"Cuando la noche se torne carmesí, la unión del líquido vital del poseedor de la técnica maldita perfecta del clan Kamo con el del heredero de los Seis Ojos del clan Gojo, traerá consigo al ser más poderoso jamás visto en el mundo, ningún hechicero...
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Tsuki—
—¿Qué mierda dices?— cuestionó Maki acercándose peligrosamente al muchacho de cabellos blancos y ojos azules, todos parecíamos estatuas en nuestros lugares, sentí como la boca se me secaba y mi mente intentaba procesar la situación en la que nos encontrábamos. No era un sueño, sabía que no era un sueño, no... simplemente no podía serlo...
—Sé que no me creen, pero puedo probarlo—El joven suspiró pesada y sonoramente — primero que nada, mi hermano me pidió que les dijera esto: "aunque sientan que todo está perdido y a pesar de todo lo malo, siempre hay esperanza"— fui caminando lentamente hacia él con ojos entrecerrados. Yuuta me seguía de muy cerca, ambos estábamos a la defensiva por lo que ocurría— Además, tengo esto— hizo un movimiento con su mano llevándola a su pecho, todos se alarmaron pero hice un gesto para tranquilizarlos, de ahí sacó un collar que llevaba una argolla bastante conocida para mí. Instintivamente llevé una mano a mi cuello donde yacía el collar y una joya idéntica a esa, el chico Tomoe lanzó el anillo en mi dirección y lo atrapé, viendo el grabado idéntico a la mía... solo Satoru y yo sabíamos qué decía ahí. Era imposible que existieran más de dos en el mundo, las únicas que tenía la certeza de que fueron creadas eran dos y una yacía descansando en mi pecho mientras que la otra estaba en la prisión confinadora con mi esposo. La que ahora tenía en mis manos era una réplica exacta de la mía.
—Imposible…— pronuncié con incredulidad.
—Además, sé lo que sucedió al clan Gojo y la parte del clan Kamo que vivía aquí— me tensé al escucharlo y en mi mente se proyectaron imágenes de aquel día donde todo cambió — por eso pregunté si estas personas eran de confianza para Tsuki Gojo… solo diré algo, Luna roja, familia, infinito, extensión de dominio y libertad— mis ojos se aguaron al sentirme de nuevo atrapada entre aquellos intrincados nudos, sintiendo el cuchillo atravesar mi piel y la luna roja adornando el firmamento, recordar aquella época de terror donde mi familia me atormentaba junto con los cabecillas de los Gojo — las diosas no se rinden…— miré hacia el cielo tratando de controlar las emociones que me embargaban, por lo que lo siguiente casi me sacó un grito del susto. El tal Tomoe dio un paso hacia el frente tratando de acercarse más a mi dirección provocando que Maki blandiera el arma y sin ningún temor tratara de herirlo, sin embargo, el arma nunca llegó a tocarlo, en vez de eso el cuchillo chocó contra algo invisible haciéndose añicos al instante… era como el infinito, pude ver un destello morado salir despedido cuando todo ocurrió.
—¡Increíble!— escuché a Yuuji decir, yo quedé totalmente muda pero hice acopio de todas mis fuerzas y materialicé una cuerda que me permitió arrastrar a Maki hasta mi costado. Ella me miró confundida.