CAPÍTULO 43

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Hyunwoo estaba tras su escritorio y Wonjin estaba sentado en su regazo mientras ambos observaban el ordenador.

-Y así podemos darnos cuenta de lo que requieren los comensales – terminó de explicar Hyunwoo.

-¿Viendo esas tablitas? – preguntó Wonjin fascinado.

-Así es pequeño.

-Y, ¿lo que necesitan los trabajadores? También sabes lo que necesitan las personas que trabajan aquí porque ellos también importan mucho, ¿verdad?

Hyunwoo miró a su hijo y le sonrió ampliamente.

-Así es Wonjin, los trabajadores también son muy importantes y siempre debemos procurar que estén felices mientras trabajan. Eres un niño muy listo.

-Gracias papá...

Hyunwoo abrazó a su hijo y aspiró su aroma de bebé, el mismo aroma de Minhee, permaneció así por algunos segundos hasta que la puerta de su oficina se abrió abruptamente haciéndolo sobresaltarse.

-¡Problemas! ¡Problemas! ¡Problemas! ¡Rápido! ¡Papá, hermano, tenemos problemas! – gritó Minhee corriendo hacia su padre detrás de su escritorio. - ¡Tienen que venir!

-¿Qué pasa Minhee? – preguntó Hyunwoo preocupado.

Minhee tomó la mano de su papá con las dos manos y lo instó a ponerse de pie. Hyunwoo bajó de su regazo a Wonjin y se levantó.

-¡Tienes que venir a ver papá! ¡Tú también hermano! ¡Es sobre nuestro papi!

-¿Tu papi? ¿Le pasó algo? – preguntó Hyunwoo al mismo tiempo que salían de su oficina.

-Sí, algo muy malo...

Al escuchar las palabras de su hijo, Hyunwoo caminó más rápido hacia la cocina y al llegar se puso aún más nervioso al no encontrarlo, ¿acaso se había lastimado y se lo habían llevado al hospital?

-No papá, ahí no está, está allá... – dijo Minhee señalando el comedor.

Hyunwoo dirigió la vista hacia donde señalaba Minhee y en seguida visualizó a Kihyun quien estaba de pie frente a un hombre, pero no alcanza a ver de quien se trataba, pues ese extraño estaba de espaldas y no podía verle el rostro. Pero lo que sí veía claramente era la expresión alegre de Kihyun, sin embargo, su sonrisa se amplió, y no era una sonrisa cualquiera, era una sonrisa alegre, tranquila, brillante y hermosa, una sonrisa que sólo le dedicaba a él o a sus hijos...

Wonjin en cambio miró hacia dónde estaba su papi y al verlo con ese señor frunció el ceño confundido.

-Ese es... - comenzó pero la voz de Minhee interrumpió sus pensamientos.

-¿Ya viste papá? Mi papi le está sonriendo a alguien más y lo ha estado haciendo desde que se vieron – explicó Minhee muy enérgico.

-¿Estás seguro Minhee? – preguntó Hyunwoo.

-Sí papá, tienes que hacer algo, ve por mi papi por favor, no me gusta que sonría con otras personas...

-Minhee, el hecho de que tu papi le sonría a otras personas no tiene nada de malo – dijo Hyunwoo dulcemente.

-Pero papá...

-Confía en mí pequeño, ese señor solo debe de ser un amigo de tu papi...

-¡Oh! ¡Lo abrazó! – exclamó Wonjin de repente. – Ese señor abrazó a mi papi...

Hyunwoo miró de inmediato a Kihyun y efectivamente él y el otro hombre se estaban abrazando. No sabía qué hacer, bueno en realidad sí lo sabía, apartar con un golpe a ese imbécil de su amado Kihyun, sacarlo del restaurante y ya no permitirle la entrada nunca más. Suspiró antes de cometer alguna locura y después se giró a sus hijos de nuevo.

Sin conocerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora