Capítulo 9.

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Capítulo 9.

—Sí, parece que ha empezado a surgir efecto —afirma la doctora.

Suspiro hondo sintiendo alivio, me gusta escuchar eso. Me alegra escucharlo. ¿Cuándo fue la última vez que me alegré de algo?

—Lo siento —digo—, siento que hace efecto.

—Es muy bueno, Kelyam.

—Sí... aunque... —Mi humor se tambalea, haciéndome bajar la voz—, ¿realmente hace efecto? Porque hasta hace poco solo quería estar en mi habitación, o devolverme cuando estaba afuera, y a veces vuelve a pasar, de hecho muchas veces...

Sacude la cabeza. —Kelyam, no se trata de que debas obligarte a enfrentar el mundo de golpe. Es poco a poco. Va de que puedas aprovechar los momentos donde te sientas bien, sean cortos o prolongados, de cinco minutos o una hora, el punto es el mismo; aprovéchalos. Disfrútalos.

>>Y no te detengas a pensar tanto, llenando los pensamientos negativos, de que sea raro sentirte así o que si pronto desaparecerá lo bueno. No —dice contundente—. Siente tus recaídas, siente tus levantadas, siente tus momentos buenos y malos. ¿Lo comprendes?

Asiento lentamente, intento que las palabras calen dentro de mí. Que queden en mi mente para que pueda hacerlo.

—¿Esa es la frase final que me acompañará la siguiente semana? —inquiero con un deje de gracia.

—¿A qué te refieres? —pregunta ladeando la cabeza.

—Pues, todas las sesiones termina con una frase motivacional que me deja a considerar por la siguiente semana hasta la otra sesión —me explico, dirijo la mirada al techo pensativa—. Quizá empiece a hacer lo mismo que Anne con las frases.

—¿El qué?

—En su habitación y también en su estudio tiene una sola pared llena con frases de libros.

—Suena como una buena idea, tenerlos en un lugar que puedas visualizarlos todos los días te ayudaría —asiente concordando—. Y sobre la frase de hoy, aun no llegamos al final así que no te la diré todavía.

—Bien, ¿qué sigue entonces?

—¿Recuerdas cuáles son las 5 etapas del duelo? —pregunta acomodándose en su asiento—. Negación, ira, negociación, depresión y aceptación.

—Sí, lo hablamos un poco —murmuro.

—Creo que deberíamos empezar a tratar las etapas con más profundidad, hablar sobre...

—¿Podemos hacer eso otro día? —No lo pregunto, es casi una súplica y sé que mis ojos lo transmiten—. Me siento bien, por favor déjeme disfrutarlo un poco más. No quiero adelantarme a la tristeza de nuevo.

—Está bien, Kelyam —acepta sin problemas, incluso me regala una sonrisa alentadora—. Siendo así, te diré la frase de la semana.

Me enderezo, sonriente. —Soy toda oídos.

—Va de la mano con la de hace un momento —responde—. No solamente tienes que sentir tus recaídas o levantadas, los momentos buenos y malos. También se trata de actuar acorde a ellos.

>>Drena lo negativo llorando, por ejemplo, y disfruta lo bueno haciendo algo que te guste como salir con amigos. Siente y actúa, jamás te contengas.

Con esa frase damos por terminada la sesión, nos despedimos y damos un hasta la próxima semana.

Al salir no hallo a Declan en la sala de espera, sino a Zack pasando las páginas de una revista de coches sin leer realmente. No tengo que preguntar dónde está mi hermano, sé que está con el doctor Mark en su sesión.

El Filo de un Corazón Roto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora