El Filo de un Corazón Roto.

Capítulo 44.

Capítulo 44.

Intento mantenerme serena porque lo necesito, debo hacer otro primer gran paso para mi avance. La doctora me puso una tarea y pienso cumplirla al pie de la letra, porque mi decisión de salir adelante no se puede cambiar. Quizá a veces se afecte, debido a que los bajones emocionales son usuales, pero no harán que me rinda.

Llego a la lápida y me siento a pesar de la frialdad de la nieve, trago el grueso nudo en mi garganta y parpadeo para evitar llorar. Sé que acabaré llorando, pero necesito empezar bien, por ende tomo profundas respiraciones. Me toma mi tiempo sacar la carta y desplegarla, sin embargo no pienso mucho sobre iniciar porque sé que lo retrasaría aun más.

—Hola, Olly —empiezo a leer—. Esto me ha tomado mucho más tiempo de lo que admitiría, pero sabes que no soy la escritora profesional de la familia y eso quedó claro en mi diario. Ni tú ni yo tenemos esa habilidad, por tanto como tú lo hiciste, escribo esto como si tuviéramos una conversación. Lamento si esto no tiene ni pies ni cabeza, solo escribo lo que necesito sacar.

Recuperarme después de ti, ha sido la cosa más difícil que he atravesado. Me hizo sentir un poco como si estuviese condenada a que me abandonen las personas que más amo, algo un tanto ridículo porque sigo teniendo a la mayoría de mi familia, pero la mente juega con nosotros y afecta cosas que no pensamos que serian dañadas. Soy el perfecto ejemplo de eso. Sin embargo trabajo en ello, y por esto te escribí esto.

Me costó mucho empezar a escribir porque no sabía qué decir, hasta que dí con lo que debía hacer y es agradecerte. Necesito algo positivo y por ende te agradeceré todo lo que me diste. Así que gracias por las hermosas emociones que me causabas, gracias por enseñarme qué es el amor bonito, gracias por ayudarme a crecer como persona, por apoyarme y nunca juzgarme. Gracias por las risas y sonrisas, por los secretos que me confiaste, por los regalos y detalles que me hiciste. Gracias por cuidarme, por impulsarme, por tomar tu tiempo para mí. Mis hermanos me enseñaron el amor que me merezco y tú no me diste menos, respetaste los estándares y me diste incluso más; así que gracias por amarme.

No éramos perfectos, nunca lo fuimos, pero creamos momentos que sí lo fueron y los guardo con amor.

Nuestra ruptura fue menos que deseada, ni esperada incluso a pesar que se veía inminente. Me sentí furiosa contigo por mucho tiempo, conmigo también, y a veces con el resto del mundo aunque no hay nadie a quien culpar. Tuviste que irte y aún duele, pero está bien. No puedo seguir reteniéndote conmigo, no puedo continuar aferrada a ti. Y ha sido un largo camino para aceptarlo, y luego otro más largo para aceptar que debo soltar.

Continuaré trabajando para mantener todo lo bueno y deshacerme de todo lo malo, también para obtener la vida que quiero y cumplir las promesas que hice sobre avanzar. Eso implica también, aceptar que en algún momento quizá me enamore otra vez. No sé si ya conocí a esa persona, no sé si he llegado a ese punto con ese alguien que tengo en mente, no sé nada en concreto pero trabajaré en ello y aun así, jamás dejaré de amarte ni de reconocerte como el amor de mi vida.

Te amo, mi Olly. Gracias por hacerme feliz. Espero haberte hecho feliz. Te prometo seguir después de ti.

Tomo una gran bocanada de aire tras terminar de leer, me sorprende haber llegado al final a pesar del nudo en mi garganta y las lágrimas que bajan por mi rostro. Siento dolor y ardor en mi pecho, sin embargo también algo de tranquilidad por reconocer que hago lo correcto para mí.

Tal vez esta no sea la única carta que le escriba, pueden haber más en el futuro aunque es incierto, estoy satisfecha con lo que expresé ahí y siento que no hay más qué decir. Procedo a terminar esta pauta agarrando el encendedor y prendiendo fuego a la hoja, cuyas cenizas se pierden en la nieve. Cuando no queda más nada, me levanto e intento sonreírle a la lápida.