Alphas (final)

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Los gruñidos y otros sonidos obscenos llenaban la habitación.

No sabían como es que terminaron desnudos y en la misma cama, en la casa del rubio.

Ambos Alphas estaban mordiendo todo a su paso, querían dejar su marca, su huella en la piel ajena.

Tweek deseaba ser dominado de forma sexual, sentir al azabache enterrarse en lo profundo de su ser.

Craig quería ser dominado con palabras y algunas acciones del rubio, como gritos, mordidas, gruñidos molestos o incluso el maltrato psicológico.

Nunca se habían atrevido a ir tan lejos con alguien, fuera de la casta que fuera.

-Mío ...

La lucidez ya no estaba y menos la cordura, ninguno estaba en sus cinco sentidos.

Habían perdido la razón y lo único que les importaba era poder concluir el acto sexual.

Cuando al fin el azabache penetró al rubio, ambos se mordieron mutuamente un brazo. No querían que nadie más que solo ellos pudieran ver esas marcas, así que evitaban dejar alguna en el cuello o rostro e incluso las manos.

Aunque en Craig era inútil esconder las mordidas de los dientes del rubio, porque tomó sus manos y lamió sus dedos uno por uno de forma sensual, además de ir dejando pequeñas pero visibles mordidas en cada extremidad.

-Craig... -ese gemido hizo que el azabache se moviera.

Las embestidas eran lentas y tortuosas para ambos, el Alpha más alto dilató en demasía la entrada del mas bajo, tanto que hasta llegaba a expulsar el mismo lubricante que le había puesto y que ahora con los movimientos salía escurriendo de ahí.

Además de que el condón que Tucker traía puesto, lo hacía moverse aún más profundo y rápido, como si fuera algo liso y caliente lo que lo aprestaba.

Lamió la herida del brazo izquierdo de Tweek, quien perdido en el placer y éxtasis hizo lo mismo con el brazo derecho de Craig.

Ambos disfrutaban de estar desnudos y de tener su mente nublada por el mismo placer.

-Tweek... -un gruñido proveniente desde lo más profundo de su pecho salió, pero eso en lugar de molestar al rubio, solo lo éxito más y lo alentó a seguir mordiendo las orejas del otro además de mover sus caderas en un vaivén que ambos disfrutaban.

Aún no querían terminar, pero el orgasmo lo habían prolongado por mucho tiempo, así que al ir más rápido en las embestidas ambos se corrieron abundantes.

Craig salió del interior del rubio reviviendo un gruñido en protesta, eso solo hizo que se besaran mientras disfrutaban de las réplicas del orgasmo.

Se devoraban en el beso.

Sus pieles ya tenían dueño.

No importaba lo que dijeran, ellos se deseaban tanto que harían hasta lo imposible por estar juntos aún si eso era como mal visto por ser ambos Alphas.

Así siguió la tarde y parte de la noche, entre besos, caricias y orgasmos.

Al día siguiente se levantarían con un dolor de cabeza como la peor resaca de todas pero eso no les importaba en ese momento.

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Los rayos de luz lastimaron su vista mientras seguía con los ojos cerrados.

Soltó un gruñido por lo bajo, le molestaba que lo despertarán tan temprano. Aunque ya era más de medio día.

Ambos estaban acostados en la cama de Tweek, estaban hechos un desastre.

Craig despertó desorientado como si ese fuera su casa y habitación así que se levantó de la cama para cerrar bien las cortinas y volver a dormir en la cama.

Cuando consiguió acomodarse, sintió los brazos de alguien más a su lado, de pronto el pánico se apoderó de su cuerpo.

¿Quién era esa persona y por qué lo abrazaba? ¿Qué hizo el día anterior? ¿Dónde se encontraba realmente? ¿Qué día era? No eso no era lo importante, ¿Que hora era y por qué estaba desnudo?

Parpadeo un par de veces, antes de girarse a su derecha y encontrar el rostro sereno de un rubio muy hermoso, de cabellera despeinada y con varias mordidas en su cuerpo, pero la que más resalta a era la del brazo izquierdo.

Estaba tratando de recordar lo que hacía ahí el chico, y que había pasado ayer.

Su lobo permanecía dormido aún, pero tampoco era como si le fuera a responder en algún momento incluso diría que hasta tardaría unas horas.

Hizo una mueca de dolor, llevo sus manos a su cabeza tratando de que el dolor se detuviera, los pequeños fragmentos de los recuerdos del día anterior volvieron como una gran ola.

Lo único que pudo ver bien en su memoria, fue que fue a entregarle su termo a otro Alpha y que esté le había pedido pasar a su casa, fuera de eso no recordaba nada más.

-Estúpido lobo... -se quejo en un susurro.

Odiaba cuando su animal interior tomaba el control por completo de su cuerpo y lo hacía perder la conciencia.

Frustrado, volvió su vista al rubio. Acarició su cabello y mejillas. Era realmente hermoso, muy lindo como para que sea un Alpha.

Mientras Craig se debatía internamente por recordar lo sucedido horas antes, Tweek despertó extrañamente tranquilo, sin necesidad de beber café.

Para Tweak le era raro sentirse así de cómodo, tranquilo y relajado.

Abrió los ojos encontrándose con un chico un poco más alto que él y un poco más músculo también.

Este permanecía con el entrecejo fruncido como si estuviera molesto, pero su aroma no lo delataba así que lo dejo pasar y admiro al otro.

No sabía que hacía en su cama pero no desperdiciaría lo que estaba viendo, porque sí que estaba disfrutando de la vista.

Mordió su labio inferior, imaginando las mil y un cosas que podría hacer con ese cuerpo delgado y musculoso además de tonificado y bronceado.

Tweek aún creía que estaba dormido así que se permitió disfrutar de aquel hombre a su lado.

Era tan jodidamente sexy que lo hacía sentir excitado con solo su presencia.

Ambos deberían conocerse mejor para saber que había sucedido.

De todos modos no negarían que aquella noche fue la mejor experiencia de todas y la única que compartirían entre ellos.

Nadie dictaría lo que debían ser o hacer, ellos mismos crearían sus propias opciones y una de ellas era estar juntos el resto de sus vidas.

Tweek y Craig (One shorts Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora