"Cuando la noche se torne carmesí, la unión del líquido vital del poseedor de la técnica maldita perfecta del clan Kamo con el del heredero de los Seis Ojos del clan Gojo, traerá consigo al ser más poderoso jamás visto en el mundo, ningún hechicero...
"Estoy en la cima del mundo, no necesito a nadie para salvarme"
—Labrinth
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Tsuki-
El vuelo fue silencioso la mayor parte del viaje, Satoru estuvo evitando cualquier contacto con todos y permaneció casi petrificado en su asiento, a penas se movía para respirar. Me preocupaba más su estado que lo que había pasado hace un rato... no quería que eso cambiara algo en nuestra relación.
Al llegar al aeropuerto Kento Nanami y Yuu nos esperaban, ambos con caras totalmente distintas. No pude evitar dibujar una suave sonrisa al verles y les saludé con un enorme abrazo que se extendió unos segundos
—Kento— saludé hacia el cuando lo envolví en mis brazos
—Hola Tsuki, ¿Pasó algo?— me cuestionó él, yo negué efisivamente. Solo ignoraría la situación para evitar que se hiciera más y más grande.
—Realmente no, fue una misión que terminó siendo más vacaciones que otra cosa, estuvo divertido — admití aún con algo de preocupación por la situación que nos atañe y por velar por la seguridad de Amanai quien venía bien custodiada por los cuatro— ¿Qué tal todo en el aeropuerto?
—Solo detuvimos a dos sospechosos, pero ahora todo permanece extrañamente tranquilo
—Nosotros podemos encargarnos desde aquí— siguió Suguru colocándose a mi lado– Lamentamos tanto que hayan tenido que supervisar por tanto tiempo
—¡No es problema senpais!– Yuu pronunció feliz— Espero que su misión fuera buena — llevé una mano a sus cabellos y los restregué con alegría, Haibara era muy tierno y parecía un sol andante a lado de su muy serio compañero Kento, daban un contraste lindo
—Sip, lo fue. Aún no terminamos con ella pero pronto todo estará bien — dijimos Suguru y yo
—Bueno, pues pueden dejarnos su equipaje, tienen que escoltar a la niña hasta la escuela para que la misión esté completada... ¡Mucha suerte con eso!— Nanami pidió nuestras cosas y no tuvimos molestia en entregárselas. Yuu y él se despidieron y partieron rumbo a la escuela al igual que nosotros
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