Aunque la tensión en los cuarentaicinco minutos de viaje era bastante notoria, todos parecieron relajarse en cuanto llegaron a su destino.—¿Por qué no fuimos a un parque más cerca de casa? —preguntó Raykel, un poco irritado.
—Aquí no viene mucha gente y como podrás ver, es hermoso.
Eliz condujo a los niños por las interminables líneas de piedra que formaban caminos entrecruzados bajo un bosque de árboles jóvenes que se extendían a un extremo contrario de donde estaban los puestos de comida. Todo era tan verde y fresco que daba la sensación de estar en otro universo.
—¡Flores! —exclamó Emir maravillado cuando llegaron a un claro. Era un inmenso círculo con una fuente situada en medio y todo el alrededor perfectamente decorado con la más exquisita variedad de flores.
—Son hermosas, pero tengan en cuenta esos pequeños letreros —Eliz señaló con el dedo índice un cartel amarillo que decía "Las flores lucen mejor en este jardín y en tu teléfono, no las toque" —pueden tomar fotos, pero no maltratarlas.
La última frase que dijo Eliz fue más como una advertencia para los gemelos que cualquier otra cosa, a quienes, mientras hablaba, volteó para mirarlos con suspicacia.
—No las tocaremos —dijo Raykel levantando ambas manos, fingiendo inocencia.
Mientras Rayden y Lennox se hacían los interesantes ayudando a Eliz montando un pícnic en un área cerca de la fuente, Raykel hacía que su primo Mike le tomara fotos a él y Emir.
—Ahora una a mí solo —dijo Raykel. —se la enviaré a Leo para mostrarle donde estamos.
—¿Por qué a Leo? —preguntó Emir de inmediato.
—¿Por qué no?
—Él no es tu amigo, dijiste que solamente Lidia lo era. —Emir se sonrojó tanto que resultaba evidente su enojo.
Raykel se rio nervioso, pero de todos modos tomó el teléfono y le envió la foto a su "nuevo amigo"
Para Emir resultaba inconcebible que se llevara bien con Leo después de lo que pasó en el instituto. Así que sin ser consciente de lo que hacía se dio media vuelta y se marchó dejando a Raykel con su primo Mike, que continuaba tomándole fotos.
Emir caminó sin rumbo hasta encontrarse con un estanque lleno de gansos. Había una pareja tomándose sus fotos de bodas y unos que otros niños correteando. El niño pelirrojo estaba maravillado, no era la primera vez que iba a un parque, pero si la primera vez qué iba a uno como ese; tan llamativo y bien cuidado. No se había encontrado con ninguna basura fuera de lugar, no había indigentes ni borrachos durmiendo en las bancas ni jóvenes delincuentes fumando mariguana; todo lo anterior solo fueron algunas de las cosas que llegó a ver las veces que las monjas lo llevaban a él y los demás niños a un "parque" cerca del orfanato.
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Inestable
Teen FictionEmir, un niño con la alargada sombra de un pasado trágico oscureciendo su presente, lleva casi toda su vida en un orfanato dirigido con mano dura por la madre superiora y las monjas a sus servicios. Todo cambia cuando cumple catorce años. En este en...