Labial.

2K 140 25
                                    

Segunda parte.

[…]

Habían estado besandose durante un largo rato. Pasaban de pequeños besos húmedos a besos que subían de tono, era como si Tweek intentará devorar el boca de su Alpha.

No sabían en qué momento habían pasado de estar: Craig sentado al borde de la cama con el rubio entre sus piernas; a tenerlo prácticamente encima de él, sobre su maldita erección que pedía a gritos ser atendida.

Al separar por milésima vez, suspiraron gustosos. Estaban rojos y jadeantes, las pupilas de ambos estaban dilatadas, sus aromas cambiaron a uno más seductor, tratando de hacerle entender al otro que es lo que deseaban en ese momento además de los besos.

Craig miraba como el labial que traía puesto su Omega estaba corrido hasta su menton, además de observar los labios del rubio notando lo rojos e hinchados que se encontraban. Ese labial no le haría justicia al tono que ahora mantenían los labios del rubio.

Tweek, pensaba en como iniciar con lo que más deseaba: hacer el amor con su pareja. Eso era demasiada presión para él, no sabía que hacer ni como empezar o como seguir.

El Omega sin darse cuenta había comenzado a temblar de los nervios, así como cerrar fuertemente sus ojos, evitando la mirada de su pareja.

—Amor... —ese susurro lo hizo abrir los ojos mientras sentía la cálida mano derecha del azabache en su mejilla izquierda— tranquilo, no haré nada que tú no quieras. —acunó el rostro del Omega y beso castamente sus labios.

Tweek lo sabía, sabía que Craig nunca le haría nada a la fuerza y siempre le pediría el consentimiento de todo, incluso lo hacía cuando le tomaba la mano y entrelazaban sus dedos.

—Craig... —murmuró casi gimiendo.

Ambos de miraron antes de volver a besarse con fervor y ardiente amor.

Las manos de Tweek temblaban, pero aún así tocaba al azabache por sobre la ropa, quería sentir su piel, deseaba tener y ver todo.

—Cariño —le llamó el Alpha al sentir como el rubio mordía suavemente su labio inferior, jalando un poco de este.

—Craig, yo quiero... —jadeo al sentir la mano derecha del azabache meterse en su ropa, para palpar su entrada.

De sentía muy bien, sintió su corazón desbocado cómo si fuera una bomba haciendo ruido hasta sus oídos.

Se apego más al Alpha, frotando sus penes por sobre la ropa.

Tucker sabía lo que quería Tweak, pero no se lo daría hasta que él lo pidiera por sí mismo.

—Pídelo. —habló con su voz ronca.

No dejo de presionar aquel lugar que solo expulsaba lubricante, el cual ya mojaba sus dedos.

Tweek suspiraba para tratar de concentrarse en lo que diría, pero los frenos de su pareja no lo dejaban pensar con claridad.

—Quiero... —se trago un gemido— Yo qui-quiero... hacerlo contigo —soltó jadeando— yo te... Ne-necesito... —rogó para después suspirar al sentir los dedos largos de su pareja entrar atravez del aro de músculos.

.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.

—¡Craig!... Ah, Jesús —no podía evitar gritar.

Su Alpha había entrado en él de una sola estocada y se sentía tan lleno.

Sus manos fueron tomadas por las del más alto y sus dedos fueron entrelazados con amor.

Abrió los ojos esperando a que su cuerpo se acostumbrara al pene de su pareja. Era largo y algo ancho, quiso hacerle una felación a Craig antes de empezar pero se negó diciéndole que primero le daría lo que tanto pedía su cuerpo.

—Esta caliente... —masculló entre dientes, recargando su frente en el pecho del rubio.

Ambos permanecieron así unos minutos más, antes de que Tucker comenzará a moverse lentamente.

—Craig, tú... ¡Ah! Ngh espera... —lo único que salía de su boca eran sonidos obscenos y el nombre de su pareja.

Era la primera vez de ambos y negarían el que nunca habían pensando en hacerlo.

Se negaban a aceptar que se deseaban aún sabiendo que han estado juntos poco más de seis años.

Nunca habían pasado de besos, abrazos ni de las pequeñas caricias candentes.

Hoy habían dado el primer paso en su relación. Estaban felices de que al menos sea así, porque morirían de tristeza al saber que su pareja destinada se dejó tomar por otro.

—Tweek, te amo. —apenas pronunció sintiendo el agarre del Omega en su cuello, y sintiendo las uñas de este enterrarse en su espalda.

—Craig, yo.. también te... te amo —se besaron como si fuera la última vez que lo harían.

Se abrazaron en todo momento hasta culminar con su orgasmo.

Se sonrieron felices, se daban pequeños besos y caricias amorosas.

Había sido la mejor experiencia de su vida.

Esperaban que así fuera para los demás pasos que debían dar en la relación.

Quien hubiera pensando que llegaron a esto por un doble labial.

.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.

Espero que les guste es algo simple. Le tomo importancia a los comentarios que me dejen. Siempre me ayudan a mejorar en lo que escribo.

Tweek y Craig (One shorts Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora