Maratón 2/3: lean el anterior.
Capítulo 46.
Kelyam.
Último día del año.
Generalmente las personas lo toman como un reinicio, una nueva oportunidad, se ponen nostálgicos al pensar que otro año ha pasado y empiezan a ponerse metas para el que inicia. Yo creo que solo es otra vuelta al sol, más no me excluyo de lo anterior porque también lo he hecho, sobretodo después de perder a Oliver.
Pasar las fiestas sin él se sintió realmente pesado y oscuro, desde entonces le tomé la importancia que no le daba antes. Por eso espero que esta noche sea mejor que la pasada, intentaré sobrellevar el mayor tiempo posible con mi familia y disfrutarlo de verdad. Antes que Declan y Alannah fuesen pareja, solo éramos mis hermanos y yo, pero después Alannah se nos unió, y el siguiente año fuimos invitados a la casa de sus padres; a partir de ese diciembre, siempre celebramos Año Nuevo con los Fitzgerald.
Nos preparamos desde temprano para ir a su casa a ayudar a organizar todo, poco a poco van llegando todos hasta que completamos el grupo entero y la casa se llena de voces. Entre todos colaboramos para la limpieza, decoración y la comida; por mi parte, estoy ayudando a decorar las galletas con Alannah y su abuela. La mamá Fiztgerald tiene la tradición de hacer galletas de trébol de 4 hojas para, en sus palabras, iniciar con buena suerte el año entrante.
Me pone feliz hacerlo, porque tiene que ver con repostería y hacer cualquier cosa sobre eso me parece un avance personal.
—Joder, ustedes son tan profesionales en esto —comenta Alannah, viendo las que su abuela y yo hemos hecho.
—Siento que la decoración es lo mío —dice su abuela, contenta.
—Me inclino más al sabor, y sé que Lyam es experta en ambas.
—Tuve una excelente maestra que me hizo disfrutar ambos procesos —menciono concentrada en la última galleta.
—Entonces veo que mamá es más paciente con sus alumnas no co-sanguineas —murmura ella, negando con la cabeza—. Me sabe a traición.
—Y fíjate que yo soy su madre y le enseñé a hacer estas galletas de mantequilla. Traidora esa.
Me río sacudiendo la cabeza; termino la galleta que me quedaba y sonrío viendo el resultado de todas las que hice. Salieron perfectas. Y quiero creer que esto es una señal de cómo será mi año nuevo.
Subo a la antigua habitación de Alannah puesto que ya es hora de empezar a alistarnos, me encuentro con las gemelas dado que quedamos en arreglarnos juntas. Primero nos maquillamos, luego nos peinamos y de último nos vestimos; para esta noche, a diferencia de la anterior que vestí lo primero que vi, hoy decidí una blusa negra manga larga y una falda verde oscura, combinando con medias veladas y botas negras.
Esto no es algo que usaría normalmente, ni en cualquier lugar, solo lo hago porque Alannah me motivó y porque solo habría familia. De esa manera no pensaré toda la noche que juzgan mi físico.
—Excelente elección, Lyam —dice Brid, soltando un silbido.
—Había olvidado cuánto amo esta falda —murmuro, dando vueltas frente al espejo—. ¿Realmente me veo bien?
—Te ves más que bien. ¿Verdad, Lil? ¿Lil?
—¿Ah? ¿Qué? —Ella parpadea, alzando la mirada del celular—. Digo... sí, tienen razón. Absoluta razón. Concuerdo con ustedes.
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El Filo de un Corazón Roto.
RomanceProbablemente todos en el mundo habían sufrido la perdida de un amor, y tenido que ser víctima de los estragos que causa. A Kelyam McGowan le llegó su turno. Para ella era como vivir con una bala perforando su corazón, la anestesia para soportar el...