"Es claro que ahora mismo debes sentirte confundida o sola… "
Tsuki—
Todo el cuerpo me temblaba como gelatina, simplemente no podía dormir más de una hora seguida desde hace ya casi una semana, habían pasado cerca de cinco días desde que las maldiciones sellaron a Satoru en aquella prisión, muchas cosas sucedieron desde que descubrimos que el antiguo Noritoshi Kamo seguía con vida y que fue el artífice de todo este retorcido plan, obteniendo su triunfo al alojarse en el cuerpo de Suguru.
A mi lado Yuuta estaba sentado mirándome con sus ojos entristecidos, él había llegado a penas un día después de enterarse de los sucedido en Shibuya, los malditos peces gordos le llamaron para que acabara con la vida de Yuuji luego de declarar que todo el jodido desastre había sido culpa de Toru. También encarcelaron al profesor Yaga por ser un presunto cómplice sin derecho a queja, catalogando a ambos como criminales y naturalmente el miedo a ser detenidos embargó a todos los allegados de los dos.
La orden de encerrarnos fue recibida por Mei antes que la mayoría, justo cuando el tal Noritoshi se largó de Shibuya los peces gordos mandaron a arrestarnos a Yaga y a mi. Yo escapé por la intervención de Utahime quien fue la que recibió el mensaje de Mei Mei antes que todos… traté de volver por el sensei pero él se negó diciendo que no había otra manera de ganarle a esos desgraciados, mi querida Ieri fue quien tuvo que sacarme a rastras de Shibuya alegando que debía dedicarme a proteger a todos los chicos que Satoru y yo habíamos acogido bajo nuestra tutela, eso incluía a nuestros alumnos…
A penas pudimos mantenernos fuera del ojo de los peces gordos fui por Megumi y por Tsumiki, quienes no se negaron a venir conmigo a un lugar seguro, aún estaban demasiado conmocionados por la situación como para negarse y lo mejor ahora mismo sería permanecer juntos. Ieri se mantuvo lejos de nosotros cerca de cuatro días para mantener apariencias y salvar a cuantos hechiceros le fueran posibles, después renunció a su puesto en la academia de Jujutsu en Tokio y el día de hoy llegaría a instalarse a nuestro refugio.
Todos los días desde aquel hecho yo vomitaba sin cesar, las pesadillas que llegaban todas las noches habían ido en un pico estremecedor, me sentía tan débil y sumamente triste, mi estado de salud empeoró en demasía lo que provocó que cayera en un estado deplorable. Traté de mantenerme fuerte pues hoy por fin sabría la verdad a manos de Ieri. Sin embargo, a pesar de que creía que las malas noticias habían terminado las cosas no salieron como lo planeaba, mataron a profe Yaga en una horrible ejecución y yo no pude hacer nada para evitarlo, era cuestión de tiempo para que el precio de mi cabeza aumentara como el de una criminal y luego una fugitiva, sino es que ya lo había sido. Mis muchachos se habían encargado de que no abrumara mi mente con cosas que sucedían fuera del lugar donde estábamos ocultándonos.
Tuve que encontrar refugio para todos los jóvenes que confiaban en mi, en el único lugar donde me sentía segura de forma irónica, ese lugar era la sede del clan Gojo. Un sitio que no había pisado desde hace casi 10 años y que era sumamente importante para resguardarnos por un motivo en especial. Fue muy difícil estar aquí el primer día, a penas puse un pie en esta casa sentí como toda mi energía vital estaba siendo drenada por todas las memorias oscuras que llegaban a mi. Tuve tanto miedo, estaba aterrada y a penas podía moverme a través de los pasillos sin soltarme a llorar... me daba terror estar aquí adentro pero ahora mismo era el lugar más seguro tomando en cuenta el caos en el que se tornó Japón cuando se dio a conocer la destrucción y el alcance que esta tuvo en Shibuya.
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Scarlet prophecy 》 Gojo Satoru
Fanfiction"Cuando la noche se torne carmesí, la unión del líquido vital del poseedor de la técnica maldita perfecta del clan Kamo con el del heredero de los Seis Ojos del clan Gojo, traerá consigo al ser más poderoso jamás visto en el mundo, ningún hechicero...