"Cuando la noche se torne carmesí, la unión del líquido vital del poseedor de la técnica maldita perfecta del clan Kamo con el del heredero de los Seis Ojos del clan Gojo, traerá consigo al ser más poderoso jamás visto en el mundo, ningún hechicero...
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Tsuki—
"GOJO SATORU HA SIDO SELLADO"
Había contadas cosas en mi vida que me pudieran alterar realmente, si bien era una persona muy sentimental mi formación como hechicera me había permitido desenvolverme en ambientes hostiles y crudos para la mayoría de las personas... siempre trataba de mantener la compostura y ser razonable en muchos aspectos, Satoru tendía a perder la cabeza cuando luchaba y mi trabajo era ayudarle a regresar a la realidad antes de que causara una catástrofe, él era un protector físico y yo una protectora emocional... los dos siempre funcionábamos así, un equipo que buscaba apoyar al otro sin importar las circunstancias a las que nos enfrentaramos.
Desde niños estuvimos unidos con un extraño hilo, el afecto mutuo y la protección que nos dábamos mutuamente era extraña para la mayoría de las personas, ni siquiera nuestros padres podían explicar la unión tan estrecha que poseíamos, todo esto a pesar de que en primera instancia ellos fueron los que pretendían juntarnos de cualquier forma posible para obtener sus asquerosos resultados respecto a beber mi sangre y crear un ser muy poderoso, que estuviéramos compartiendo tanto era beneficioso para ellos de una forma en la que ni siquiera podía explicar.
Satoru era mi ancla a la realidad y a la cordura, me era difícil imaginar un lugar donde él no estuviera... desde que nací el mundo tenía ya a Gojo Satoru como un antes y después en la historia, casi como la presencia de un ser divino entre tanta tempestad. Toru había llegado a la vida unos cuantos meses antes que yo, y como si fuera el destino, se me permitió estar junto a él desde mi primer respiro. Fue mi único amigo cuando era niña, mucha gente le tenía miedo indescriptible y a pesar de observar la admiración y terror con la que lo veían yo jamás entendía por qué, mis padres y hermano le miraban con cierta reverencia y le tenían un claro respeto mas allá de lo que alguna vez me tuvieron a mi... casi como si fuese un dios, sin embargo, para mi era solo Toru, mi mejor amigo y la persona más increíble del mundo, alguien con quien yo podia ser yo misma y sentirme tan segura que para mi, el lugar más preciado del mundo era estar a su lado.
Toru estuvo para mi cuando lloraba del miedo, protegió mi vida con todo lo que tenía cuando la situación nos sobrepasó a ambos y nis padres intentaron arrebatarme todo, se manchó las manos innecesariamente para darme seguridad y una vida donde no vivirra con el miedo constante al abuso de los mismos, llevando a su familia en el proceso, a pesar de todo ello, nunca me recriminó nada y en vez de eso me brindó una mano como apoyo cada vez que lo necesitaba, naturalmente yo le regresaba todo ese cariño y aprecio que daba hacia mi. Mi mundo entero es feliz porque él existe.
Cuando ambos nos vimos obligados a ser más independientes al crecer, siempre permanecimos el uno al lado del otro incluso cuando éramos conscientes de que podríamos sobrevivir bien estando separados.
