CAPÍTULO 35

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El reloj marcó medio día y todos estaban ansiosos esperando la llegada del moreno, sin embargo, el tiempo continuaba su curso y Hyunwoo no llegaba, Kihyun pensó que sólo se trataba de un retraso por el tráfico, pero eso quedó descartado cuando los minutos se convirtieron en horas... dos horas, tres horas y el moreno no aparecía. Incluso Jooheon llamó al aeropuerto para preguntar por su vuelo, pero su preocupación aumentó cuando le aseguraron que el vuelo hacía tres horas que había aterrizado sin ningún contratiempo.

Todos estaban muy preocupados, para este punto ya habían pasado más de siete horas, el sol ya se había puesto y no tenían ninguna noticia de él. Kihyun estaba empezando a entrar en pánico.

-Se acabó – dijo poniéndose de pie. – En este mismo momento iré a la policía a reportar su desaparición.

-Kihyun tranquilo por favor.

-No Chang, ya pasó mucho tiempo y no sabemos nada de él, voy a ir y...

Kihyun no pudo seguir hablando porque de repente la puerta de la casa se abrió y Hyunwoo apareció con su semblante serio de siempre.

-¡Papá! – gritaron los dos niños corriendo a abrazar a Hyunwoo, aferrándose a él mientras lloraban incontrolables. - ¿Por qué no regresabas papá?

-Hola pequeños – dijo Hyunwoo con una enorme, alegre y aliviada sonrisa. Después se agachó y los tomó entre sus brazos fuertemente. – No saben cuanto me alegro de verlos – le dio un par de besos en sus cabezas a cada uno.

-Te extrañamos mucho papá...

-Yo también los extrañé demasiado... fue la semana más larga de mi vida... - dijo Hyunwoo y los abrazó por algunos instantes más, después, se separó un poco y miró el rostro de sus pequeños. – No lloren pequeños, por favor...

-Tú también lloras papá... - dijo Minhee haciendo un puchero.

Hyunwoo sonrió ligeramente y volvió a abrazarlos, por Dios, cuánto los había extrañado, se separó y los miró a ambos.

-No lloren... les traje un obsequio... - dijo limpiando las lágrimas de sus hijos.

-¿En serio? ¿qué es? – dijo Minhee separándose dejando de llorar por completo y sonrió. – A ver...

Hyunwoo sonrió divertido, pero Wonjin no se apartó, al contrario, se aferró a él con más fuerza. Por lo que el moreno lo cargó en brazos y le dio a Minhee una de sus maletas, era la más grande de todas. El niño la colocó en el suelo y la abrió.

-¡Wow! – gritó emocionado. – ¡Gracias papá! ¡Mira hermano esto es genial! ¡Ven! – dijo alejándose arrastrando la maleta. - ¡Hermano ayúdame!

Wonjin sin resistir la curiosidad miró a su padre y éste lo bajó no sin antes darle un beso en la mejilla, después el niño ayudó a su hermano y se sentaron en el sofá.

Kihyun se acercó a Hyunwoo con el ceño fruncido.

-Eres un idiota Hyunwoo, ¿cómo se te ocurre llegar a esta hora? Dijiste que llegarías a medio día, ¿te parece que es medio día? ¿Acaso ves el sol afuera? Si ibas a llegar más tarde pudiste haber avisado, tus hijos estaban muy preocupados por ti, también tu hermano, eres un desconsiderado...

-Kihyun... - dijo Hyunwoo con un suspiro.

Kihyun lo ignoró y continuó hablando.

-Por Dios Hyunwoo, creí que algo te había pasado, ya me imaginaba criando a Minhee y a Wonjin solo, ¿te imaginas? Iba a quedarme solo con dos niños y un perro... ¿qué iba a hacer yo...?

Hyunwoo no lo resistió más, se acercó a zancadas a Kihyun y lo abrazó fuertemente.

-Estás aquí... - dijo con la voz entrecortada. – No puedo creer que estás aquí... gracias...

Sin conocerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora