17. Sirens

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Omnisciente —

Tsuki podía jurar que estaba brillando, su cuerpo ahora se sentía demasiado lleno de vida y sin duda alguna jamás había tenido tanta energía en ella, la técnica de Utahime era increíble y ahora mismo significaba la mayor de las ayudas que podían tener. Era un alivio tener una aliada como Iori.

—Creo que ha sido bastante aumento de energía Iori, ahora mismo tengo suficiente como para proporcionarle a todos nuestros aliados muchas veces — Utahime sonrió, eso quería decir que el plan había salido bien, la técnica de la profesora de Kioto tenía limitaciones con respecto a la distancia a la que debía estar de su objetivo, cosa que Tsuki no, así que la mujer Kamo se encargaría de darle un mayor alcance a esta. Ese era el motivo principal de su presencia en aquella azotea

— Está bien Tsuki, ve abajo con los demás — pidió la mujer de la cicatriz con voz tranquila hacia la de ojos escarlatas.

—Gracias por lo que has hecho, te aseguro que vamos a triunfar— agradeció la de ojos carmesí, Utahime sonrió al sentir un cálido abrazo por parte de Tsuki. Era reconfortante tener su cercanía y se arrepentía seriamente de haber pensado que Kamo sería igual que los chicos, perdieron muchas cosas juntas y se encargaría de solucionarlo

—Ganaremos Gojo, tenlo por seguro— Tsuki le devolvió el gesto y desapareció en un santiamén de la vista de Iori, la profesora de Tokio se dirigió hacia Ijichi quien temblaba como gelatina luego de haber hecho tal proeza de cubrir lo mejor que pudo la energía maldita de dos de los seres más poderosos de la actualidad

—¡Ijichi, lo hiciste súper cool!— celebró ella palmeando el hombro de su compañero hechicero, el hombre de lentes se sonrojó a la vez de que trató de tranquilizarse luego de haber usado su técnica en Gojo y Kamo — Muchas gracias por tu apoyo… vayamos abajo, ¿si?— el nombrado asintió efusivamente, así solo los dos profesores de Kioto se quedaron en la azotea en caso de que Gojo necesitara un aumento de energía repentino. Gracias al hechizo de Iori ahora Tsuki tenía suficiente energía maldita para ayudar a todos los hechiceros al interior del edificio más de una vez, así que la prioridad era ver que Gojo no necesitara ayuda.

Nada más al ingresar a la sala de reuniones tanto Ijichi como Tsuki pudieron ver la increíble cantidad de pantallas proyectando la pelea de los dos más fuertes de la historia, todo gracias a la cortesía de Mei y su técnica maldita. Claramente esa mujer estaba ganando muchísimo dinero por la transmisión, por lo menos a ellos no les había cobrado por ver la pelea. "Pequeña cortesía para mi querida Tsuki, es la esposa del peleador principal, merece verlo" había pronunciado la adinerada mujer.

—¡Por acá, mamá!— Tsuki fue llamada por Tomoe quien le señaló un asiento especial para ella. La mujer sonrió caminando alrededor de la habitación  mientras observaba todas las pantallas que enfocaban desde distintos puntos y terminó en ese lugar mientras Ijichi fue a descansar puesto que había terminado agotado física y emocionalmente luego de haber hecho tal hazaña.

Scarlet prophecy 》 Gojo Satoru Donde viven las historias. Descúbrelo ahora