Capítulo 19.

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Capítulo 19.

Kelyam. 


Hablo sobre mi semana, que ha sido más amena de lo que hubiese esperado o imaginado. Pero aun así...

—Me siento un poco agotada —expreso a la doctora—, pero no como antes.

—¿Deseas explicarme?

—Estas últimas semanas han sido un sube y baja —empiezo—, es como, por decir, hay un mar y a veces estoy en la superficie y a veces en lo más profundo. Bien, mal, intermedio; es un desequilibrio de emociones cada día.

—Entonces, ¿qué es lo diferente de como antes?

—Antes el desanimo me gobernaba, ahora aún no me deja ir pero en ocasiones ha reducido y le da lugar a emociones más agradables —reconozco, porque es imposible no notar los cambios que he tenido las últimas semanas.

Sigue doliendo, sigue molestándome, aun tengo mucho camino por delante, sin embargo hay más color que el negro. He salido por decisión propia, he aceptado salidas porque en verdad quiero, dejé la soledad de mi cama un par de veces y bajé al sofá para unirme al resto. Pequeñas cosas que se sienten meramente grandes.

—Eso es muy bueno, Kelyam, felicidades —sonríe haciendo que copie el gesto, solo que con los labios pegados—. Y, en ese mar del que hablas, ¿en qué posición quieres estar? ¿Cuál es el fin, digámosle así?

Repito la pregunta en mi mente, la considero en silencio mientras ella espera pacientemente.

—Hay un barco cerca —contesto—. Quiero llegar ahí y subir. Estar en una superficie donde no me moje, no me hunda tan fácil, y conducir devuelta a casa, a la orilla.

—Es una visión positiva —felicita—. ¿Lo notas, Kelyam?

—He avanzado —afirmo con la cabeza—. Creo que ahora en verdad aprecio que Declan y Alannah me hayan traído. 

—Y porque te quedaste.

—No lo hubiese hecho si no fuese por Dex —confieso, aunque eso ya lo sabíamos.

—¿Puedo hacerte una pregunta? —inquiere, yo asiento—. ¿Quién es la persona más importante en tu vida?

—Declan —respondo sin dudar.

—Respuesta incorrecta —dice haciendo que frunza el ceño; ella me ve directamente a los ojos—. La persona más importante en tu vida debes ser tú, siempre tú. El amor por ti misma, por tu vida, debe ser lo que te impulsa a venir cada sesión y esforzarte en lo que hacemos.

>>Agradécele a Declan y a Alannah por ser ese incentivo que te trajo, pero de ahora en adelante quiero que lo tengas en claro: estás aquí por ti, para ti principalmente. Luego está el resto.

Asiento con la cabeza, entiendo a qué se refiere. He escuchado este tipo de comentarios de Alannah. La doctora no pretende ser odiosa ni hacer menos el papel de ellos dos, me dice una realidad necesaria para mi vida, para la de cualquiera.

—¿Esa es MFF de la semana? —pregunto, usando las siglas de 'motivacional frase final'.

—Sí —asiente—. Con esto terminamos, te veré la siguiente semana. Espero que tu nado al barco vaya bien.

Sonrío por su analogía. —Gracias, doctora.

—Pero recuerda —advierte—, los retrocesos y las hundidas suelen suceder, debes recordar que a la superficie, sin embargo, volverás a ir.

El Filo de un Corazón Roto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora