¿Infierno?

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Cuarta parte.

[...]

Después de preparar el desayuno o bueno algo de comer para el rubio, canino a la habitación donde se encontró al Omega rubio de pie con un gesto de cansancio y adolorido, sobando su espalda baja así como su cadera y cintura; Craig no pudo evitar sentir cierta vergüenza y orgullo al mismo tiempo, al notar todas las marcas de mordidas y chupetones además claro de sus manos marcadas en el culo del Omega.

-Traje algo para que comas. Yo... -trago en seco estaba nervioso de ver el cuerpo desnudo del rubio- debo hacer algunas cosas.

Tweek se giró lentamente mirando al azabache con una sonrisa que para el pastor le pareció tierna, con un brillo inusual en sus ojos que le hizo sentir la cara arder.

-Gracias. -su voz causo estragos en la mente del pastor.

Tucker carraspeó volteando a otro lado para evitar la mirada del Omega, se acercó a dejarle la charola con los alimentos sobre la mesita a lado de la cama y salio de la habitación lo más normal que pudo hasta llegar a la puerta principal.

«Dios, perdóname por haber pecado.» pensó el azabache saliendo rápidamente del lugar y prácticamente correr a la iglesia donde debía trabajar.

Seguramente se estarían preguntando donde se había metido y porque desapareció tanto tiempo, no los culpaba él no sabía que demonios sucedía y porque ahora las personas a su alrededor lo miraban confundidos. Incluso mientras corría podía percibir el olor de ciertas personas que pasaban a su lado y eso le estaba asustando además de asquearlo, a tal punto de querer vomitar, nunca había tenido ese tipo de reacción cuando terminaba de tener sexo con un desconocido.

Justo antes de llegar a las puertas de iglesia, Clyde corrió a sostenerlo antes de que su cuerpo callera como peso muerto sobre el suelo debido al mareo que le dió al azabache quien tenía la visión borrosa.

-Craig, gracias a Dios -su voz era notablemente preocupada y se escuchaba despertado por mantenerlo despierto- Pensé que no volverías, estaba tan asustado de lo que pudiera pasarte. -rapidamente lo llegó casi arrastrando dentro del recinto al sentirlo arder en fiebre.

-Clyde... -murmuró apenas logro visualizar a su castaño amigo.

El nombrado lo miro y se dió cuenta de que los ojos de Craig habían cambiado de color de ser pardos a volverse una mezcla difuminada de rojo, amarillo, anaranjado y con tintes dorados. Además del tono de voz, sonaba grave casi como si hablara fuerte, como cuando un Alpha usaba su voz de mando.

-Tranquilo amigo, todo va a estar bien. -trato de convencerse de sus propias palabras, temía que algo terrible le este pasando al azabache- solo resiste un poco más, trataré de...

-Omega... Mío... Pareja... -irrumpió con murmullos con ese tono de voz amenazante y con gruñidos que estaba haciendo temblar de miedo a Clyde quien trataba de mantener la calma pero le era imposible si su mejor amigo estaba delirando debido a la fiebre que tenía.

-Sí, tu Omega vendrá. Mantén la calma, debes descansar en lo que ella... -un gruñido gutural desde la garganta del pastor Craig lo hizo paralizarse, entendió de inmediato que no era una ella es un él- calma amigo, él vendrá. -se sentía inútil al no poder ayudar a su amigo.

»Solo quiero que esto sea un mal sueño, Craig no puede estar llamando a un Omega como si fuera un Alpha si es en realidad un Beta... Es como el llamado de un Alpha recién enlazado llamando a su pareja.« pensó Clyde tratando de contener el llanto, no sabía que hacer y eso lo estaba frustrando.


-Dios por favor, ayúdame. -sollozo Donovan con miedo y preocupación en su voz, no podia estar cerca del azabache o comenzaba a gruñir molesto- te lo ruego... Te suplico y te imploro tu ayuda señor, no quiero ver a mi mejor amigo sufrir de esta manera -Craig se encontraba recostado en una camilla en una de las habitaciones de la iglesia, ese lugar que ocupaba como una enfermería y bodega al mismo tiempo.

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-Así que solo se fue. -afirmó despreocupado el Alpha, miro al rubio que parecía tener la mirada perdida- está sufriendo, ¿Cómo no se dió cuenta de que cambio? -cuestionó molesto.

-Alpha... -chillo Tweek, había usado su llamado para Craig, esperaba que fuera por él. Estar en la casa de Tucker no ayudaba mucho a su estado de ánimo.

-Oh no, no me hagas ir por aquel idiota... No quiero meterme en problemas, no sabes lo cruel que puede ser mi ángel conmigo solo por tratar de ayudarte... Otra vez -dijo firme y molesto, aunque de todas formas termino ayudando a su hermano, porque sino su padre se molestaría al no ayudar a Tweek.

El Omega lo miraba esperando que le llevaba Craig pero no contó con que lo llevaría al lugar donde se encontraba el ahora Alpha Pastor.

Fue arrastrado por el portar hasta que Damien lo dejo dentro de un lugar que parecía ser un consecionario casi del tamaño de un cuarto de baño con las divisiones correspondientes.

Su cuerpo temblaba ligeramente ante el aroma fuerte y llamativo de Craig, estaba tratando de intimidar a quien sea que se encontrará cerca de él. A Tweek no le importo pero su cuerpo reaccionaba como si fu Alpha lo llamará para calmar su calor del celo, pero en realidad solo quería acurrucarse con él, necesitaba los mimos de su pareja.

-Alpha... -llamo Tweek al llegar a la pequeña habitación donde se encontraba Craig, recostado en una camilla y con paños húmedos de agua fría sobre su rostro rojo, con los ojos cerrados, respirando con cierta dificultad- Alpha... -chillo el Omega rubio subiendo sobre la camilla y recostarse a lado izquierdo del azabache quien aún inconsciente apego al Omega a su cuerpo.

-Craig vengo a cam... -Clyde miro la escena más tierna y extraña de toda su vida. Su mejor amigo parecía haber dejado de gruñir y de respirar agitado con solo la presencia del rubio a su lado que estaba dormido con el.

El castaño salió de la habitación y dejo solos a los dos. Esperaba que al menos ese rubio desconocido lo ayude a calmar a Craig, supuso entonces que ese rubio es la pareja destinada de Tucker.

»Espero que Craig se mantenga estable con ese Omega. Lo malo es que quiero ser tío y no podré serlo porque la unión entre un Beta y un Omega nunca da cachorros...« pensó el castaño al borde del llanto.

Apenas conocía al rubio y había algo en él que lo hacía querer cumplir todo lo que le pidiera el rubio. Supuso que era por su deseo de ser tío y otra parte de Clyde se mostraba celoso porque quería a Craig solo para él, es su mejor amigo y ya no podrá hacer nada divertido, quizá estaba celoso de no ser ahora el único amigo de Craig porque ese rubio es amigo y pareja del pastor.

-Esto es raro, hacia tiempo que no me sentía así. -susurro para sí mismo, saltando del susto cuando vio entrar a un rubio extranjero por la puerta principal de la iglesia.

-Debe ser doloroso estar enamorado y no ser correspondido. -la voz de aquel hombre frente a él le hizo sentir asustado, ¿Enamorado?- sé que tienes muchas dudas pero no es por eso que estoy aquí. Vine para confesarme con el padre -el rubio extranjero lo miro con una cara de inocencia pura y clara algo que aterró más al castaño.

-El pastor se encuentra indispuesto el día de hoy. -respondió lo más amable posible sin que se notará su miedo.

-Oh bueno, entonces supongo que podré hablar con la mano derecha del pastor, ¿Cierto? -el hombre le sonrió de forma amigable y cordial.

-Esta bien. -respondió- sígame, hay un lugar donde podremos hablar más tranquilos. Y así no molestar al pastor -murmuro lo último siendo seguido por el rubio europeo.

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¡Actualización!
Espero que les haya gustado si es así déjenme saberlo en los comentarios.
Nos vemos en la próxima.

Tweek y Craig (One shorts Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora