"Cuando la noche se torne carmesí, la unión del líquido vital del poseedor de la técnica maldita perfecta del clan Kamo con el del heredero de los Seis Ojos del clan Gojo, traerá consigo al ser más poderoso jamás visto en el mundo, ningún hechicero...
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Tsuki—
Las cosas desde que los chicos habían entrado a la barrera se tornaron muy tranquilas, al interior de la misma se notaba una fluctuación importante de energía maldita, sin embargo, en las afueras de estas a penas se notaba algún movimiento extraño. Yo me la pasaba en el punto más alto de una de las torres aledañas vigilando que nada malo ocurriera con civiles, evité que muchos de ellos entraran por error. Sobra decir que la mayoría se encontraban confundidos y tenía que explicarles de manera que fuese entendible que sus vidas correrían peligro si ingresaban, la existencia de las maldiciones fue revelada en el país después del incidente de Shibuya, así que era claro que ahora tenían por lo menos una mínima idea de lo que podría ocurrirles si seguían caminando.
Mis días, tardes y noches se basaban en observar todo lo que iba y venía, Tomoe, Shoko, Tsumiki, Kirara e Ijichi se turnaban para acompañarme o para hacer cambio de vigilancia, principalmente Tomoe y Kirara quienes tenían técnicas capaces de hacer algo. Maki salía y entraba de las barreras constantemente, ella me ayudaba a llevar consigo comida o suministros en caso de que los chicos lo necesitaran, además de que compartía información pertinente en caso de que hubiera alguna novedad.
En este momento estaba en compañía de Tsumiki, sin embargo ella decidió ir al baño y me había quedado sola en la azotea observando las calles aledañas sin mucho que hacer, fue exactamente por esa razón que noté casi de inmediato que había alguien atrás de mi.
Me giré con rapidez y coloqué un cuchillo creado con mi técnica rozando la piel de su garganta, la persona que me estaba acechando soltó un chillido del susto.
—¿Qué es lo que quieres? — cuestioné, era obvio que no se esperaba una reacción tan rápida de mi parte, se había acercado de una manera muy sigilosa — Por si no lo sabes la barrera está más adelante, esta no es zona de juego — la chica alzó las manos en gesto de inocencia, en ese momento me percaté de un rasgo muy característico, tenía alas y un halo flotando sobre su cabeza — No puede ser…
—Lamento tanto haberte asustado, ¡Perdóname! — exclamó ella con un puchero, suspiré pesadamente y deshice mi arma, no me convenía ponerme agresiva con esta chica, más aún notando quien era.— Soy una aliada.
—Creí que estarías dentro de la barrera como todos los demás — dije girando de nuevo hacia el vacío del edificio, recargándome sobre el barandal en gesto de que ella también lo hiciera— Un placer conocerte, mi nombre es…
—Tsuki Gojo, el placer es mío— saludó ella como si hace segundos no hubiera estado a punto de matarla — Mi nombre es Hana y… Soy Ángel — Saludó una boca saliendo de su mejilla, igual que Sukuna lo hace con Itadori.
—Un placer conocerles, ¿Cómo sabes quién soy, Hana?— cuestioné sorprendida, alcé una ceja y ella me sonrió asintiendo.
—Hace poco hice contacto con Megumi y con Itadori, nos hicimos amigos— celebró ella, giré un poco mi cabeza preguntándome cómo es que podía estar afuera del domo si ya había conocido a Yuuji y Megumi. Después de meditarlo un rato supe que en realidad era posible que se debiese a su técnica, o por lo menos aquello que nos explicó Tengen sobre anular otras técnicas — decidimos formar una alianza y se me ha informado de tus deseos— la miré interesada.
