"Cuando la noche se torne carmesí, la unión del líquido vital del poseedor de la técnica maldita perfecta del clan Kamo con el del heredero de los Seis Ojos del clan Gojo, traerá consigo al ser más poderoso jamás visto en el mundo, ningún hechicero...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Tsuki—
Aferrarme al brazo de Yuuta era algo que me mantenía algo cuerda a pesar de todo lo sucedido, habían pasado dos días desde lo ocurrido y de sólo pensarlo me daban náuseas. Estaba aterrada, Megumi había sido poseído por Sukuna y no pude hacer nada para detenerlo, esto era increíble desde cualquier punto de vista y revolvía todo en mi estómago nada más de recordar la terrible escena frente a mi.
Todo se tornó peor un día después de que fuera sacada a la fuerza de la barrera por acción de Tomoe; el talismán que le di a Tsumiki para saber si se encontraba bien me avisó algo horrible… ella murió y lo más seguro es que fue ante las manos de Sukuna. Había estado llorando sin cesar desde ese día, mis dos niños, no pude proteger a ninguno de los dos y todo estaba cobrando un peso extremadamente doloroso sobre mis hombros… era mi culpa, era débil, mi destino era morir, no el de ellos
—Tsuki…— Yuuta acariciaba mi cabeza para tratar de hacer que yo levantara mi mirada. Cuando alcé la vista pude ver a Maki frente a mi con un tazón de sopa y un bento en su otra mano, ella tenía una genuina expresión de preocupación en el rostro al igual que Okkotsu y Tomoe quien miraba todo desde una pared lejana.— Debes comer, por favor — pidió mi alumno mientras mi hijo se acercaba a mi dirección, él se colocó a mi lado y me miró culpable.
—Vamos mamá, tienes que hacerlo— pidió él mientras yo recibí lo que Maki me ofreció, en ese momento sentí algo pasarse por mis mejillas, Tomoe estaba limpiando mis lágrimas mientras Yuuta intentaba darme ánimos reconfortandome con cálidas caricias sobre mi espalda
—No puedo creer que esté aquí encerrada mientras mis dos hijos están ahí afuera sufriendo… Tsumiki murió y no pude hacer nada para salvarla — pronuncié agriamente mientras masticaba la comida, comer era lo único que había hecho en estos días y era por el bien de mi bebé. Realmente me sentía demasiado triste para hacer cualquier cosa, tenía una rabia increíble y estaba sumamente enojada conmigo misma por haber sido tan débil ante la situación. Por mi culpa estaban muertos mis amigos, mi profesor, mi hija… por mi culpa Megumi fue poseído
¿Realmente era digna de ser llamada una hechicera? ¿El título de rango especial sólo era una patraña? Claro que si, me había encargado de demostrarlo, era solo una inútil que no servía de ayuda para nada
Desde que era una adolescente siempre me pregunté eso, durante mucho tiempo estuve en negación al ser vencida de una forma tan fácil por Toji Fushiguro, aún tenía pesadillas donde sus ojos me miraban amenazantes… ese hombre me venció como si no fuera nada, se encargó de demostrar que no era nada. Satoru intentó convencerme en varias ocasiones de que mi poder era digno de ser llamado un rango especial… me esforcé muchísimo para también convencerme a mí misma de que así era, todo en base al crecimiento que tuve con mucho entrenamiento. Pero ahora mismo afirmaba que no había servido para nada, no era nada más que una estúpida mujer jugando a ser alguien fuerte solo escudándome en el poder de quienes me rodeaban.