Soy tú Alpha

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Segunda y última parte

[…]

Llegó en pocos minutos, y entró al edificio. Tweek preguntó por Craig, para asegurarse de que David le había dicho bien el número de la habitación. Subió al tercer piso, y buscó la habitación 312. La encontró al final del pasillo, y tocó la puerta. Esperó unos segundos, y escuchó la voz de Craig.

Llamó a la puerta, pero nadie respondió. Insistió varias veces, hasta que oyó la voz quebrada de Craig, de su Omega, que le preguntó quién era.

—Soy yo, Tweek —dijo Tweek, con voz temblorosa—. Por favor, Craig, amor ábreme. Tenemos que hablar.

El Omega reconoció la voz de su pareja y sintió una mezcla de alegría y miedo. No sabía si Tweek había venido a reconciliarse o a terminar con él definitivamente. Dudó un momento, pero finalmente abrió la puerta.

El Alpha entró y vio a Craig, con los ojos rojos e hinchados de tanto llorar. Se le partió el corazón y se lanzó a abrazarlo.

—Craig, lo siento, lo siento mucho —repitió Tweek, entre sollozos—. Fui un tonto, no debí dejarte. Te amo, Craig, te amo más que a nada. Por favor, perdóname.

Craig se quedó sin palabras y solo pudo corresponder al abrazo de Tweek. Sintió que su corazón se llenaba de esperanza y de amor. Le besó la cabeza y le susurró al oído.

—Tweek, no tienes que pedir perdón. Yo también te amo, eres lo mejor que me ha pasado. No te voy a dejar nunca. Alpha idiota.

Se miraron a los ojos y se besaron con pasión. Se olvidaron de todo lo demás y solo se concentraron en el otro. Se desnudaron e hicieron el amor, sellando su unión como pareja. Se dijeron mil veces que se amaban y que eran el uno para el otro.

Fue así como terminaron acostados y abrazados en la cama del hotel, con una sola sábana cubriendo sus cuerpos desnudos.

—Joder Tweek, ¿Cuántas veces me...? ¡Ah! —jadeó Craig en un reclamo hacia el rubio, que ahora se encontraba limpiando la herida en el cuello del Omega.

—Solo fueron un par de veces. —respondió besando la marca, mirándola con orgullo— Además, no te oí quejándose.

Craig se sonrojo ante las palabras del Alpha que le daba mimos. Es más, hasta se acercaba más a él para recibir más besos y caricias.

—Eres un idiota —bufó—, pero eres mi idiota.

Tweek sonrió con alegría y lleno de orgullo al sentirse pleno escuchando a Craig ser al ser de posesivo, aunque sea un poquito.

—Yo no me salve de tus mordidas, amor. También parece que me marcaste.

El Omega sonrió con orgullo, acariciando los chupetones en el cuello de su Alpha, así como sus hombros.

—Así como yo soy tuyo. Eres mío, tengo derecho a reclamar lo que es mío. —sentenció cruzando miradas con el rubio.

Ambos sonrieron antes de besarse y comenzar a acomodarse para dormir, al poco tiempo se quedaron dormidos en los brazos del otro, soñando con su futuro juntos.

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Es muy corto lo sé, pero es que ya se me antojaba escribir algo lindo y sin tanto sex de promedio. Creo que en eso, me volví muy predecible.

Espero que les haya gustado si es así déjenme saberlo en los comentarios.

Tweek y Craig (One shorts Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora