Tweek y Craig (One shorts Omegaverse)

Fluorescente

Craig Tucker estaba feliz aunque no lo pareciera. Se sentía realizado y orgulloso de sí mismo por haber conseguido lo que tanto anhelaba, era como vivir en un sueño, había trabajado tan duro para lograrlo, había ahorrado cada centavo de sus trabajos de medio tiempo y de los proyectos que él se empeño y esmero en hacer para los que le pagaban el doble cuando se lo pedían de un día para otro.

Había valido la pena, cada desvelada, cada maldito segundo en el que tuvo que hacer más de tres proyectos y dos informes a la vez durante un día completo, todo lo valía por lo que tenía ahora en sus brazos.

Ni siquiera los regalos de Token lo hacían se tira así de emocionado, ni porque el Afroamericano fuera millonario podría compararse con lo que sentía en ese momento.

—Hey Craig. —lo saludo Clyde apenas lo vio llegar.

—Hola.

Su voz siempre monótona, nasal, sería y fría que parecía no importarle nada ni nadie.

—Amigo, diría que cambiarás tu actitud. Pero por lo visto hay algo que no quieres decirme y lo voy a averiguar, cuente lo que cueste —amenazó entrecerrados los ojos mirando al azabache quien le miraba confundido.

Sin tomarle importancia a lo dicho por Clyde, camino hacia el lugar donde se encontraba su novia, esa linda y adorable rubia hija de los Tweak. Quería enseñarle lo que tanto lo hacía feliz en ese momento.

Al llegar la rubia lo abrazó tiernamente, siendo recibida por los brazos Craig, quien soltó un leve gruñido de dolor al sentir como su piel de los brazos se presionaban con la tela de su sudadera.

—¿Estás bien? —el azabache asintió besando la frente de su pareja.

—Hay algo que quiero mostrarte —susurró en el oído de la muchacha quien sorprendida y nerviosa lo miraba esperando más información, esperaba que no sea lo que estaba pensando— será mejor que vallamos con los chicos —comentó casual viendo a Clyde y Token a unos metros lejos de ellos caminando, seguramente peleando.

—Craig, yo... —le llamo tímida, ella estaba pensando que quiza necesitaría más tiempo para arreglarse para más tarde.

—Tranquila, nunca haría nada que no quisieras. Es una sorpresa y espero que te guste al igual que a mí. —eso la hizo enrojecer un poco, pero la que hizo que se sintiera cohibida fue la sonrisa de Tucker, parecía emocionado de aquello que le mostraría.

»¿Qué será eso tan importante que tiene que mostrarme para que se vea tan ilusionado e impaciente? ¿Acaso me dejara? ¿Me dirá que vivamos juntos? ¿Querrá hacer cosas traviesas conmigo? Dios, es mucha presión.« pensó mientras estaba tomada de la mano con Craig, quien parecía tranquilo y relajado.

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—¿Estás lista?

Ella asintió quitándose la chamarra para dejarla sobre la silla del escritorio de Craig quien había apagado las luces después de sentarla en la cama.

—Craig... —susurró asustada y nerviosa, quería que el Beta fuera gentil con ella.

—Tranquila, no haré nada malo o al menos espero que no lo sea... —le dijo quitándose la sudadera con cuidado dejando sus brazos al descubierto— no quiero que te asustes, solo debes estar ahí sentada —pidió suavemente, mientras se acercaba a la rubia Beta que le miraba impaciente.

—Tengo miedo Craig —confesó comenzando a temblar.

—Cariño, tranquila. Solo quiero que veas esto —le calmo tomando las manos de la muchacha, haciendo que sus dejos delgados tocaran la piel de sus brazos.

Tessa se asustó al sentir las marcas de los gatos de su pareja. Parecían recientes pero al tocar la superficie de piel marcada está comenzaba a brillar de un hermoso color entremezclado de verde y amarillo fluorescente.

Aquellas marcas tomaban forma de pequeños girasoles, que brillaban en la oscuridad, además de pequeñas estrellas y constelaciones así como la luna. La beta observó ambas extremidades del azabache, quien parecía esperar un rechazo de parte de Tessa por aquello.

—Craig... —jadeó sorprendida ante la hermosa luz que iluminaba sus dedos pasando por aquellos trazos.

—Queria hacerlo desde hace tiempo... Sé que no te gustan este tipo de cosas pero, quería hacerlo... —confesó esperando no ser rechazado— mira este lo hice para ti y por ti —agregó señalando su brazo izquierdo, un pequeño sol junto a la luna llena sobre un pequeño muffin y una taza de café como decoración en cada uno con sus iniciales.

—Craig... Me encanta, Dios es muy tierno de tu parte —le dijo ella acariciando el tatuaje del brazo izquierdo de su pareja— ahora entiendo porque me evitabas —agregó jugando con los dedos de las manos de Craig.

Se quedaron en silencio durante un rato, hasta que Tessa se puso de pie y beso los tatuajes de los brazos del beta azabache haciéndolo sonrojar.

—Tessa... —sollozó soltando un par de lágrimas, estaba tan asustado de que ella lo dejara que estaba llorando.

—Shh, tranquilo —lo acunó en sus brazos besando la frente y las mejillas del más alto— es lo más lindo que alguien ha hecho por mi Craig, y nunca me molestaría por esto. —murmuró en su oido acariciando su cabello negro— nunca debí dudar de ti, por un momento pensé que querías terminar conmigo, pero después de esto me siento aliviada de que no sea así. —agrego besando los labios del beta.

—Tessa, te amo —por fin lo había dicho, llevaba tiempo pensando en el momento adecuado para decirlo.

—Yo también te amo Craig —correspondió besando sus labios una vez más— además, si estos tatuajes están en ti se ven increíbles. Solo en ti se verán mejor, hasta cierto punto puedo decir que es uno de mis gustos culposos que he tenido desde que ví tus brazos —confesó haciendo sonrojar al azabache.

—Tessa...

—Tranquilo tigre, solo he imaginado como se verían los tatuajes en tu cuerpo y valla que te quedan bien. Y se verían mejor si jugamos en la oscuridad, así podría encontrarte —ella río divertida.

—¿Escondidas?

—Sí escondidas. —ambos se miraron una vez más antes de salir al patio de la casa de Craig para jugar.

Lo bueno de ese lugar es que no había luces artificiales ni nada ajeno a la naturaleza, solo la tenue luz natural de la luna y las estrellas.

Ambos estaban jugando entre los frondosos árboles. Lo mejor de ser Betas es que si no podían encontrarse por su olor casi neutro, ahora podían encontrarse más rápido con los tatuajes de Craig que brillaban en la oscuridad, y los ojos azul eléctrico de Tessa que brillaban a contra luz de la luna.

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Espero que les haya gustado si es así déjenme saberlo en los comentarios.
Hoy toco hacer algo lindo y tierno, es una parte única.