Tsum-Tsum

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—No puedo creer que él sea mi compañero —miró sorprendido al pequeño Tsum-Tsum en su cama.

Parecía que tenía miedo de todo, temblaba por todo, su color de piel blanca le hizo saber que parecía porcelana, cabello rubio y desordenado, soltaba pequeños quejidos y gritaba muy bajito y lo único que parecía calmarlo era el café.

Craig suspiro preocupado, no entendía porque su pareja debería ser un aficionado a esa bebida que solo hacia daño en el sistema para no dejarlo dormir.

—Idiota, mamá dice que bajes ahora o ella ... —las palabras se quedaron en su garganta al notar al pequeño rubio en cama de su hermano.

Tricia ahora entendía porque su hermano mayor escondía celosamente a su pequeño Tsum-Tsum. Era parecido al hijo único de los Tweak, pero supuso que debía ser una mera coincidencia.

—¿Cuántas veces tengo que decirte que no entres a mi habitación sin avisar? —bufó molesto.

Tomó al pequeño rubio en sus manos y lo escondió dentro de su sudadera azul, la criatura quedaba acostada en su hombro derecho, cerca de su cuello.

Saco a su hermana de su lugar privado y bajo con ella las escaleras para ir al comedor.

Su madre solo los miro molesta, habían tardado mucho en bajar.

—¿Qué tanto hacían qje no bajaban?

Tricia miro a Craig y luego a su mamá. No debía decirle nada, ella nunca se metía en los asuntos de su hermano así que solo respondió:

—Estaba jugando con stripe, y Craig estaba en el baño—una simple mentirilla blanca no le hacía daño a nadie¿O si?

—Bien, pero ya les he dicho que cuando los llamé a cenar tiene que estar aquí o no habrá postre. —sentenció.

Craig mostró su dedo medio al igual que Tricia, entonces su madre se los regreso con ambas manos.

Sin decir más, se dedicaron a cenar. El azabache no quería que nadie supiera sobre su secreto, ya después le daría un soborno a su hermana para que no dijera nada.

Al menos esa noche no podría dormir en paz.

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—¡Ahh! ... ¡Es mucha presión! ...

Se encontraba demasiado alterado como para prestarle atención a su pequeño Tsum-Tsum azabache.

El rubio no sabía si su pareja era Alpha, Beta u Omega. Mentiría si dijera que no tenía miedo de lo que fuera e incluso se volvió presa fácil del pánico.

Trato de calmarse, el Tsum-Tsum solo lo miraba esperando algo, pero Tweek no sabía que darle además del café wue obvio rechazo ¿Cómo alguien podría despreciar tan magnífico líquido amargo?

Suspiró por décima vez en esos cinco minutos. Le dió galletas e incluso magdalenas y al parecer estás últimas eran las favoritas del pequeño azabache.

Sus padres no les importaba lo que hiciera en su habitación, bueno al menos su madre le preguntaba sobre su pequeño Tsum-Tsum y que si se encontraba bien ñ, además de que si sabía que casta era.

—Al parecer es un Beta. No te preocupes hijo, cuando es tu “mate” o tú otra mitad, no importa que casta sea, siempre y cuando te haga feliz es ahí donde debes estar. —le dijo la mujer castaña.

Ella sabía bien lo que era sentirse bajo presión, ella siendo Omega lo entendía perfectamente, pero con su hijo no sabían aún que casta sería.

Deberían esperar hasta los 16 años para poder saberlo.

—Mamá... —ella lo miro— ¿Crees que yo seré un Omega como tú? —aun era pequeño para preguntar eso, pero al parecer no lo era a los ojos de su madre.

—Si eso llegará a pasar, te voy a cuidar con mi vida —beso su frente abrazándolo, arrullando a su cachorro— pero no importa que seas, lo que quiero es que seas feliz y lleves una vida normal como si no pasará nada. —acarició su cabello rubio desordenado.

Apenas eran unos niños de siete años. No sabían su casta, no sabían nada del verdadero mundo que los rodea.

Los padres de ambos niños, temían que algo malo les pasará. Ser Omega era mal visto al igual que un Beta, pero nadie puede manejar el destino a su modo.

El camino ya está forjado y está escrito que así debe ser como inicien está etapa de sus vidas.

Cuidado y conociendo a sus pequeños Tsum-Tsum, quienes los guiarán a su otra mitad en la vida.

Tweek y Craig (One shorts Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora