Soulmates

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—Craig, gracias a Dios que no hiciste nada imprudente —miró al nombrado.

Ambos se encontraban en la sala mientras Clyde ayudaba a Tweek a medirse la ropa que había comprado. Craig ya estaba vestido con una sudadera azul y un pantalón negro, con tenis azules además de colocarse el gorro azul con un pompón amarillo. Nunca se quitaba el gorro así que está vez solo quería sentirse cómodo, nada lo ayudaba como ese gorro que ahora tenía el aroma de Tweek porque este lo impregnó de su aroma, el rubio le dijo que era para prevenir a Clyde, pero obviamente era porque sentía celos del castaño y de Tolkien a quien apenas conoció.

—No quise que ustedes me vieran así... Yo solo... Perdí el control de todo y no sabía que hacer, solo quería proteger a mi Omega —declaró desviando la mirada, no le gustaba que los demás vieran facetas que no conocían.

—Es completamente normal lo que sentiste, y por lo que me contó Clyde... Solo cargaste a tu pareja para llevarlo a un lugar seguro. Lástima que estabas llenando el lugar de tu aroma y eso molesto a algunos comensales, por eso tuvieron que darte un sedante, pero no dejabas de gruñirle a todos —recordó lo preocupado que estaba Clyde al contárselo.

Craig no supo que decir, se sentía molesto contigo mismo por haber perdido el control.

—Clyde me dijo que nos trajeron a este lugar. ¿Dónde estamos exactamente? —cuestionó soltando un suspiro cansado.

El Alpha de color lo miro por unos segundos, ¿Cómo alguien tan serio y frío podía tener semejante bestialidad dentro de sí mismo? ¿Por qué a pesar de lo estoico que Craig se viera, perdía completamente la razón por un simple Omega de clase baja?

Todas las preguntas se amontonaban en su cabeza, soltó un suspiro dejando fluir todo pensamiento.

—Este sería nuestro regalo de cumpleaños para ti. —el azabache le miro confuso— Clyde y yo decidimos que deberías tener este apartamento por cualquier cosa, en especial tu RUT... Esta a las afueras de la ciudad y nadie podría oír tus fuertes alaridos ni rugidos de agonía, además de que no queríamos que ninguno Omega se acercara a tí estando de ese modo, sería peligroso aunque no reaccionarias a su aroma, no queríamos que te enlazarlas con alguien que no es tu alma gemela —explicó sentándose en el sofá individual.

Para Craig ahora todo tenía sentido, por eso no había escuchado ruido de nada fuera del apartamento, este era obvio un edificio que solo utilizan las personas adineradas para acostarse con cualquier Beta u Omega, solo que sus amigos no pensaron en eso sino que pensaron en su bien.

Nunca en su vida se había sentido tan protegido, él mismo también se hacía daño en su etapa de celo, se mordia los antebrazos para calmar el ardor y dolor en sus encías y colmillos para marcar a su Omega.

Arañaba sus propias piernas tratando de contener a su lado animal. Desde qye supo que seria Alpha de alto rango, siempre se cuido incluso cuando era adolescente se encerraba en el sótano de sus padres y arrancaba la puerta por fuera con ayuda de su hermana para que él no les hiciera daño.

—Gracias Tolkien —dejó caer su cabeza sobre el respaldo del sillón grande— en verdad te lo agradezco mucho, a ti y a Clyde ... No creí que esto sería tan difícil de manejar —agregó sobando sus hombros.

—Al menos ya sabes lo que debes hacer antes de que marqués a tu "Omega" —marco las comillas en la última palabra.

Craig lo vio de reojo y soltó un gruñido de fastidio. Tolkien no sabía nada, no entendía como se sintió con Tweek. No tiene el derecho de reclamarle nada.

—Sí, gracias solo necesitaba esa información —soltó de manera fría y seria.

Ambos Alphas quedaron en silencio, el azabache Decidió ver algo en la televisión mientras que el de pelo rizado se entretuvo con el teléfono.

Tweek y Craig (One shorts Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora