Más allá de la luna y las estrellas.

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-No puedo creer que nunca te hayas dado cuenta -felicitó Jimmy al moreno, tartamudeado en el proceso.

Aún con 15 años, podían encontrar a su pareja destinada, solo que hasta los 16 años sabrían sus castas, era un proceso largo y agotador.

-Felicidades Tolkien -Craig le entrego un pequeño presente al Afroamericano.

-Gracias fucker no te hubieras molestado, aunque es raro viniendo de ti -acepto el regalo, burlándose del azabache ante el gesto educado- Pasa, los demás están en la sala -avisó, revisando que no faltará nadie.

-Craig, creí que no vendrías -el castaño hizo el ademán de querer llorar pero Tucker lo miro indiferente- bueno, como ya estamos todos. El motivo por el cual los citamos aquí es porque... -fue interrumpido por Black.

-Somos destinados. -a pesar de sonar firme, se notaba nervioso y avergonzado.

-Al fin. -soltó Jimmy haciéndolos reír a todos.

-No puedo creer que mis dos mejores amigos sean destinados y que uno de ellos nunca de haya dado cuenta -Tucker miro al moreno, como si con la mirada lo estuviera regañando.

Craig disfrutaba de hacerlos pasar vergüenza fingiendo interés en ellos.

Claro que no sabían cuan solo se sentía el pequeño Tucker, triste y sobretodo decepcionado de la vida porque nunca ha tenido la oportunidad de siquiera preocuparse por su propio bienestar.

De descuidaba tanto en algunas ocasiones que cuando su lobo le pedía salir para que Craig tome aire fresco, lo contradecía y se encerraba en su habitación a llorar por todo lo que había estado sintiendo: dolor, preocupación, angustia y hasta la misma tristeza acumulada durante hace algunos meses en los que su mascota había fallecido por la vejez.

-Espero que tú no seas igual que Tolkien al encontrar a tu perdona especial -sonrió divertido el castaño.

Craig salió de sus pensamientos y lo miro sin entender.

Los demás se quedaron asustados al notar las orejas y la cola del lobo de Craig salir. Eso no era normal en una situación como está, Clyde, Token y Jimmy estaban pensando que su transformación a lobo de Craig, estaba sucediendo muy rápido, algo debía estarle pasando para que de la nada su lado animal quisiera salir a flote.

Lo que más los asustó fue el repentino cambio de color en los ojos del azabache que pasaron de ser verdes a unos color atigrado cómo si el lobo tomara el control de su cuerpo pero sin salir por completo. Estaba atrapado en una transformación de media luna, algo que debía estar sucediendo en su casa y no en una reunión con sus amigos.

-Ha ha, chicos lo que sea que estén viendo no me asustara, ya lo saben -hablo el azabache cruzando sus brazos.

Jimmy fue el único que decidió acercarse a el.

-Voltea a tu izquierda -recomendo y extrañamente su tartamudeo no apareció.

Tucker, confundido hizo lo que su amigo le pidió. Camino un par de pasos hacia adelante, para poder mirar su reflejo en el espejo, lo que hizo sorprendió al azabache.

Craig no podía creerlo. Quedó paralizado de la sorpresa de verse a si mismo diferente, parecía como si estuviera vestido de hombre lobo para halloween, aunque eso era bizarro ¿Quién se vestía de lobo siendo que podían transformarse en uno?

-Llamaré a tus padres Craig -avisó Donovan.

Algo no estaba bien y los únicos que podían ayudar eran los padres del azabache.

Al parecer lo que sería una agradable reunión entre amigos, se volvió en un pequeño susto y sorpresa para todos.

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-¿A qué hora llegaron?.

Un rubio adormecido miro a sus padres, no los había escuchado entrar. Se quedó tan profundamente dormido que al fin sintió que descansaba.

Últimamente había estado teniendo sueños extraños dónde su pareja destinada moría y por algo a extraña razón terminaba muerto el también pero debido a la tristeza de haber perdido a su Alpha.

Aún no sabía que casta era, pero en sus sueños siempre se mencionaban una pareja Alpha×Omega.

-Mi niño, ¿Cómo te sientes? ¿Sigues teniendo esas pesadillas? -le pregunto preocupada su madre.

La castaña siendo una Alpha, nació como un ser diferente, una aberración odiada por todos incluso sus propios padres, nadie se quería acercar a ella cuando era joven puesto que poseía las mismas habilidades de un Beta y un Omega así como también mantenía la misma fisiología que un Beta hembra, lo único que la diferenciaba de un Beta o un Alpha, era que no tenía un olor propio.

Además del hecho de que solo su lobo podía cambiar de casta entre Beta y Alpha cuantas veces quisiera, siempre cambiaba o desaparecía su olor, pero lo hacía para protejer a su cachorro lo llenaba de un sutil aroma a rosas y champagne.

Solo así sentía que su único hijo estaba protegido, porque Richard siendo un Omega, fue el único en querer estar a su lado y no apartarse nunca de ella. El parecía más un Alpha que ella, pero se complementaban. Podían ser indiferentes y rudos frente a los demás, pero muy amorosos cuando de cuidar a su cachorro se trataba.

Eran una pequeña familia con un negocio familiar heredado de Richard, ya que sus padres del Omega no creyeron que no lograría mantener la cafetería en pie, dado que era un Omega y en esos tiempos ello solo eran vistos como incubadoras y objetos sexuales.

Helen, nunca lo vio como un trofeo. Ella lo vio como a un igual, eso es lo que los hizo congeniar en seguida. Ambos lo sintieron, ese lazo que el destino les dió al nacer los hacía atraerse como un imán.

-Hijo, no queríamos despertarte. Después de las últimas semanas en las que no has estado durmiendo bien debido a tus pesadillas -su padre se unió a la plática desplegando su aroma a lirios, con una mezcla de césped recién cortado además del intenso olor a café que se la pasaba consumiendo cuando se sentía preocupado.

-Richard, deja de beber tanto café sabes bien que puede hacerte daño -le regaño su mujer quitándole la taza de las manos.

El Omega castaño suspiro derrotado, la última vez el médico le habia dicho que sí seguía así podría perder a su lobo y era lo que menos deseaba.

-Mamá, papá -ambos miraron a su pequeño hijo- tengo sueño, ¿Puedo dormir hoy con ustedes? -Helen cargo al rubiecito y lo abrazo.

-Por supuesto que sí bebé, no queremos que tengas otra de esas horribles pesadillas. -le aseguro besando su frente, sintiéndose preocupada.

-Además, hoy es noche familiar no hay ningún problema -el Omega de unió al abrazo.

Eran una familia, una pequeña y rota debido a los problemas, pero muy amorosa.

Helen y Richard harían cualquier cosa por el bienestar de su único hijo.

Esperaban que Tweek dejara de tener esos sueños. En algunos casos podrían predecir el futuro a corto plazo, pero eso no importaba cuando ellos podían cuidar de Tweek y evitar que alguien o algo le haga daño.

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Capítulo 2
Publicado: 17 agosto 2022.
Editado: 9 junio y 11 octubre 2023.

Tweek y Craig (One shorts Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora