"Cuando la noche se torne carmesí, la unión del líquido vital del poseedor de la técnica maldita perfecta del clan Kamo con el del heredero de los Seis Ojos del clan Gojo, traerá consigo al ser más poderoso jamás visto en el mundo, ningún hechicero...
"Aunque estemos pasando por demasiado y te sientas sola. Solo sé que moriría por ti, bebé, moriría por ti"
—The Weeknd
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Tsuki—
Un par de días después Megumi ya estaba completamente curado, cabe mencionar que al final de cuentas el profesor Yaga aceptó a Yuuji como alumno de la escuela de hechicería después de hacerle pasar por su característica entrevista de ingreso… todo parecía estar marchando viento en popa para los chicos de primero quienes aún estaban terminando de mudarse. Por su lado los de segundo también estaban muy seguros de sí mismos y su progreso era notorio, me hacía sentir muy orgullosa saber que eran capaces de defenderse a sí mismos de una forma más efectiva después de un año entero de entrenamiento en la escuela… sin embargo, las cosas no iban tan bien para los chicos de tercero, Hakari y Hoshi ya no formaban parte de la escuela de hechiceros por lo menos por ahora gracias a la suspensión que se había ganado Hakari por golpear a uno de los peces gordos… esos tipos solo querían sacárselo de encima a la menor provocación y lo lograron.
Justo en este momento Satoru y yo les estábamos ayudando a llevar sus cosas a un sitio donde pudieran estar seguros, pues esos malditos vejestorios ya le habían puesto precio a la cabeza de Hakari…
—Realmente te aplaudo — interrumpió Satoru metiendo la última gaveta a la cajuela, Hoshi no se separaba de Hakari en ningún momento y se le notaba impaciente — Sabía que nunca me ibas a decepcionar en lo que respecta a los peces gordos, mi preciosa y yo te hemos entrenado muy bien— se burló Toru azotando la cajuela e indicando a esos dos que subieran a la parte trasera del auto. Imité el acto de todos cuando Satoru abrió la puerta del copiloto para mi y después él subió al piloto
—No sé qué es lo que vamos a hacer ahora— giré en mi asiento justo cuando Toru arrancó y comenzó a andar, los muchachos ya no estaban a salvo en la escuela y debíamos sacarlos cuanto antes de aquí, Kirara venía por su cuenta ciertamente…
—Ustedes tranquilos — pronuncié con media sonrisa, ese día específicamente no había sido el más idóneo para que todo esto pasara… me sentía muy mal de salud y en extremo ansiosa, estaba segura que incluso estaba a punto de darme una crisis… hoy era la luna roja, la primera después de… mejor no pensar en eso. No estaba bien en estos momentos y recordar algo como eso haría que todo se fuera al diablo, no podía permitirlo — Haremos lo posible para limpiar tu nombre Hakari, se que Hoshi será la mejor de las compañías— expliqué — los pondremos en un lugar seguro, no se preocupen por lo monetario tampoco, lo vamos a solventar completamente más todo lo que necesiten — Satoru al volante hizo un sonido de afirmación, íbamos a cubrirlos tanto como pudiéramos
—Eso no es necesario…
—Siguen siendo nuestros alumnos — mi sonrisa salió temblorosa, sentí como la mano de Satoru se posaba en mi pierna y me daba un apretón, él sabía por qué me encontraba de esa forma y desde la mañana no se había separado de mi ni un solo momento… ni siquiera para ayudar a los dos chicos a escapar— Recuerda quien te dio tantas palizas para poder convertirte en el hechicero que eres ahora. Que por cierto... ahora eres uno que ya barre el piso conmigo — me burlé levemente haciendo que el muchacho sacara una sonrisa altanera de su rostro. Hoshi a su lado carcajeó levemente… esto me podía hacer olvidar mis recuerdos de hoy— No me reniegues así como tu mentora, está bien que ya puedas vencerme en una batalla pero me duele que ya no me consideres tu maestra
