"Cuando la noche se torne carmesí, la unión del líquido vital del poseedor de la técnica maldita perfecta del clan Kamo con el del heredero de los Seis Ojos del clan Gojo, traerá consigo al ser más poderoso jamás visto en el mundo, ningún hechicero...
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Tsuki—
Aquella tarde del 31 de octubre Satoru y yo estábamos en casa después de tan ajetreados días recientes, lo cierto es que a pesar de ser una noche tan llamativa, ninguno de los dos parecía especialmente interesado en participar, ya estaba anocheciendo. Halloween era una noche en particular que me encantaba... pero ahora mismo con lo que había sucedido con Megumi no podía estar tranquila.
La realidad es que yo estaba alistándome para partir hacia la escuela ya que le pedí a Shoko una consulta para confirmar algunas sospechas... creía estar embarazada y las pruebas de embarazo normales no funcionaban muchas veces con los hechiceros solo hasta que un doctor en Jujutsu hiciera una serie de pasos que permitieran obtener una buena respuesta con esos aparatos, peor en mi que mi sangre complicaba mil veces las cosas en todo tipo de pruebas de laboratorio fueran o no de sangre, así que lo mejor era que ella misma se encargara de hacer la revisión adecuada.
Temblé solo de considerar esa posibilidad, ella no sabía aún el motivo de mi consulta pero hoy mismo lo descubriríamos, era casi imposible tomando en cuenta que suelo controlar mis hormonas y tomo anticonceptivos especiales para mi por mi energía maldita, pero no estaba de más sospechar aquello, no era algo que me molestara en realidad, pero siempre sería una sorpresa.
En lo que respecta a Megumi solo basta con decir que no ha querido hablar conmigo y Toru desde hace días… aún me preguntaba quién le había mencionado que Satoru y yo tuvimos un encuentro para nada amistoso con su padre, la realidad era que todo se tornaba abrumador y que todo aquello se supiera solo llegaba como un cargo de conciencia que sabía que merecía, realmente no tenía idea de qué hacer ante la situación… además de que para empeorar las cosas, todos estos días mis mareos y demás síntomas incómodos iban en un aumento descomunal, suponía que incluso el estrés era un factor para aquello o el hecho de que el eclipse escarlata había pasado hace unos pocos meses, aunque esto último no tenía mucho sentido y por ello no se lo había mencionado a nadie aún. La cita con Shoko confirmaría o no mis sospechas.
Tomé asiento en la cama con labios temblorosos, mis manos también temblaban sin control, presentía que algo muy malo se avecinaba pues la energía en la sangre de mi cuerpo vibraba de forma extraña, tratando de advertirme algo.
—No sé qué voy a hacer Toru— le dije al fin mientras me restregaba el rostro con mis manos, él se quitó las gafas y me miró directamente a los ojos, lucía serio… algo que claramente era poco común en él.
—Ya se le pasará y nos dejará explicarle todo Tsu, simplemente está shockeado por la noticia… — se colocó de rodillas frente a mi restregando mis piernas intentando confortarme, le di una sonrisa de agradecimiento, mi Toru siempre sabía cómo tranquilizarme.
—¿Supiste quién se lo dijo?— Él negó.
—Pienso que fue alguien de los altos mandos, supe que hablaron con los chicos en la última misión. Tal vez fue el viejo de Kioto, siempre quiere desquitarse conmigo… seguramente terminaste envuelta en el embrollo sin quererlo — mordí mis labios. Yo también era culpable de lo ocurrido con Toji, no podía dejar que Toru cargara con todo el peso.
