Tweek y Craig (One shorts Omegaverse)

Soulmates

—Clyde...

—¿Qué tiene?

—Él y Tolkien... ¿Están enlazados? —por fin soltó lo que tanto le molestaba.

Craig miro las expresiones del rubio y se dió cuenta que tenía curiosidad por la manera en la que estos discutieron hace un par de semanas.

Ambos seguían conociéndose más, sabiendo más del otro aunque ya sintieran esa conexión de conocerse desde hace años.

—La verdad es que Tolkien Black conoció a su pareja antes de que ella falleciera, a él le duro una semana su RUT —suspiro, no quería que Tweek se asustara— Clyde y yo éramos los únicos a los que pedía ver. Eso hacíamos y le llevábamos comida, para que no muriera... Pero un día Clyde fue solo a verlo y sin saberlo su celo se presentó de repente... Ahí ambos aprovecharon la citación para hacerlo, mi mejor amigo fue marcado por un Alpha que no es su pareja —explico tratando de contener su impotencia.

Ese maldito día había ido a cerrar un contrato con alguien importante y no pudo acompañar a Clyde. Se sentía culpable de dejarlo solo.

—Pero ellos... ¿Cómo fue que se dieron cuenta de lo que pasó? —preguntó tratando de ocultar su miedo.

—Mientras ellos dormían, entre a ver si se encontraba Clyde, grande fue mi sorpresa cuando lo vi desnudo a un lado de Tolkien... —bebió de su vaso con agua— cargue a mi amigo envolviendo su cuerpo con una sábana, lo saque lo más rápido de la casa de ese Alpha —observó de reojo al Omega.

—¿Es por eso que no se llevan bien?

—Algo así —asintió.

Ambos quedaron en silencio. No querían que esto afectará nada en su vida.

—¿Por eso no me marcaste?

Eso sorprendido al azabache quien noto como el rubio se tocaba la nuca y el cuello en busca de una mordida, pero solo encontró un pequeño chupetón, uno de los tanto que aún permanecía en su cuerpo.

—Primero quiero conocerte mejor, saber que hacías y quien eras antes de conocerme. —el Omega estaba temblando.

—Tú... ¿No crees que sea tu Omega destinado? —se abrazo a si mismo para calmarse.

El Alpha negó rápidamente, se acercó hasta abrazarlo.

—No es así, yo lo siento en mi alma... Cuando estuve contigo mi Alpha no quiere a nadie más cerca que no seas tú —susurro en su oído— cuando no te veo o no puedo percibir tu aroma, siento que me arrancan algo desde lo más profundo del pecho... Me haces sentir  cálido y nunca antes me había sentido de esta forma ... Ni con nadie que intentará salir conmigo antes —declaró besando su frente sintiendo los brazos del rubio rodearlo.

—Mi Omega y yo también sentimos lo mismo... —murmuro en un suspiro, pronto la imagen de Clyde vino a su mente y sintió molestia— ¿Y que hay de Clyde? ... —el Alpha lo miro a los ojos lleno de confusión.

—¿Qué tiene que ver él?

—Es tu “mejor amigo”  —hizo comillas rodando los ojos, mientras cruzaba los brazos alejándose del azabache.

Craig no pudo evitar soltar una pequeña carcajada ante los celos del Omega. Era tan jodidamente tierno que lo celara. Estaba conociendo una faceta nueva de su pareja. Cierto aún estaban pensando en que eran, ¿Pareja de novios, de amigos?

El o.ega lo miro enojado y después de pensar bien en lo que dijo, se avergonzó tanto que enrojeció. Fue muy obvio el molestarse por nada.

—Tranquilo, sé que al ser mi único amigo Omega, crees que tuve algo con él... Pero no es así, él quiere que tú y yo estemos juntos porque a visto como nos miramos, dice que él nunca ha mirado a nadie así antes y que nunca lo hará porque está con un Alpha que no es su destinado... —suspiro por quinta vez— él solo quiere lo mejor para nosotros y eso es dejándonos ser felices, incluso si él no puede quiere qur lo hagamos por él.

Tweek avergonzado, se acercó al pecho de Craig para esconderse ahí. El más alto sonrió enamorado, soltando un pequeño ronroneo para calmar al Omega, cosa que resultó.

—Creo que no pense en como se sentía después de haberse enterado de que su mejor amigo al cual cuida como a un niño, encontró a su otra mitad... —sintió los brazos del otro rodearlo en un cálido y suave abrazo — gracias por ayudarme a entender la relación que tienen ustedes tres...

—Eres lindo cuando estás celoso —sonrió ante el pequeño golpe en su pecho— me llena de orgullo saber que no soy el único que siente celos a veces... —admitió recordando la vez que pidieron comida a domicilio y el Alpha que trajo su pedido coqueteaba descaradamente con su Omega, enfrente de su cara.

Ambos rieron felices y se miraron con amor, sus ojos brillaban ante sus pensamientos, unos más sexuales que otros pero se alguna forma eran una mirada romántica y tierna.

Se besaron bajo la luz de la luna en la sala, empezando un pequeño baile entre ellos.

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—¡Ya para! ... Joder

—Tu eres quien está gritando.

Clyde Donovan estaba molesto pero no por eso le gritaría al Alpha frente a él, aunque había estado enamorado del moreno hace tiempo atrás, decidió que para que su "pareja" estuviera bien era encontrar a su propia alma gemela y pedirle que rompa el lazo con el afroamericano.

—¡Nunca quise enlazarme contigo!

Eso sí que había sido la gota que derramó el vaso.

—Pues nadie te lo pidió, tu te aprovechaste de mi rut para hacerlo y ahora tengo que vivir condenado a estar atado a ti el resto de nuestras vidas —cruzo los brazos molesto.

Tolkien dijo algo que no debía y ahora tenía que arreglar las cosas.

—Clyde yo... —el Omega se alejó de este antes de que lo tocará.

—No. Ya estoy harto de esto, creí que funcionaría pero no fue posible. Sigues insultandome y gritándome cada que puedes —lo enfrentó— ya me cansé de todo este circo, ya no lo soporto más. Me iré, ya no me verás más. —dijo decidido.

—¿A dónde irás? ... —su mirada mostraba temor.

—Eso a tí, no te importa. No te debo ninguna explicación de dónde voy a estar o con quien —miro sus ojos y sonrió soberbio.

—Clyde yo lo...

—No tienes porque disculparte, en parte fue mi culpa por haber venido sin avisar y vivir contigo sin que lo quisieras —tomo su mochila y camino fuera de la habitación con una maleta esperándolo en la sala.

Tolkien no quería que se fuera, pero no pudo evitarlo. Él se negaba a aceptar que sentía algo por el castaño, pero al parecer lo que el Omega sentía ya se había muerto y no había vuelta atrás.

El moreno vio la habitación que era de Clyde, estaba justo a un lado de su propia habitación. Suspiro, no quiso que las cosas terminarán así. Su enojo lo cegó y dijo cosas que no debía y otras sin pensar.

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Nos vemls el próximo capítulo, con otra historia.