CAPÍTULO 11

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El ambiente en la fiesta era muy ameno, los adultos platicaban muy alegremente mientras los niños, compañeros de escuela de Minhee, se divertían corriendo y jugando en el área de juegos inflables, puesta exclusivamente por el evento. Ya habían terminado de comer, ahora solo faltaba partir el pastel, así que todos estaban esperando por ello.

-¿Ya vamos a comer pastel? – preguntó Hyungwon de repente. – Necesito comer algo dulce.

-Hyungwon has estado haciendo la misma pregunta cada dos minutos – respondió Jooheon sonando un poco exasperado.

-Si tú estuvieras embarazado estarías igual que yo Honey... maldición, ¿dónde diablos está Hoseok?

Jooheon lo miró divertido y buscó con la vista a su amigo Hoseok por la ventana, pero no lo vio por ninguna parte.

-No debe tardar...

-Lo necesito ahora, ¿cuánto tiempo puedes tardar en la tienda? Se supone que solo iría a comprar un chocolate, pero ya tardó demasiado.

-Vamos hombre, tu marido acaba de irse hace diez minutos.

-Pues debería haber ido corriendo, que de algo sirva su musculoso cuerpo – dijo Hyungwon irritado. - ¡Por Dios! Necesito a mi esposo ahora.

-Papi, ¿estás bien? – preguntó Serim preocupado.

-Sí nene, estoy bien, ¿Quieres venir conmigo a buscar a tu papá?

-Hyungwon...

-Sí papi, vamos...

-Serim, ¿Quieres venir a jugar? – preguntó Minhee sosteniendo una pelota en sus manos.

-Voy a acompañar a mi papi a buscar a mi papá, debo asegurarme de que mi hermanito y mi papi estén bien...

-Ah... está bien...

En ese momento la puerta del restaurante se abrió y Hoseok entró rápidamente, en la mano llevaba dos bolsas transparentes con diferentes frituras como papas, golosinas y chocolates.

-Estoy aquí mi amor. Mira, traje varias cosas para que tú puedas elegir – explicó Hoseok con una sonrisa.

Hyungwon miró a su esposo a punto de romper en llanto, se acercó a él y sin pensarlo lo besó suave y rápidamente.

-Te amo – dijo sobre sus labios.

Hoseok sonrió y lo besó rápidamente.

-Papá, ¿trajiste algo para mí? – dijo Serim acercándose a sus padres.

-Por supuesto nene – dijo Hoseok y le entregó una bolsa más pequeña a su hijo. – Jamás me olvidaría de ti.

Serim sonrió ampliamente y su papá lo cargo en brazos, para recibir un beso de cada uno de sus padres. Los tres parecían una familia muy feliz. Mientras tanto, Minhee los observó con una sonrisa un poco triste, amaba a su padre, pero de verdad le gustaría tener dos y sobre todo, un hermano menor de quien cuidar.

-Bien, ahora partiremos el pastel – anunció Hyunwoo de repente y los meseros llevaron el pastel al centro de una mesa.

Minhee al ver su pastel, cambió drásticamente su humor y sonrió ampliamente. El resto de los invitados estaba igual o más sorprendido.

-¡No puedo creerlo! ¡Este pastel es más bonito que el anterior! ¡Papá! ¡Papá! ¡Mira! ¡Esto es asombroso! – dijo muy emocionado.

Hyunwoo estaba muy feliz al ver la reacción de su hijo y al igual que él estaba muy asombrado, pues Minhee tenía razón, ese pastel era realmente hermoso.

Sin conocerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora