Tweek y Craig (One shorts Omegaverse)

Soloumates: Extra 20 final

⚠️ Advertencia de capítulo muy largo y muerte de personajes⚠️
Si eres una persona muy sensible, te recomiendo que tengas un rollo de papel higiénico o un trapo limpio a la mano, porque este capítulo te hará llorar.
Sino te importa que esto te haga llorar, se recomienda discreción.

Lean la nota final.

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—Orlando, hijo, deja de molestar a tú papá. —regañó el Alpha de color a su cachorro. A pesar de ser hijo único, no dejaba de ser tan apegado al castaño.

—Mami, por favor, di que sí, fi que sí, por favor. —rogó el Beta estando a los pies de Clyde, hincando y recargando su cabeza sobre las rodillas del Omega.

—Orlando, tu papá debe descansar, tiene gripe y no deberías hostigarlo mucho. Ya sabes que cuando está enfermo se pone de malas si no lo dejamos dormir. —suspiró Token tomando de los hombros a su hijo y llevándolo a la sala— Compórtate por favor, ya eres un adulto como para que hagas tus berrinches. Ya te dejamos hacerlos cuando eras un cachorro, ahora no es momento de ser inmaduro e infantil.

Orlando estaba haciendo su mayor esfuerzo por no ir a restregarse en Clyde, su papá siempre que estaba enfermo lo mantenía ahí, a su lado cuando su padre Token no estaba.

Y ahora que los dos estaban en casa para cuidar de Clyde, se sentía impotente de no poder cuidar como se debe a su papá. Y aunque Clyde sea su mamá, él prefería llamarlo papá y a Token lo llamaba padre, como una formalidad.

Los quería mucho a ambos, pero hubo veces en las que veía a sus padres distanciados cuando era niño y le dolía verlos así. No sabía lo que les pasaba. Su ingenua mente de niño, tenía presente que quizá sólo estaban juntos por su culpa. Pero cuando llegó a la adolescencia, descubrió la verdad.

El porqué Clyde y Token a veces tenían desacuerdos, porque el Omega dejaba de hablarle al Alpha. El porqué Clyde tenía a una bellísima amiga Alpha con la que parecía que se llevaba mejor que nunca y parecía brillar. Y el porqué Token mantenía un recorte del periódico de lo que parecía ser un accidente de alguien, atado con un listón negro.

Orlando supo que Clyde y Token no eran destinados, pero que decidieron intentarlo y formaron su propio lazo. Por eso es que tenían desacuerdos y peleaban por cualquier tontería. Que él no tenía la culpa de nada, que solo había llegado a iluminar sus vidas y a unirlos más que nunca.

Orlando ya hasta sabía cuándo sus padres estaban pelados, porque dejaban de hablarse y el ambiente se sentía sumamente tenso, haciéndolo sentir incómodo.

Pero ahora volviendo al presente, recordó que hace unos días acompañó a su papá Clyde a una cita con el médico porque se sentía mal. El diagnóstico fue que el lazo que mantenía con Token se estaba deteriorando desde que estaba embarazado, pero que no se había empezado a notar, hasta apenas.

Quiso saber cómo ayudar a sus padres. Pero el médico le había dicho que no había mucho que hacer, que además de llevar una vida llena de comida rápida (chatarra) su salud se estaba deteriorando como la unión entre el Alpha y el Omega. Tenía que cuidarlo más que nunca, porque ya sufría del corazón y eso era en parte por los efectos adversos de la disolución de la marca aunque se haya hecho cada vez que Clyde y Token estaban en celo.

—Dejar que descanse. —repitió Orlando en un suspiro— Padre, sé que tú y papá han pasado muchas cosas juntos, aunque pienso que ya debes saberlo, quiero confirmarte lo que sospechas.

Token lo miro a los ojos. Su hijo nunca había hablado tan seriamente en un momento así. Es más no podía mantener la compostura en los momentos más serios y dónde se tocaban temas de suma importancia.