Tweek y Craig (One shorts Omegaverse)

¿Infierno?

Quinta parte.

[…]

—¿Alpha?

La voz del Omega lo estaba obligando a despertar, la luz le lastimaba la vista, su garganta la sentía seca y con un ligero ardor, como si hubiese estado gritando mucho tiempo.

—¿Que... ? —el rubio beso las mejillas del azabache a su lado.

Craig aún se sentía desorientado pero el aroma a canela, flores de gardenias y fresas inundó sus sentidos. Incluso había un aroma más mezclado en eso, era fuerte y muy varonil. Era una mezcla de madera, azufre y humedad.

—Tenemos que hablar. Debo aclarar todas tus dudas, solo así no estarás confundido. —dijo en un suave suspiro el Omega, acurrucandose más sobre el pecho del azabache.

—¿Quién eres y porqué tengo está extraña sensación de querer estar contigo todo el tiempo? —inició sin mirarlo, acariciando suavemente el cabello rubio alborotado, tratando de calmarse. Tantas preguntas querían salir de su boca, estaba confundido y aunque solo dijo unas cuantas de sus dudas, Craig sabía que debía esperar una respuesta a cada una de estas preguntas y después seguir haciendo más.

—Soy Tweek Tweak un demonio, uno de los que tanto querías conocer. No sabía que un pastor podía ser tan curioso respecto a los de mi especie, pero te encontré a ti. —respondió ronroneando ante las caricias en su cabeza— Estamos enlazados, llevo tu marca y ahora somos uno. Lo que tú sientes lo siento yo, y lo que yo sienta lo sentirás tú, es lo más simple que debes de saber respecto a nosotros. Por cierto, no vuelvas a alejarte así de mi, ¿Acaso querías morir? —agregó acariciando con su mano derecha el pecho del azabache quien lo abrazo más fuerte ante el cosquilleo que sintió.

—¿Mi marca? ¿Soy un mounstro o un demo... ? —una risa suave y cantarina lo irrumpió.

—Ninguna de las dos. Eres un Alpha ahora, uno de los mejores y eres mío, solo mío. —contestó mordiendo la mandíbula del azabache haciéndolo sonrojar y gruñir levemente— Así que ten cuidado con quien andes, yo siempre te estaré viendo.

—¿Estoy muerto o es un sueño?

—Ni muerto ni es un sueño. Esto es más real de lo que puede parecer, eso sí, cuando tú decidas puedo hacer que mueras de manera indolora, no sufrirás. —dijo riendo ante la mueca de disgusto del azabache— No, es una broma. Nunca he mataría, eres mío, mi pareja, mi Alpha. No dejaré que nadie te ponga un dedo encima, nadie excepto yo claro esta.

— ¿Eres real o solo es una alucinación?

—¿Esto te parece una alucinación? Soy más real que cualquier fantasía que hayas tenido. Es más, soy mejor que esas fantasías. Soy de carne y hueso, un demonio real. —respondió dejando una lamida en el cuello del Alpha.

—¿Por qué puedo percibir el aroma de otros cuando antes no podía?

—Ya te lo dije. Ahora eres un Alpha, mi Alpha. —dijo besando castamente los labios de Craig— Cuando te encontré, eras un simple Beta, pero muy joven dotado. Me sorprendió el que no nacieras siendo Alpha por tu actitud y personalidad. Te volví un Alpha porque yo quiero tener decencia, así que como un Beta no puede preñar a un Omega, decidí utilizar una de mis tantas habilidades para convertirte en un Alpha. Ahora puedes tener esa voz de mando que caracteriza a los de tu casta, los colmillos para marcarme a mi que soy tú pareja, sufrirás cada seis meses con tu celo o rut, solo me buscarás a mí para aliviar tus necesidades porque eres mío y me mordiste, así que ya soy tuyo. —explicó despreocupado y firme oliendo el pecho del azabache.