03- Inicios

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Del odio al amor...

...mejor que te lo diga Leo en un próximo capítulo.

La noche en que se llevó a cabo el sacrificio de las revistas, pareció la firma de un pacto de confidencialidad entre Raykel y Emir

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La noche en que se llevó a cabo el sacrificio de las revistas, pareció la firma de un pacto de confidencialidad entre Raykel y Emir. Los niños se tomaron muy en serio aquella ceremonia, y cuando Martha —el ama de llaves— comenzó a hacerle preguntas sobre la pequeña hoguera en el jardín, ninguno dijo nada; eso se convirtió en el primer secreto que ambos comenzaron a compartir. Podría decirse que también lo compartían con Rayden, pero este último salió corriendo en cuanto vio el fuego, lo que llevó a Emir a comprender una cosa:

Existía algo a lo que Rayden le temía después de todo.

—Llegaremos tarde

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—Llegaremos tarde.

Raykel sostenía la mano de Emir mientras tiraba de él y lo apuraba para no llegar tarde a la clase de violín que tendrían a las cuatro de la tarde.

—Aún falta media hora. —insistió Emir mientras cargaba el instrumento de Raykel y el suyo al mismo tiempo, además de una pesada mochila sobre la espalda.

Raykel se detuvo y miró a su alrededor, nadie parecía tener prisa, de hecho, se podría decir que la gente se limitaba a disfrutar del ambiente primaveral mientras caminaba con calma a sus respectivos salones.

—Sé que falta media hora para que empiecen las clases, pero quiero hablar con Lidia. —dijo Raykel.

—Será mejor si dejas de ser su amigo. —advirtió Emir.

—No sería correcto dejar de ser su amigo. Ella está en un mal camino y necesita de alguien para que la guíe, ¿no crees? Además, fui yo quien le pidió que robara las revistas de su hermano.

Emir se cruzó de brazos y tras un largo suspiro dijo:

—Por su culpa estamos condenados al infierno, ella no debió dártelas. Es mayor que tú, debería ser más responsable.

—¡Oye! —Raykel parecía indignado —¿Qué estás queriendo decir?

—Estuve investigando, resulta que eso es una tontería. Nadie iría al infierno por ver unas revistas eróticas. —dijo Rayden, quien estaba parado detrás de Emir. Su voz sonaba casi como un susurro, lo que hizo que Emir se exaltara.

InestableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora