Tweek y Craig (One shorts Omegaverse)

El cumpleaños de Tweek.

No es Omegaverse.

Feliz cumpleaños al Sol tanto de Craig como de nosostros/as, así es hablo de: ¡Tweek!☀️
Pequeño One short por el día de este bello ser.

[…]

Tweek Tweak ya era un joven adulto, estaba cumpliendo 22 años ya, y estaba emocionado porque hoy era su cumpleaños. Tweek era un chico nervioso por naturaleza, pero tenía a su novio, Craig Tucker, quien siempre lo apoyaba y lo ayudaba a mantener la calma.

Tweek y Craig decidieron celebrar el cumpleaños de Tweek con una fiesta íntima en su casa, invitando a sus amigos más cercanos: Clyde, Token y Jimmy. También invitaron a los padres de Craig (Thomas y Laura), quienes eran muy amables y siempre trataban a Tweek como uno más de la familia. Aunque Tricia no pudo acompañarlos porque ya tenía un compromiso con sus amigas.

La fiesta comenzó con risas y conversaciones animadas. Clyde, el bromista del grupo, hizo reír a todos con sus ocurrencias, mientras que Token, el más tranquilo, compartía historias interesantes. Jimmy, el amigo leal, se aseguraba de que todos estuvieran cómodos y disfrutando de la velada.

Entre los regalos que Tweek recibió, hubo uno especial de Craig: un libro de arte que Tweek había estado deseando durante mucho tiempo. Tweek se emocionó mucho y abrazó a Craig con gratitud.

—Eres el mejor novio del mundo. —le susurró al oído.

La noche continuó con juegos de mesa y música alegre. Los padres de Craig se unieron a la diversión y compartieron historias de cuando Craig era niño, lo que hizo reír a todos, menos a Craig. La casa estaba llena de risas y alegría.

Llegó el momento de cortar el pastel, y todos cantaron emocionados mientras Tweek soplaba las velas. Craig le dio un beso en la mejilla y le susurró al oído:

—Te amo, feliz cumpleaños.

La fiesta continuó hasta altas horas de la noche, con bailes improvisados y más risas. Tweek se sentía amado y apreciado por todos sus amigos y seres queridos. Era un cumpleaños que nunca olvidaría.

Al final de la noche, cuando todos se despidieron, Tweek se acurrucó en los brazos de Craig en la cama que compartían y le agradeció por hacer de su cumpleaños un día tan especial. Craig le sonrió y le dijo:

—Siempre estaré aquí para ti, Tweek. Eres mi mundo.

Con esa promesa de amor y apoyo, Tweek intentó dormir con una sonrisa en su rostro. Aunque no lo logro del todo ya que Craig no dejaba de apapacharlo, de besarle el rostro y de acariciarle la espalda baja.

—Craig, ¡Ahh! —jadeo al sentir algo adentrándose en su ropa.

Sabía lo que su novio quería darle, pero no creyó que fuera tan tarde.

—Quiero que disfrutes de tu regalo de cumpleaños cariño. —susurró en su oído lamiendo su oreja y mordiendola en el proceso— Yo haré todo el trabajo, no tienes porque esforzarte.

Tweek se cubrió la boca con ambas manos antes de dejar salir un gemido que parecía más un grito, lleno de placer. Las manos del azabache se movían lentamente por su cuerpo acariciando todo a su paso.

El tacto era tierno y suave, solo queriendo sentir su calor. Tucker sonrió besando el pecho de su pareja sobre la camisa de su pijama, viendo su pecho subir y bajar por la respiración agitada.

—Dejame oírte. —pidió en un suspiro al sentir la dureza del pene del rubio contra su vientre bajo.

Tweek se destapó la boca gimiendo al sentir la lengua del azabache sobre su abdomen, bajando hacia su vientre, llegando al resorte de su short y bajarlo con los dientes, dejando a la vista el pene necesitado del rubio. Craig adoraba cuando Tweek no usaba ropa interior cuando duermen juntos, le facilita algunas cosas.