Capítulo 57.

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Doble actualización, no olviden leer el anterior capítulo.


Capítulo 57.

Kelyam.


¿Algo peor que una despedida? No saber que te estabas despidiendo.

Quiero creer que no quiere verme porque está molesto por haber sido internado en una clínica, como me comentó Fionlagh, está furioso con todos y ni siquiera a su familia quiere ver. Sin embargo, algo dentro de mí dice que hay algo más, pero no tengo manera de saberlo porque él no tiene contacto con el exterior y cuando le pregunto a Fionlagh, siempre me responde lo mismo.


Fionlagh: Sigue sin querer hablar, lo siento.

Kelyam: Entiendo, de igual manera gracias.


Lanzo el celular al mueble después de enviar el mensaje, luego me dejo caer en el sofá suspirando profundo. No llores, Kelyam, no llores.

—¡Llegamos! —anuncia Alannah.

Los observo llegar junto a los tres niños, cargando las bolsas de la compra; todos caminan hacia la cocina para empezar a desempacar, sin embargo Declan me da una larga mirada en el trayecto y un minuto después está volviendo.

—¿Qué ocurre, Lyam? —pregunta, sentándose en el sofá delante de mí.

—Estoy preocupada por Finn, todavía no quiere hablar conmigo.

—Lyam, tú mejor que nadie conoces por lo que está pasando; tal vez necesita espacio.

—¿Entonces por qué siento que es algo más que eso? —inquiero, como si él tuviese la respuesta a todo—. Era a la única que permitía entrar en su burbuja, ¿y de repente no quiere saber más de mí? Hay algo que no cuadra, Dex.

—Sabemos que el duelo es complicado, quizá ni haya una razón en específico.

Sacudo la cabeza en negación, él no lo comprenderá y no lo culpo, porque no es como si tuviera pruebas visibles, todo lo baso en mi intuición, en la manera en la que me siento. Y es difícil explicarle eso a alguien que no está dentro de tu cabeza.

Declan me observa con fijeza, luego puedo ver que toma aire para cuadrar sus hombros.

—Tengo que decírtelo, Lyam —dice suavemente—. Yo estoy preocupado por ti.

—¿Por qué? No soy la que atraviesa de nuevo un suceso así.

—Pero estás muy cerca de Finnegan, y temo que eso te traiga recuerdos crudos de lo que tanto te has esforzado para avanzar.

—No voy a retroceder, Declan.

—Entonces dime que estás completamente bien, que no haz estado recordando cómo fue para ti los primeros meses sin Oliver, que no haz tenido bajones por ello —me pide y yo no respondo, a pesar que le sostengo la mirada—. ¿No?

—A ti no puedo mentirte —murmuro.

Él cierra los ojos brevemente mientras suelta un suspiro, cuando vuelve a verme reconozco la mirada de un hermano protector.

—No quiero que vuelva a suceder lo mismo; antes, sobrepusiste a Oliver como tu prioridad para apoyarlo, y veo que ahora lo haces con Finnegan. No estás en casa, pasas la mayor parte tu tiempo para él, ¿pero qué hay de ti y tu proceso? No quiero que vuelvas a olvidarte de ti misma.

El Filo de un Corazón Roto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora