyunwoo cortó la llamada. Las conversaciones con su madre siempre eran muy cansadas y no era para menos, pues, el carácter de aquella mujer era muy difícil, poseía la característica de querer mantener todo bajo control.

Hyunwoo suspiró y siguió con su camino, pero no pudo evitar pesar en su pobre hermano, ya se imaginaba que clase de conversación le esperaba al pobre. Iba tan concentrado en sus pensamientos que no prestó atención hacia donde iba y chocó con un hombre ligeramente más bajo que él.

-Lo lamento – dijo un poco atontado.

Al bajar la vista se encontró con un par de ojos color miel con un brillo muy poco usual, que lo miraban tan intensamente. Hyunwoo trató de desviar la vista, pero era tan difícil de hacer e incluso sintió como si esos dos faroles lo atrajeran fuertemente.

Estaba tan perdido deleitándose con el hermoso color hasta que un sonido, bastante molesto en su opinión, lo sacó de ese trance sobresaltándolo un poco. Sin embargo, se recuperó de inmediato.

-Lo lamento mucho – dijo el otro hombre y Hyunwoo pensó que era la voz más dulce y suave que había escuchado.

-Descuida, yo también venía distraído – dijo aclarándose la garganta...


Era el rostro más hermoso y varonil que había visto en su vida... Kihyun estaba tan absorto en aquellas facciones, pero en lo que realmente se perdió por completo, fue en esos ojos oscuros que lo miraban fijamente como si quisieran penetrarlo para verle el alma.

Algunos segundos pasaron y si no hubiese sido por su celular que comenzó a sonar escandalosamente fuerte habría seguido perdido en esa oscuridad sin importarle nada más. Se sobresaltó al escucharlo, pero aprovechó la oportunidad para desviar la vista, pues no lo habría conseguido sin esa ayuda.

-Lo lamento mucho - dijo Kihyun haciendo una pequeña reverencia y retrocediendo un paso.

-Descuida, yo también venía distraído – dijo el extraño y siguió su camino.

Kihyun volvió a perderse a escuchar la voz tan sexy salir de los labios de ese extraño, pero de nuevo fue regresado a la realidad por el tono de su celular. A regañadientes, se obligó a retomar su camino y, antes de subir a su coche, atendió la llamada.

-¿Qué pasó bebé? -preguntó Kihyun tratando de recobrar el aliento que se le había escapado al vivir aquella extraña situación.

-"Papi, ¿puedes traer helado de fresa por favor?" -dijo Wonjin tímidamente.

Sin conocerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora