"Cuando la noche se torne carmesí, la unión del líquido vital del poseedor de la técnica maldita perfecta del clan Kamo con el del heredero de los Seis Ojos del clan Gojo, traerá consigo al ser más poderoso jamás visto en el mundo, ningún hechicero...
"Me miras ahora, oh nuestros ojos se están encontrando. Hasta que te acostumbres, hasta que sólo me veas a mi. No apartes la mirada y mantén tu contacto visual conmigo, nada puede separarnos"
—GOT7
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Omnisciente—
La escuela de hechicería y magia metropolitana de Tokio podía ser criticada por tener pocos alumnos en sus instalaciones tomando clases y adquiriendo conocimientos para combatir a lo que era comúnmente conocido como una "Maldición", sin embargo, la institución podía jactarse de tener entre sus filas a hechiceros de primera categoría para enfrentarlas, muchos de ellos entrenaban por años para perfeccionar las técnicas que les ayudarían a terminar con aquellas amenazas que muchas veces resultaban más que dañinas para el resto de las personas. Sin embargo, era especialmente un grupo bastante peculiar el que había resaltado en demasía los últimos dos años.
Se podía decir mucho de los adolescentes que pisaban aquellos pasillos, desde que eran, obviamente jóvenes, inexpertos, engreídos, o con extrañas manías... sin embargo los altos mandos siempre podían mantenerlos al margen o bajo su yugo para evitar que las cosas se salieran de su control; pero a este grupo en particular le era demasiado difícil seguir órdenes y lamentablemente para los hechiceros de mayor edad, controlarlos era una tarea simplemente imposible, más que por el hecho de su rebeldía lo era por el inconmensurable poder que almacenaban ellos en su interior.
Los alumnos de segundo año en el colegio de Tokio eran a penas cuatro jóvenes que rondaban entre los 16 a los 17 años, chicos que, como cualquier adolescente, eran juguetones, curiosos y muy rebeldes, pero su destreza en la hechicería simplemente imposibilitaba mantenerlos bajo control. Primero estaba Shoko Ieri, una dulce joven que destacaba en demasía en el área médica hechicería, tenía técnicas que le ayudaban a sanar y salvar vidas incluso, se podría decir que del grupo ella era la más tranquila y poco problemática... Luego estaba Suguru Geto, otro de los pertenecientes a este reducido grupo de jóvenes, un chico capaz de almacenar las maldiciones y controlarlas a su antojo... su técnica era considerada una sumamente importante además de peligrosa, consiguiendo ser catalogado como un categoría especial que, aunque tenía un carácter suave... era difícil de poder mantener al margen cuando se juntaba con Satoru Gojo, su mejor amigo y un mítico hechicero que tambien formaba parte de este peculiar grupo, desde su nacimiento se posicionó en la cima de la escala de la hechicería su habilidad abarcaba tantos aspectos de la misma existencia que incluso sería difícil explicarla, el nacer con la habilidad de los Seis Ojos le permitió posicionarse entre los mejores del mundo, su poderosa técnica era infalible para cualquiera que lo enfrentara... excepto para una sola persona en el mundo, ella, la última integrante de este inusual grupo de estudiantes, Tsuki Kamo, una chica que nació y creció bajo el cuidado de la familia Gojo que alojó a su familia en su hogar luego de ser desterrados del clan que prrtenecía a los "Tres grandes" de Japón, ella era poseedora de una habilidad sin igual en el mundo, siendo una técnica más que perfeccionada de la perteneciente al clan que le heredó su apellido, tenía la destreza para manipular la sangre en todo sentido, controlando hasta el más mínimo aspecto de su energía maldita en cada célula de su cuerpo... además de ser la mejor usuaria de armas que ha tenido la hechicería en mucho tiempo... permitiendo que sea considerada también como un ser de categoría especial, con sus propias limitantes al igual que Geto, cosa por la que Gojo Satoru no debía preocuparse al ser el más fuerte del mundo.