«Teniéndote tan cerca, nada importa. Este maldito mundo parece no tener sentido»
Emir alcanzó a Leo cerca de los baños que usaban los jugadores de futbol, estaba jadeando por la carrera, pero el otro bastardo lo miraba tranquilo y con una sonrisa pintada en su rostro que resultaba bastante inquietante.
—Es divertido verte ahora mismo. ¡Dios!, Tu rostro está tan sonrojado que hace daño a la vista.
—¿Qué fue lo que le hiciste a mi Raykel? —Emir se acercó amenazante.
—¿Tu Ray? —preguntó Leo en medio de una carcajada —siempre supe que eras patético, pero esto supera todo lo que creía.
Emir agarró a Leo por el cuello de la camisa negra que llevaba y amenazó con golpearlo.
—No me toques, maldito asqueroso. —dijo Leo con evidente repulsión, mientras empujaba al otro chico —¿es que no sabes quién soy? Un pobre diablo como tú no puede tocarme.
—Supongo que solo alguien de tu nivel puede hacerlo —Emir torció los labios en una sonrisa maliciosa —como tu padre, por ejemplo. No pongas esa cara, es que tus moretones lo hacen muy evidente.
Leo estuvo a punto de caer en las palabras de Emir, pero pronto se recuperó y recordó su objetivo principal al ir a la escuela ese día. Quería divertirse un poco con ese pobre tonto, nacido para vivir bajo las sombras de Raykel.
—¿Cómo es estar tan enamorado de alguien que no siente nada por ti?
Emir no respondió.
» ¿Sabes?, lo que viste en ese video podría interpretarse como algo atroz, pero lo cierto es que lo disfrutamos. Raykel lo disfrutó...
—¿Eres consciente de que puedes ir a la cárcel por lo que hiciste? Esas mujeres también pueden ser condenadas por abusar de un menor.
Emir respiraba con dificultad debido al enojo, pero intentaba asustar a Leo. Aunque eso no funcionó.
—¡Qué miedo me das! Escucha pedazo de imbécil, el alcalde es mi padre—, por un segundo el rostro de Leo se contorsionó en un gesto de incomodidad, como si el mismo dudara de sus propias palabras —nadie se atreve a hacerme nada.
Para Emir era impresionante como a los ricos les gustaba presumir de sus posiciones y privilegios que esta les ofrecía. El señor Fiammetta apenas llevaba unos meses en el cargo como alcalde y ya su hijo usaba eso para dar a entender que podía ser inmune a cualquier situación.
Leo era de las personas que parecía disfrutar el fastidiar a otros, y Emir estaba empezando a darse cuenta de ello; no sabía que quería ese niño rico de mente disfuncional, pero estaba convencido de que lo mejor era alejarse de él y tratar de convencer a Raykel para que hiciera lo mismo.
—Será mejor que te alejes de Raykel o encontrarás al primero que se atreverá a hacerte algo y no te gustará.
Emir hablaba realmente en serio, tan en serio que él mismo se sorprendió del sentimiento que albergaba su corazón mientras pronunciaba cada palabra. En ese momento se sentía capaz de cualquier cosa y de algún modo eso le asustaba porque nunca fue una persona que se metiera en problemas ni mucho menos alguien que estuviera dispuesto a usar la violencia tan deliberadamente.
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Inestable
Teen FictionEmir, un niño con la alargada sombra de un pasado trágico oscureciendo su presente, lleva casi toda su vida en un orfanato dirigido con mano dura por la madre superiora y las monjas a sus servicios. Todo cambia cuando cumple catorce años. En este en...