¿Infierno?

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Ahora que había cumplido su cometido, podía invocar a quien quisiera, después de todo el siendo un pastor no lo detendría nada.

Había pecado tanto en su vida que había perdido la cuenta e incluso su alma era más oscura que la misma noche.

Había decidido ser pastor de la iglesia de su pueblo solo para poder ver a un demonio nuevo, no como los convencionales que tanto se mostraban en los libros sagrados y la biblia.

-Si quieres el nombre de un demonio nuevo, deberías leer el libro más viejo de la biblioteca de esta iglesia -le aconsejó su mejor amigo Clyde- dicen que en él se encuentran los nombres de los demonios más poderosos y salvajes que se hayan visto y existido. -narro cómo si estuviera contando un cuento de terror.

Craig lo pensó detenidamente. Siendo un Beta, ¿qué le podría pasar? Además si buscaba al demonio que logrará convencerlo de que era el mejor de todos los entes demoníacos, se ganaría su podría alma.

-Pero ten cuidado, porque dicen que esos seres del infierno pueden tener una pareja destinada, no se sabe bien si son de este mundo o estén en otro plano terrenal ... E incluso puede que sean algunos ángeles. -con eso se fue dejando al azabache pensando.

Toda la información escencial que necesitaba se la había dicho Clyde, así que solo faltaba buscar aquel viejo libro del que tanto le temen y poder traer a este mundo a un ser demoníaco que lo cautive con más información, con experiencias o con deseos que él quiera.

Aunque ni Craig sabía bien que sucedería después, porque al ser un Beta todos lo daban por solitario puesto que nunca nació con una marca que demostrará que su otra mitad lo esperaba o estaba viva.

A Tucker le daba lo mismo tener o no una pareja destinada, poco le importaba. Nunca creyó en esas cosas que solo le eran contadas a los niños para dormirlos y que solo era un mito que estaba siendo olvidado por el resto.

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Pronto se vio en medio de la oscuridad de la iglesia, no era tan aterradora como decían. Camino a la biblioteca, busco el mueble con más polvo y más desgastado.

Lo tento con las manos para saber si era ese o no, su objetivo estaba por cumplirse.

Craig sonrió orgulloso de sí mismo, había encontrado el libro antiguo del que tanto hablaban y temían, aquél que solo podía ser usado por los siervos del caos.

"Arcana de demonios y la lengua prohibida"

Leyó en la primer página al abrir la portada. Dió vuelta a la hoja y está estaba en blanco, de hecho las cinco hojas seguidas de esa estaban en blanco. A la séptima hoja leyó:


"Lengua oscura, arcana de demonios.
Es la lengua de los demonios, hombres bestia y criaturas del Caos que tienen el poder de hablar. Los nombres de los demonios y los nombres demoníacos secretos de los paladines solo pueden pronunciarse en la lengua oscura y los sirvientes del Caos deben aprender a hablarla y escribirla para poder invocar a las entidades del caos y conversar con los demonios cuando estos aparecen."

El azabache chasqueo la lengua en signo de frustración. Esto no podía ser así, le dijeron que este libro contenía el antiguo idioma latín, que en ese idioma hablaban los entes demoníacos, espíritus y ángeles.

Suspiro para mantener la postura, no podía molestarse por algo tan trivial cómo lo era aprender un nuevo idioma.

-No por nada estoy aquí -se dijo a sí mismo.

Era verdad que cuando quiso ser pastor tuvo que aprender todo lo que enseñaban, incluso memorizar todo no era un problema porque siempre lo hacía para aprender más rápido y después lo ponía en práctica.

Volvió a dejar el libro en su lugar, tardaría un par de días en saber más sobre esa lengua oscura.

Él no era un sirviente del caos, tampoco creía en Dios, era algo así como un intermedio.

Podía aprender todo para hablar con Dios si es que este existía, los angeles ya los había visto así que no había problema con eso, y se propondría aprender esa lengua a como diera lugar.

Salió de la biblioteca de la misma manera en que entró, sigiloso camino fuera de la iglesia.

Su teléfono vibró en su bolsillo del pantalón.

-¿Qué quieres ahora Clyde?

-Oh, parece que alguien está de mal humor -se burló- bueno quería decirte que si podías pasar por mi auto, yo no volveré solo... Ya sabes a lo que me refiero -el azabache suspiro.

-Bien, no necesito más detalles.

Con eso colgó.

Fue por el auto del castaño, pero se sintió observado además de sentir que lo seguían.

Pensó que solo era su imaginación.

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-Stripe, volví -aviso dejando sus cosas en el sofá de su casa y caminando a su habitación para ver a su querida mascota.

Aunque no escucharla chillar como siempre hacía al saludarlo, temió de que algo le pasará.

Al entrar a su habitación por completo, la pierta se cerró de un portazo y escucho el seguro ponerse. Estaba confundido de todo, pronto vio un par de ojos azules brillantes emerger de entre la oscuridad de su habitación.

-No me gustan las bromas. Y esta es una muy mala -dijo molesto.

Pronto una mezcla de aromas le llegó a la nariz, inhaló un poco y sintió su cuerpo extremadamente caliente como si le quemará.

El aroma a canela, flor de gardenias y a fresas le hizo sentir diferente. Sus encías le picaba, sentía un incesante hormigueo en su cuerpo, sentía la asfixiante necesidad de morder algo.

Callo de rodillas al sentir que apenas podía respirar, jadeaba y soltaba gruñidos de vez en cuando, sus colmillos sobresalían i'm poco y lastimaron la punta de su lengua.

Empezó a sudar, no quiso quitarse la ropa pero la parte de su abdomen y vientre sentía algo apretada la ropa.

Tocó su pelvis y sintió su erección doliendo. Se sintió diferente.

Algo no estaba bien, algo o alguien en esa habitación lo estaba haciendo sentir exitado y deseoso de morder y unirse a su pareja destinada.

Poco después, perdió la conciencia solo viendo por última vez esos ojos brillantes en la oscuridad.

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¿Quieren otra parte de este capítulo? Si es así déjeme saberlo en los comentarios.
Tomó en cuenta cada comentario que me escriben, así que espero les esté gustando, porque siento que a veces no hago nada bien.

Tweek y Craig (One shorts Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora