Un grito desgarrador resonó en el salón, seguido de una estampida de personas que buscaban una salida. El pánico se apoderó de todos cuando las luces se apagaron, dejando el salón en una oscuridad total. Rachel y Aron se enfrentaron, culpándose mutuamente por lo que acababa de suceder. Raykel, que había quedado paralizado por el shock, intentó convencerse de que Aron tenía algo que ver con el hombre que amenazó con matar a su hermano. Pero en el fondo sabía que solo había un responsable: Leo.
En la oscuridad, el terror y la angustia se apoderaron de Rayden. Tres desconocidos lo tomaron por sorpresa y lo arrastraron por un corredor. Quiso gritar, pero uno de ellos le selló la boca con la mano. Todo ocurrió tan deprisa que le hizo comprender a Rayden que aquello, fuera lo que fuese, estaba bien planeado y la certeza de que las conjeturas de Rachel eran correctas le estremeció de pies a cabeza. Mientras lo conducían hacia un destino incierto, sintió que se le empañaba la visión y que unos murmullos familiares le llegaban desde atrás.
—El plan no es lastimarlo, solo deben asustarlo. Una lección para que aprenda —dijo una voz que Rayden reconoció como la de Zoé.
—No seas estúpida, regresa al salón, tu papel ya ha terminado aquí —dijo Leo.
Zoé se detuvo y se giró para enfrentarlo.
—Quieres llevarte todo el crédito, ¿cierto? —lo acusó enojada.
—Eres más tonta de lo que pensé, ¿de verdad crees que tu padre te querrá si haces esto? Sam solo quiere crear un conflicto entre Rachel y Aron para que se maten entre ellos. Tu no le importas, así como Rayden tampoco le importa.
Zoé se estremeció. Podía escuchar a la gente desesperada al otro lado del edificio. Sabía que tenía que seguir con el plan y terminar con todo pronto antes de que comenzara a llegar la policía.
Una sensación de frío y dolor invadía el cuerpo de Rayden, que apenas podía mantener los ojos abiertos. Su mente se nublaba y se desvanecía, pero antes de caer en la oscuridad, alcanzó a ver el rostro de Zoé, que lo observaba con indiferencia mientras lo metían en el maletero del auto.
—¿Por qué? —susurró Rayden con un hilo de voz.
—Tú me has arrebatado la posibilidad de tener una familia, a mi mejor amigo —respondió Zoé con frialdad, antes de que dos de los sicarios que había contratado Leo cerraran el maletero con un golpe seco.
ESTÁS LEYENDO
Inestable
Teen FictionEmir, un niño con la alargada sombra de un pasado trágico oscureciendo su presente, lleva casi toda su vida en un orfanato dirigido con mano dura por la madre superiora y las monjas a sus servicios. Todo cambia cuando cumple catorce años. En este en...