Tweek y Craig (One shorts Omegaverse)

Soulmates: Extra 11

—Oh vamos Tweek. Sabes perfectamente que no podré controlarme, no puedo hacerlo cuando se trata de ti. —suspiró el azbache una vez más, está era como la décima vez en la que el Omega no dejaba de llorar pidiéndole que al menos bebiera un poco de su leche de sus pechos, le incomodaba cuando estaban llenos y más cuando se excitaba con el aroma del Alpha.

Su cuerpo sensible debido al embarazo, lo hacían tener erecciones con cada roce de la ropa con su piel sensible y el aroma de Craig no le ayudaba en nada.

—Por favor Craig... duele —se quejó dejando su pecho al descubierto, de sus pezones comenzaba a salir leche, y valla que a Tucker le encantaba beber ese dulce líquido pero ya se les estaba haciendo tarde para la gala.

—Bien, pero cuando volvamos a casa quiero que te calmes, mañana iré a buscar un extractor de leche para que no te sientas menos incómodo. —dijo acercándose al rubio, comenzando a succionar su pectoral izquierdo, mientras metía su mano al pantalón del Omega y comenzaba a masturbarlo.

—¡Ah, Craig! —gimió abrazando la cabeza del Alpha para mantenerlo sobre su pecho.

Cuando Craig sintió que el lado izquierdo ya estaba menos hinchado, siguió con el derecho hasta sacarle toda la leche. Seguía masturbando al Omega, aún después de que se corriera.

—Sabes tan delicioso. —halagó el Alpha al separarse del rubio quien estaba sonrojado y jadeando por la actividad hecha.

—Craig, tú... —pronunció al notar el bulto en el pantalón del azabache.

—Eso no importa cariño, ¿Ya te sientes mejor? —preguntó recibiendo un asentimiento con la cabeza— además no es nada que no se pueda arreglar con un baño de agua fría.

Tweek miro a su pareja entrar al baño para luego escuchar la regadera encendida. Estaba triste y molesto por no poder haber ayudado a Craig a aliviarse, sabía que su Alpha estaba haciendo todo lo posible por controlarse con él pero es que entre más atención y caricias recibía de Tucker, más quería y más necesitaba, se sentía egoísta pero es que solo quería a su pareja para el.

Unos minutos más tarde, Craig había salido de la ducha, ya vestido secando y acomodando su cabello. El Omega ya estaba vestido también, usaba un adorable traje color gris con una corbata verte olivo casi a juego con los ojos de su pareja, al menos agradecía que el traje le quedará una talla ma grande para que no se notará su pancita, y lo bueno es que no se notaba que la ropa le quedaba grande.

Craig tenía un traje color negro con una corbata azul cielo, casi del mismo color que los ojos de Tweek. Estaba algo peinado, aunque se veía mejor con el cabello suelto y sin peinar, el Omega lo sentó en la orilla de la cama para acomodar su cabello, tan negro como la noche misma.

—Que Omega tan más hermoso. —halagó Craig besando el dorso de la mano del rubio— Si yo fuera su Alpha me darían celos de compartir a tan lindo y adorable ser.

—Señor Tucker, ¿Que cosas dice? Tengo novio, y es muy celoso no le recomiendo que me coquetee o nos podrá ver. —Tweek le siguió el juego.

Ambos se abrazaron antes de darse un beso suave, lento, una caricia que solo buscaba sentir la textura de los labios contrarios.

—Te amo Tweek, eres lo mejor que me ha pasado en esta vida.

—Mi tigre, eres el amor de mi vida y ahora vamos a tener un hijo, Jesús, estoy muy  feliz de que pueda formar una familia contigo, mi alma gemela, mi otra mitad. —dijo dejando salir un par de lágrimas— Agradezco a Buda de haberte encontrado.

—Ess era mi frase. —los dos rieron dándose besos de esquimal, frotando sus narices entre si mientras se aferraban en el abrazo— Soy yo quien debe agradecer por al fin encontrarte, pase mucho tiempo buscándote que había perdido la esperanza, pero llegaste inesperadamente y ahora miranos, estamos juntos sin importar nada, seguimos juntos sin después de que me confesaste tu gran temor hacia los Alphas, seguimos aquí luego de haber ido a ver a tus padres y que te quisieran vender como esclavo. Seguimos aquí juntos, luchando por nosotros, por nuestro hijo, por nuestro futuro. —confesó limpiando el rostro lloroso del Omega— Te amo mucho, demasiado, a ti a nuestro hijo, los amo. Ustedes son mi vida.