Tweek y Craig (One shorts Omegaverse)

Soulmates

—¡Craig!... Nhg yo... —no podía articular una oración por completo al sentir al azabache mordiendo y lamiendo sus pezones.

Había perdido la cuenta de todas las veces que se corrió, incluso el Alpha lo había hecho frente a él, se masturbo mientras lo veía lleno de lujuria y deseo.

Ambos apenas estaban empezando, querían conocer cada parte del cuerpo del otro así que el acto sexual aún no estaba completo.

Tweek se arqueo su espalda de manera que su pecho quedó más arriba y a total disposición de Craig quien no perdía la oportunidad de seguir mordiendo la piel blanca a su alcance.

El rubio llevo el dorso de su mano derecha a su boca para morderla, su cuerpo estaba lleno de sudor y de otros fluidos. Sus ojos lloraban por el placer recibido.

—Tweek... —jadeo ronco tomando su propio falo para mirar la estrecha entrada del Omega totalmente dilatada.

El aludido observó por unos segundos como el azabache y se dió cuenta de que no era el único en estarse reprimiendo el deseo de que el Alpha le metiera ese pedazo de carne en lo más profundo de su culo.

Con el cuerpo temblando por todo lo hecho anteriormente, cambio de posición bajo la atenta mirada del otro. Jadeo al sentirse tan expuesto ante la mirada de su pareja. Se recargo sobre sus rodillas, dejando caer su pecho en la cama, dejando así a la vista su entrada mojada.

La vista excito aún más al azabache, quien sin esperar más, se acercó a su pareja y se introdujo lentamente en él. Ambos, jadeando al mismo tiempo por estar unidos completamente, Craig trataba de no moverse para evitar lastimar a su Omega, no quería que le sucediera algo malo.

Mientras Tweek, soltaba todo el aire que no sabía que tenía retenido y gimió fuerte al sentir las manos de su Alpha acariciar todo su cuerpo sensible.

—Tweek... Me estas volviendo loco —susurro en su oído derecho, su voz ronca y profunda  hicieron que el rubio temblará.

Craig estaba descubriendo los puntos más eróticos de su Omega, eso le enorgullecía en sobre manera, no podía imaginar que alguien más le hiciera lo mismo, de solo pensarlo su Alpha rugía de rabia y desplegaba un poco de su aroma para marcar el cuerpo bajo él.

—Craig... —eso lo saco de su trance— Ah, yo estoy... Listo —artículo de manera pausada— Muévete ...

Con cuidado de no herir a su pareja, coloco sus manos en la cadera de este y la acaricio mientras se movía lentamente, como una suave caricia. Su pene salía casi por completo dejando la punta dentro y después se empujaba suavemente.

Noto como la espalda del rubio se tensó, al mismo tiempo que arqueaba la espalda. Tucker gruñía satisfecho, al fin podía complacer a su pareja. Los movimientos aumentaban de velocidad poco a poco, haciendo que el pene del Alpha tocará la próstata del otro.

El azabache se deleitó amasando y acariciando los glúteos de su pareja, eran tan firmes y de un tamaño adecuado que enseguida supo que estos atributos los condenaban.

—¡Ah!... ¡Craig ahí!... —esto hizo que al nombrado le empezará a dar más fuerte y rudo.

Escuchar su nombre saliendo de la boca del rubio de esa forma aumentaba su líbido además de hacerle perder el control de su cuerpo para comenzar a darle como cajón que no cierra. Las penetraciones eran rápidas y a la par eran lentas terminando en un choque suave y sensual que estaba sacando de sus casillas al rubio.

Ambos deseaban terminar, habían prolongado mucho este momento, así que Craig salió del interior del rubio para voltearlo y volver a embestir. Quería ver el rostro perdido de su Omega, ansiaba poder grabar a fuego todas las expresiones en su mente.