"Cuando la noche se torne carmesí, la unión del líquido vital del poseedor de la técnica maldita perfecta del clan Kamo con el del heredero de los Seis Ojos del clan Gojo, traerá consigo al ser más poderoso jamás visto en el mundo, ningún hechicero...
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Tsuki—
A pesar de ser personas "entrenadas" para soportar el presenciar situaciones tan horribles como las que vimos, lo cierto es que fue realmente difícil para todos recomponernos después de haber presenciado dos terribles batallas y todo lo que venía ocurriendo desde hace meses, nuestro mundo había dado un vuelco significativo y las cosas ahora eran diferentes, era momento de poder descansar después de todo el caos ocasionado en estos últimos tiempos. Las cosas como las conocíamos ya no existían, nuestras vidas tomarían un rumbo distinto, todo sería un constante cambio después de todo.
Mis manos estaban aferradas una a Tomoe y otra a Megumi mientras que Satoru nos rodeaba a los tres con cariño y protección, solo se podían escuchar las respiraciones pesadas que nos acompañaban en un ambiente tan frágil como este. Les di una mirada fugaz a cada uno de ellos, los tres lucían evidentemente machacados por las batallas y sabía que los estragos de estas les iban a perseguir durante un buen tiempo, tal vez para siempre y no era para menos, lo que habían tenido que enfrentar era algo que dejaría marcada hasta a la persona más cuerda, algo que claramente me preocupó.
Un suspiro de alivio proviniente de mi esposo hizo que Tomoe carcajeara suavemente mientras que Megumi cada vez se iba aferrando más a mi hasta el punto en que no había nada separándonos, no le impedí hacerlo, en vez de eso lo tomé con toda la delicadeza del mundo y le permití acercarse más a mi, mi pecho revoloteaba tan solo de tenerlo de nuevo cerca. Miré a nuestro alrededor, todo lo que habíamos pasado por fin llegó a su fin y sin duda alguna era un alivio, ver los rostros de mis amados alumnos después de haber librado tal peligro eran una recompensa, las miradas de nuestros amigos y aliados también evidenciaban ese alivio momentáneo después de tal terrible martirio vivido. Shoko, Utahime, Mei, Yaga, Kashimo, Kusakabe, Higuruma, Ijichi, Takaba e incluso el viejo Gakuganji… todos estábamos más que aliviados de saber que ese enorme peso se había desvanecido.
Miré al cielo y una enorme nostalgia me embargó, paz… una vida tranquila era lo que podríamos tener ahora, no pude evitar sentir escozor en mi pecho al recordar quienes no podrían estar con nosotros para compartirlo. Mucha gente murió en este año gracias a las maldiciones y las circunstancias en las que nos vimos obligados a actuar para enfrentar las adversidades a las que se nos puso a prueba, sin embargo, era obvio que existían almas que marcaron nuestras existencias de una forma mucho más notable, gente que era nuestra familia, gente que decidimos hacer importante en nuestras vidas y que ahora no volveríamos a ver jamás. Todos ellos eran almas que habían dejado huellas en nuestras vidas, Suguru y Nanami, nuestros más queridos y cercanos amigos nos habían dejado definitivamente y partieron de este mundo, Yuki Tsukumo… una mujer a quien admiraba con franqueza también falleció en el cumplimiento de su camino como hechicera a pesar de todas las circunstancias, no sin antes darle un motivo a Choso; Mai Zen'in, la hermana de Maki perdió la vida de forma horrible, también perdimos a Mechamaru quien fue de gran ayuda para todos en aquella incertidumbre que significó el incidente de Shibuya. Pero la pérdida que aún no había logrado procesar era la de ella… mi Tsumiki, mi niña se fue desde hace mucho tiempo y no fui capaz de darme cuenta de ello hasta que la maléfica hechicera hizo acto de presencia. El corazón me quemaba solo de acordarme lo que pudo haber sido, mi linda Tsumiki tenía muchos sueños y aspiraciones, era una niña tan bien portada y jamás fue injusta con nadie, sin embargo se fue de nuestras vidas en un abrir y cerrar de ojos y mi mundo ahora sería muy diferente sin su presencia, rogaba que donde quiera que se encontrase ahora ella fuese capaz de tener paz después de todo, todos ellos lo merecían, ese descanso eterno del que muchos hablaban, ese merecido descanso después de haber vivido en este cruel mundo. Esta nueva etapa en la actualidad sería diferente, me aseguraría de actuar como ellos hubiesen querido que lo hiciera, me encantaría que estuviesen aquí.
