Emir, un niño con la alargada sombra de un pasado trágico oscureciendo su presente, lleva casi toda su vida en un orfanato dirigido con mano dura por la madre superiora y las monjas a sus servicios. Todo cambia cuando cumple catorce años. En este en...
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Rayden consideró una suerte que sus primos, Lennox y Mike, llegaran antes del mediodía a la mansión; ya no soportaba ver como Raykel y Emir se divertían con cualquier tontería que los rodeara.
—¿Por qué su cabello es así? —preguntó Lennox con inocencia al ver el tono rojizo en el cabello de Emir, que se avivaba aún más bajo los rayos del sol primaveral. La niña estaba al tanto sobre la llegada de un nuevo miembro a la familia Sarosh, pero aún no había tenido la oportunidad de verlo en persona puesto que su padre la había enviado a ella y a su hermano de vacaciones al extranjero.
—Creo que se bañaba con mucho cloro en el lugar donde vivía —comentó Raykel en tono de broma y luego empujó a Emir a la piscina.
Lennox abrió los ojos como platos y comenzó a examinar su propio cabello, necesitaba asegurarse de que no estuviera descolorándose.
—El agua de la piscina tiene mucho cloro, ¿eso quiere decir qué...?
—Ay por Dios, —Rayden parecía indignado. —estuve investigando al respecto y leí un artículo donde dice que el pelo rojizo se debe a una característica genética llamada rutilismo.
—En serio primo, eres muy raro. —dijo Lennox mientras sumergía los pies en la piscina.
—¿Sabías eso? —le preguntó Rayden a Emir.
Emir negó con la cabeza y nadó hasta el extremo menos profundo de la piscina, donde se encontraba el pequeño Mike jugando con una enorme pelota.
Rayden continuó siendo raro y se sentó al lado de su prima para, al igual que ella, sumergir los pies en la piscina.
—Es bueno que hayas vuelto. —comentó Rayden.
—Sé que me extrañaste.
Lennox hizo un movimiento brusco con los pies para salpicar agua a Rayden.
—¿Cómo fue visitar a tus abuelos? —la expresión que se dibujó en el rostro de Rayden indicaba que en verdad deseaba saber. Lennox, además de ser su prima, era una buena amiga y disfrutaba escuchando sobre sus aventuras, sobre los lugares que visitaba y las cosas extrañas que comía, sobre todas esas cosas que él y su gemelo no podían hacer porque su padre lo tenía prohibido; ¿las razones? Pues Rayden y Raykel no las comprendían en ese entonces.
Lennox y su hermanito Mike eran hijos de Mariane, la directora del instituto de música, y Yaron, hermano mayor de Aron.
Yaron era un prestigioso fiscal que no solía involucrarse en temas relacionados con su familia paterna, al menos no de modo que la gente pudiera enterarse. Decía: «Como fiscal tengo una reputación que mantener y la oscuridad de mi familia es capaz de poner todo eso en riesgo»
—Todo fue increíble —Lennox se detuvo de repente como si acabara de recordar algo —bueno, en realidad casi todo fue increíble.
—¿Por qué? ¿Sucedió algo malo? —preguntó Rayden con interés.
