Soulmates: Extra 9

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Volví a publicar esta historia para poder acomodarla con el seguimiento que debe tener.
Publicado el 22 mayo 2023.

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—Oh vamos Clyde, sal de ahí ahora mismo.

Craig estaba harto, cansado y frustrado de no poder tener tiempo a solas con Tweek, desde que el Omega castaño se enteró de su embarazo, no había querido salir de la habitación de invitados, la cual Tweek le prestó por un día en lo que Token lo buscaba, pero ya llevaba casi tres meses viviendo con ellos y tango el Alpha como el Omega dueños del lugar ya estaban cansados de todo el maldito drama del castaño.

—Craig...

Tweek estaba necesitado de las caricias de su pareja, no podían pasar de los besos, incluso a veces ni siquiera podían besarse o  abrazarse porque Clyde salía a regañarlos de que él debía ser la prioridad de la pareja, solo por estar en cinta.

La pareja hizo de todo para ayudar a Token para que se llevará a Donovan, pero no funcionó en cambio mando a llamar una camioneta de mudanza solo para que le llevarán la ropa de Token y la suya. Token había querido sacar de su nido a Clyde pero este se alteraba y se ponía de mal humor encerrandose en la habitación que por el momento él había adoptado como suya y dejaba de comer solo un par de horas.

—Chicos lo siento, en verdad. —se disculpo el Alpha Afroamericano por milésima vez.

Los tres suspiraron candados. A Craig y Tweek se les marcaban una enormes y terribles ojeras debajo de sus ojos, aquellos que habían perdido el brillo de la calidez que siempre mostraban pero que ya no tenían por culpa del cansancio que les provocaba Clyde. El Omega castaño siempre los despertaba a altas horas de la noche por sus antojos, o en algunas ocasiones no los dejaba dormir, los mantenía despiertos queriendo toda la atención que pudiera, pedía comida extravagante que tanto Tweek como Craig aprendieron a preparar, porque claro, no sabían y si no querían a un Clyde todo dramático y sensible era mejor cumple con sus caprichos aunque eso les costará su descanso y su propia salud.

—Toma Craig —Black le dió dos juegos de llaves al azabache, quien lo miro confundido— esto lo explicará todo —agregó dándole una hoja de papel doblaba a la mitad— recuerda cuando jugábamos, armábamos figuras de papel. —el moreno hizo un además con las manos, algo que Craig entendió a la perfección.

»Vete con Tweek« fue lo que les dijo con lenguaje de señas el moreno. Craig asintió, abrazando a Token en agradecimiento sin decir nada más, sabía de sobra que si decía algo, Clyde podría escucharlos y armaría una rabieta de esas que solo el Omega era capaz de hacer.

Tweek estaba confundido, pero cuando vio la despedida de los Alphas, tuvo una ligera idea de lo que sucedía. Pronto sintió los brazos de su pareja alrededor de su cuerpo, lo estaba abrazando. Ambos suspiraron aliviados, al fin después de tanto tiempo podrían descansar y más Tweek que en el último mes había dejado de hacer cosas pesadas pero aún así no tener los mimos de Craig lo cansaban, al igual que verlo sufrir de cansancio.

—¿A dónde vamos? —murmuró el rubio saliendo de su casa.

—Primero entremos al auto y ya después leeremos la nota de Token —le respondió de la misma forma.

Ambos subieron al auto que estaba aparcado a una calle de la casa que ahora se quedaría en manos de Token. El Alpha millonario les había dado las llaves de un auto deportivo BMW color negro, con los vidrios polarizados, el auto parecía ser a prueba de balas, aunque en realidad no lo era.

Al ya estar dentro del auto, Craig desdobló la hoja y leyó en voz alta:

“Chicos, deben irse, les agradezco el gran aguante que tuvieron con Clyde, pero es momento de que lo enfrente yo solo. No permitiré que él los tenga como esclavos, yo soy su Alpha y debe pedirme todo a mi, no a ustedes.
Él los a estado tratando muy mal, supongo que el embarazo no le sento bien.
Tweek, Craig el auto es un regalo de mi parte para ustedes, por todo lo que han soportado, tiene el tanque lleno, el coche tiene marcado en el GPS la dirección de su nuevo hogar, yo me encargaré del resto eso incluyendo tu cafetería-restaurante Tweek.
Es un lugar hermoso que me cuyo trabajo encontar, seguro les encantará, tiene una vista magnífica.
Cuidense mucho, es mejor que Clyde no sepa dónde están o será capaz de encontrarlos para que lo mimen. Sé que eso fue lo peor que pudieron pasar pero al menos ya no estarán preocupados de nadie más que no sean ustedes, por cierto, en la guantera del carro, hay tres tarjetas de crédito, también son de regalo, compren lo que necesiten con ellas.
Tweek, cuando nazca tu hijo avísenme, yo les mandaré lo que necesiten
Espero que todo lo que les doy les dure para algunos meses.
Espero volverá verlos chicos, quiero que recuperen el tiempo que perdieron descuidando se, en darse todo el amor que se tienen, de nuevo cuidense.

-Con aprecio Token Black.

PD: sus pertenencias ya están en la ubicación a la que irán, no se preocupen por nada, yo me hice cargo de todo.

La pareja miro las cosas en el auto, sonrieron aliviados y Craig emprendió camino a su nuevo destino.

—Al fin podré dormir sin que me estén gritando —dijo Craig viendo de reojo a Tweek.

—Y yo descansaré, de hacer platillos complicados para Clyde.

Ambos se sentían más libres y felices que nunca.

—Por cierto, ¿Qué se te antoja de comer? —le pregunto el azabache al rubio.

Tweek se sonrojo avergonzado, su lobo se retorcía en su interior por las caricias de su Alpha. Tenía hambre sí, pero eso estaba en segundo plano porque quería los besos de Craig recorrer su cuerpo.

—No podemos... hacer nada... por el momento... —comentó aún avergonzado tartamudeado en el proceso, sus tics habían vuelto y lo hacían ver adorable a los ojos de Tucker.

—Tranquilo babe, pronto podremos comer algo, lo que tú quieras y descansaremos hasta que estemos cansados, dormiremos hasta tener los ojos hinchados de tango dormir. —calmó a su pareja.

Habían parado en su semáforo en rojo y Craig aprovecho para besar a Tweek además de colocar su mano en vientre aún plano de su pareja. Al separarse juntaron sus frentes dándose besos de esquimal, frotando sus narices.

—Te amo Craig Tucker, el Alpha más idiota de todos —le dijo el rubio haciendo reír a su pareja.

—Y yo te amo a tí Tweek Tweak, el Omega más perfecto de todo el universo —correspondió besando el dorso de la mano del rubio.

El semáforo cambio a verde y Craig siguio el camino trazado en el GPS. Tendrían que comenzar de nuevo en otro lugar, al menos podrían descansar de los reclamos y berrinches de Clyde. Es su amigo y todo, pero ya había avisado bastante de la generosidad que Tweek y Craig le habían brindado.

—Se me antoja un poco de comida mexicana —suspiró Tweek antes de quedarse profundamente dormido en el asiento del copiloto.

Craig lo miro por el rabillo del ojo, debía cambiarlo al asiento de atrás para que esté más cómodo, pero lo haría en la próxima estación de servicio.

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¡Actualización nueva!
Espero que les haya gustado si es así déjenme saberlo en los comentarios.

Lamento hacer de Clyde un “villano” o “el malo” de la historia, es solo que pensé que como Clyde es tan sentimental, el embarazo no le caería bien, es decir, que se volvería más sensible de lo que ya era, y como estaba molesto con Token agarro como sus pilares y esclavos a Tweek y Craig.

Supongo que es bueno separar a etas dos parejas porque les tengo planeado algunas cosas que impliquen el embarazo de Clyde y Tweek.

En fin nos vemos en el siguiente capítulo.

Tweek y Craig (One shorts Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora