Celos+miedo = heridas

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—Por Dios Craig, deja de ser tan celoso. —se quejó Clyde comiendo de su ensalada.

—Al menos Tweek no se da cuenta de tus celos, que se notan hasta más allá de nuestro sistema solar. —comentó Tolkien palmeando el hombro del azabache.

El Alpha aún tenía cierto temor de que Tweek encontrará a su persona especial al ser el rubio un Gamma, no tendría miedo si Tweek hubiera aceptado su marca pero no lo hizo y solo debía confiar en su amor algo que solo los unía sentimentalmente.

Craig odiaba a los Omegas, exceptuando a Clyde porque es su mejor amigo y a su hermana. Esos Omegas tontos que lo querían llevar a sus camas y el Alpha los rechazaba de manera seria, fría y directa, además de hacerlo molesto e irritado.

—Nos vemos luego. —se despidió el azabache caminado hacia su departamento, quizá una caminata le ayudaría a aclarar su mente.

¿Por qué no nací siendo un Beta? Si fuera así, pude haber sido su pareja destinada de Tweek por ser él un Gamma y así podría marcarlo y no temer de nada. O ambos hubiéramos sido Betas también funcionaria... Aunque nuestras parejas destinadas podrían haber sido Gammas... Esto es tan complicado de sobrellevar. Tengo tanto miedo que Tweek no sea mi persona especial, tengo miedo cada maldito segundo y no puedo decírselo porque me avergüenza...  Pensaba el Alpha azabache chocando con un Omega rubio que le miraba asustado.

—Lo siento... ¡Carajo! debí fijarme por dónde caminaba. ¡Mierda!—la voz del Omega era tan baja que apenas y logro escucharlo.

—Discúlpame a mi, estaba distraído —dijo el Alpha azabache un importancia rodando los ojos.

Craig estaba por seguir su camino pero la mano del otro en su brazo detuvieron su paso, mirándolo confundido.

—Eres tú. —afirmó soltando una maldición— te encontré... ¡Mierda!

Tucker estaba confundido. ¿A qué se refería?

—No, estás equivocado. Debes estar confundiendome con alguien más. No soy a quien buscas. —respondió algo molesto.

Tweek.
Nuestro.
Lo necesitamos.
¡AHORA!

El lobo de Craig llamaba incesantemente al rubio Gamma, quien de casualidad una llegando a dónde estaba Craig hablando con un Omega rubio.

—¿Craig? —el nombrado agradeció al universo por la llegada de Tweek, olía a Gamma molesto pero su sonrisa llena de falsa felicidad le dijeron a Craig que era mala idea decir algo fuera de lugar.

—Cariño... —murmuró abrazando a Tweek como cachorrito regañado, inhalando su exquisito aroma a vainilla y flores.

—¿Quién es él? —cuestionó un molesto Tweek, dejándose abrazar por Craig quien no quería despegar su rostro del hombro del Gamma.

—Oh lo siento... ¡Mierda! Ahg... Soy Thomas —el Omega no quiso decir su apellido, le dolió ver como el azabache lo había rechazado por un Gamma— yo, choque con tu novio, lo siento...

—Esta bien, soy Tweek Tweak, un gusto —ambos estrecharon las manos— bueno, espero que nos veamos en otra ocasión, tengo que hablar con mi Alpha —con eso se despidió Tweek de Thomas quien noto cierta posesividad en su tono de voz.

La pareja ya estando en el departamento que compartían, Tweek alejo bruscamente a Craig quien le dolió el pecho por la lejanía. Se sentía orgulloso y feliz de que Tweek lo haya proclamado su Alpha frente a ese Omega, al menos así Craig entendía que no era el único que sentía celos.

Permanecieron en silencio durante un rato, dónde Craig no se atrevía a acercarse a Tweek por miedo de su rechazo otra vez. No quería que rechazará sus abrazos ni sus besos pero el Alpha debía ser fuerte por más miedo que sintiera y por más que lo que sea que Tweek quiera decirle no lo valla a derrumbar.

—Craig... —sollozo el rubio— Es él ¿Cierto? —el Alpha lo miro confundido— él es tu destinado... Lo pide notar en su mirada y en el olor que desprendía llamándote, llamando a tu lobo... —explicó dejando salir sus lágrimas.

El azabache lo entendió, Tweek también tenía miedo de perderlo, como él sentía miedo de perder al rubio.

La verdad es que nunca noto el olor del Omega, y su lobo solo lo pedía a él, a Tweek.

—No lo sé, y no me importa. Mi lobo solo te quiere a tí, te pide a ti cuando no estás conmigo... Nos hace falta tu presencia, me duele tu asistencia, no quiero a nadie que no seas tú. —habló por primera vez, explicando brevemente lo que sentía—  no te dejare nunca, ni te cambiaré por nadie. Eres único, y tú eres lo único que quiero y necesito en mi vida.

Craig camino hacia el sillón individual en donde se encontraba Tweek y lo tomo en sus brazos, llenando lo de su aroma, marcandolo, secando las lágrimas del rubio quien le beso sorpresivamente. El Alpha correspondió dejando salir su llanto también, dejando salir su miedo de perder a Tweek.

Al separarse juntaron sus frentes tratando de calmarse.

—Tenía tanto miedo Craig. Estaba molesto de que ese Omega fuera tu pareja destinada. Tenía celos de que cualquier Omega te llevará de mi lado ... No podría soportarlo —confesó frotando su nariz con la del azabache.

—Tambien siento celos cuando te veo platicando con algún Beta. Me molesta la sola idea de que estén respirando el mismo aire que tú. Me lleno de rabia y celos cuando te miro con esos malditos Betas que te coquetean incluso frente a mí. —suspiró frustrado— y Clyde recito parte de la canción de Vicente Fernández...  —respondió molesto y avergonzado en la última frase.

Tweek sonrío avergonzado. Mentiría si dijera que no quería oírlo de la propia boca del azabache, pero sería para después, lo que necesitaba ahora era a Craig sobre su cuerpo, devorando su boca, tomarlo las veces que fueran necesarias para dejarlo impregnado de su olor tan varonil y atractivo a Alpha  que solo dejaba en Tweek, sentirlo llenar su interior con ese espeso liquido blanco, incluso beberlo y dejarlo sediento de más.

Sin saberlo, Tweek había liberado sus feromonas en una clara invitación a ser tomado por el Alpha azabache que no hacía nada más que inhalar su aroma a vainilla y flores.

—Bebé... —le llamo en un susurro ronco por la excitación— quiero hacerte mío en este momento, justo aquí y ahora. —declaró dándole una nalgada al rubio, quien gimió necesitado de las caricias del Alpha.

No estaba en celo pero la necesidad de ser marcado por Craig era tanta que se restregó en el cuerpo del azabache.

—Hazlo, te necesito aquí —señalo su tracero, llevado una mano de Craig a su boca y lamer la con sensuales besos y mordidas, además de meterlos a su boca, chupando como si fueran un dulce.

Craig miraba todo con la mirada perdida en el deseo que le provocaba Tweek. Su lobo aullaba desesperado por enterrarse en el cuerpo de su pareja, llenarlo de su simiente y marcarlo como suyo. El Alpha miro los movimientos del Gamma rubio, quien llevó los dedos que estaba lamiendo antes, a su culo, presionando su necesitado aro de músculos. Craig metió de golpe sus dedos oyendo al rubio lloriquear por más contacto, con los ojos perdidos y nublados del placer.

Ambos tenían esa necesidad apabullante de sentirse desnudos, en cuerpo y alma.

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Espero que les haya gustado. Por cierto ya actualice otra historia creek se llama: más allá de la luna y las estrellas, por si quieren leerlo.
Nos leemos en el próximo capítulo que quizá sea la continuación de este.

Tweek y Craig (One shorts Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora