"Cuando la noche se torne carmesí, la unión del líquido vital del poseedor de la técnica maldita perfecta del clan Kamo con el del heredero de los Seis Ojos del clan Gojo, traerá consigo al ser más poderoso jamás visto en el mundo, ningún hechicero...
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Tsuki—
Los días pasaron hasta el momento en que faltaba solo un mes para que el evento de intercambio con Kioto tuviera lugar en nuestra bella preparatoria. Todos los estudiantes estaban muy entusiasmados por mostrar sus avances y lograr el máximo objetivo en esa clase de eventos… subir su poder y aumentar su habilidad al grado de ser ascendidos en su correspondiente área como hechiceros.
Megumi manejaba las sombras con más maestría de lo que estudió por toda su adolescencia e infancia, ahora era capaz de esconder objetos en las sombras y estaba segura de que muy pronto él mismo podría moverse a través de ellas. Nobara se volvió una muy buena luchadora y estratega, su manejo de la resonancia era increíble y el alcance de su técnica podía ser catastrófico su tenía los elementos necesarios para ello, sobra decir que se entusiasmó demasiado un día que anuncié que iría de compras al centro comercial… nos hicimos buenas amigas al ver el estilo que se cargaba, realmente tenía un gran sentido de la moda y era alguien muy agradable de tratar, era adorable en muchos sentidos y tenía esa vena protectora que me hacía confiar en las personas… luego teníamos a los chicos de segundo que bueno, claramente ahora eran mucho más independientes con su desarrollo en el mundo de Jujutsu, Panda, Toge y Maki encontraron el camino de hechicero que querían seguir y me encargué de ayudarles con las herramientas necesarias para que se desarrollaran en ese ámbito. Ellos ya no recibían palizas tan seguido de mi parte, mejoraron tanto que habían logrado tumbarme más de una vez en los entrenamientos y puedo afirmar que dan muy buenos golpes.
Por su lado Nobara y Megumi si que habían tenido entrenamientos intensos, si no estaban peleando conmigo peleaban con los muchachos de segundo y no era de extrañarse que Maki y los chicos no se contuvieran en su contra. Casi obligadamente Megumi comenzó a usar armas… la mayor debilidad de un usuario de Shikigamis usualmente era el cuerpo a cuerpo y yo no estaba dispuesta a permitir algo así por lo que los entrenamientos habían sido duros.
Y finalmente, tenemos a Yuuji Itadori, ese adorable muchacho aprendió a controlar su energía maldita de una forma bastante rápida. Tanto así que Satoru era el que terminaba dándole palizas en el patio de nuestra casa, a veces peleaba conmigo y a veces con mi esposo, Yuuji tenía un don muy especial para las peleas cuerpo a cuerpo y Toru y yo nos encargamos de hacerlo explotar al máximo… aunque su energía maldita aún tenía algunos defectos que se debían corregir pero no parecíamos ser los más indicados para ayudarle… además de que la carga de trabajo que estábamos teniendo últimamente era bastante considerable, entre las visitas y cuidados de Tsumiki, la escuela, nuestra misión como hechiceros, la búsqueda de los dedos de Sukuna y otros asuntos a veces no podíamos estar tanto como quisiéramos con él; por lo que después de mucho pensarlo Satoru y yo concluimos que lo mejor sería encargarle su entrenamiento a alguien en que tuviéramos suma confianza… no fue sorpresa para ninguno de los dos que ambos estuviésemos pensando en la misma persona, Yuuji me recordaba mucho a Yuu cuando íbamos en la preparatoria, había una persona ideal para lidiar con él.
