Doble actualización, asegúrense de leer la anterior.
Capítulo 53.
Finnegan.
¿Quiero tener hijos? Tal vez. ¿Me hago esta pregunta porque veo a Kelyam sostener un bebé? No quiero responder.
La observo a un par de pasos de mí meciendo al bebé de su amigo rubio, cuyo nombre no recuerdo, mientras le hace muecas provocando que la pequeña criatura se ría y eso la hace sonreír a ella. Es hermosa, diablos.
—Se te está cayendo la baba —Zackaríah aparece a mi lado.
—Creo que tú lo entiendes —replico arqueando las cejas.
—Sí, ella es increíble y cualquiera babearía por ella —dice tendiéndome un vaso de ponche—. Toma, disimula o luego tendrás a cuatro hombres más rodeándote.
—Aparte de su hermano mayor, ¿quién?
—Sus dos mejores amigos, Gael y Colin —responde, indicándome quiénes son con un sutil señalamiento—. Y también su suegro, el señor Fitzgerald. Debes entender que los McGowan son bastantes queridos, y que vean a alguien desconocido muy cerca de alguno, activa sus alarmas.
—¿Hablas en base la experiencia, debo suponer?
—Declan dejó de darme la mirada luego de seis meses.
—Llevo más de seis meses aquí y aun la recibo —refuto, frunciendo el ceño—. ¿Qué estoy haciendo mal?
—Llegaste en un momento diferente y delicado, que no te sorprenda si dura más.
Asiento con la cabeza, eso puedo comprenderlo.
Bebo del vaso que me tendió mientras deslizo la mirada hacia Kelyam, ahora está hablando con la mamá del bebé que aun sostiene en brazos. Ella ríe y sacude la cabeza, su cabello ondeándose por el movimiento; debo apartar la mirada para no ponerme más en evidencia.
—Dijiste cuatro hombres más —Vuelvo a Zackaríah—. Es decir, ¿estás rodeándome?
—Sí —contesta directo.
—¿Y bien? ¿Me amenazarás al estilo de Liam Neeson?
—No, no pretendo robarle el papel a Declan... Aunque, ese estilo lo ocupa más Alannah —se corrige, ladeando la cabeza—. Una recomendación, es que nunca la hagas enojar a ella. Declan estará molesto contigo todo el tiempo porque Kelyam es su niña, así que es normal; pero si enojas a Alannah es diferente, empeoras a Declan, y esos dos juntos serán tu infierno.
—Un poco dramático, ¿no te parece? —Arqueo las cejas—. Ellos lucen como personas sensatas.
—No cuando se trata de sus niños, créeme.
—Llevas mucho tiempo aquí, así que te tomaré la palabra.
—Si me vas a tomar la palabra, que sea en esto —dice girándose por completo a mí.
Soy un poco más alto que él, sin embargo su postura de brazos cruzados y hombros recto lo hacen ver imponente. Aun así no quiere decir que me intimide, simplemente le sostengo la mirada.
—Kelyam es mi mejor amiga, a veces me preocupo más por ella que por mí mismo porque es mi alma gemela y esto puede ser cursi, cliché y hasta patético, pero me vale reverenda mierda porque quiero dejarte en claro que si llegas a herirla será el peor error de tu vida.
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El Filo de un Corazón Roto.
RomanceProbablemente todos en el mundo habían sufrido la perdida de un amor, y tenido que ser víctima de los estragos que causa. A Kelyam McGowan le llegó su turno. Para ella era como vivir con una bala perforando su corazón, la anestesia para soportar el...