Tweek y Craig (One shorts Omegaverse)

Diablito.

Advertencia NO es Omegaverse

[…]

Craig pensaba que debía ser una maldita broma. Creyó tontamente que su novio solo usaba un disfraz común, la cola atada a la cadera.

Que mal estaba, tanto que le había excitado la manera en que el rubio jadeaban mientras le sacaba aquel juguete sexual de su cuerpo.

Tweek solo sentía los resagos de su reciente orgasmo, además de quedar deseoso de más y sobre todo excitado después de lo que pasó, perdido en el éxtasis del momento.

Esto se había vuelvo una situación algo incómoda, puesto que Tweek estaba mojado en la parte de la pelvis al correrse y se sentía avergonzado por eso.

El adicto al café aún perdido en las sensaciones, no sintió cuando Craig lo cargo como si un costal de harina se tratase.

—Vamos a casa Tweek... —fue lo único que dijo.

El azabache, camino lo más rápido que pudo hacia su casa, sabía de sobra que sus padres no volverían hasta tarde así que aprovecharía el momento de aclarar la situación.

Craig Tucker, debía arreglar algo muy importante que lo estaba volviendo loco, y que lo estaba lastimado en el pantalón.

Entro a su habitación y arrojo a Tweek a su cama, mientras cerraba la ventana y puerta con seguro, no se arriesgaría a que alguien lo viera teniendo sexo con su novio.

—Craig... —jadeo al momento en que fue aventado a la cama de Tucker, viendo a este cerrar todo.

Finalmente estaban frente a frente, Tucker estaba sobre el cuerpo tembloroso de Tweak, quien solo esperaba ansioso cualquier movimiento de parte del azabache.

Sin avisar, Craig comenzó a despojar de su ropa al rubio, quien le ayudo.

Sus respiraciones se volvieron jadeantes.

Las manos de Tucker no paraba de tocar todo a su paso, estaba nervioso pero ansioso al mismo tiempo.

Quería saber si el lugar de donde saco aquel consolador, seguía esperando por más o por él.

Tocó el aro de músculos, haciendo a Tweek arquearse en la cama, dándole la vista de sus pezones erguidos y rosados.

—Tweek...

Ese jadeo ronco lo saco de sus pensamientos. Admiro el rostro sonrojado de Craig, el deseo desbordando de sus pupilas y las ansias wue tenia por besarlo.

El rubio cegado de la excitación, rodeo con sus brazos el cuello del azabache y le plantó un beso suave, de pronto este se volvió húmedo y caliente.

Craig le estaba devorando la boca, succionaba la lengua del rubio debajo de él, mordía sus labios en un salvaje y feroz beso.

Roso su entrepierna con la desnuda de Tweek quien solo jadeaba y gemía por más contacto.

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No sabían cómo habían llegado a esto, pero les estaba gustando. Lo disfrutarían cómo nunca.

Craig embestia dentro del estrecho interior de Tweek, quien no hacia mada mas que gemir en el oído del otro.

—Dios... ¡Ah! ¡Ngh! ...

Apenas y podia artucular una palabra por cada cierto tiempo.

El pene de Craig era tan grande y grueso que lo esyaba enloqueciendo. Ese maldito pene sabia donde tocar.

Tweek ahora pensaba que el consolador no se comparaba en nada con esa deliciosa sensación de ser llenado .

El rubio podía sentir como palpitaba el pene de Tucker, quien solo escondía su rostro en el hombro de Tweak, estaba avergonzado de que llegarán a esto por curiosidad del traje que usaba Tweek.

—¡Ahí! ... Sí, ahí... ¡Ah, más! —los gemidos de Tweek volvían loco a Craig.

Dos adolecentes hormonales y calientes teniendo su primera vez por algo tan estúpido como lo fue el consolador que era una cola de diablito del traje de Tweek.

Esperaban no estar haciendo mucho ruido, debido a que serían atrapados.

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—¿Qué los trae a la cafetería Tweak bro's?

—Richard —miro mal a su marido—. Son bienvenidos —miró a la pareja de los Tucker.

La madre de Tweek parecía entender porque los padres de Craig estaban en la cafetería a casi unos minutos de cerrar.

—Bueno es que una vez nos comentó Tweek, que ustedes no tenían mucho tiempo libre, así que los vinimos a invitar a una reunión en casa de los Cartman.

—Oh si, escuchamos de eso durante todo el día. —comentó la señora Tweak

—Nuestros hijos estarán en casa de los Marsh, mientras nosotros nos divertimos en casa de Lian. —recorrdó la señora Tucker.

—Sí, no muchas veces tenemos el tiempo de escaparnos de nuestros hijos para divertirse entre amigos y vecinos. —dijo el padre de Craig.

La señora Tweak sabía de sobra que si ellos le daban está ventaja a sus hijos harían algo. Al menos no se preocupaba, porque sabía que Craig podía cuidar bien de Tweek. Era la única que sabía que estaban haciendo posiblemente la pareja.

—Bien, vámonos no queremos que la comida y bebida de Lian se acabe ¿O sí? —cuestionó Richard.

Los tres negaron riendo como si fueran a cometer un crimen.

Aunque la única cómplice del crimen que ahora estaba cometiendo su hijo, era la señora Tweak.

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Espero que les guste. Pronto subiré otra historia sobre el Creektober, espero que les haya gustado si es así déjenme saberlo en los comentarios. Ya saben que tomo en cuenta todos esos comentarios, para mejorar.