Tweek y Craig (One shorts Omegaverse)

¿Infierno?

Tercera parte.

[…]

—¡Ah! Más por favor... Ah —los gemidos del rubio eran música para los oídos de Craig quien había volteado la situación.

El azabache ya no tenía la venda en los ojos, ahora podía ver cómo el culo del Omega debajo de él se tragaba toda su polla provocando un sonido morboso y húmedo que solo hacia el ambiente más caliente.

El pastor temblaba ligeramente con cada embestida, su cuerpo estaba cambiando y aún seguía sin entender el porque quería morder el cuello de ese magnífico ser al que estaba follando como si no hubiera un mañana.

—Mío... Mío —gruñó el azabache besando los hombros y cuello del rubio que se encontraba con el pecho pegado al colchón, la cadera arriba y las piernas abiertas soportando las embestidas del Alpha.

Una nalgada resonó en la habitación, haciendo que la piel del Omega se pusiera roja por el golpe, y dejara escapar un grito desesperado por más.

El cuerpo de Tweek volvió a su forma natural al sentir el nudo formándose en el interior de su cuerpo, corriendose mientras apresaba con mayor fuerza el pene de Craig esperando a que bañara su interior con su semen, lo quería todo del Alpha.

Sin esperarlo, el Alpha mordió el cuello del Omega justo cuando estaba derramándose en su interior, ocasionando que se le inflamará el vientre a Tweek por el nudo y la simiente del azabache.

Craig mantenía un agarre firme en el cuello del Omega para evitar que se moviera y aceptara su nudo. Acarició el pelaje del culo del rubio al verlo cambiar de forma humana a sus piernas de cabra. Guio sus manos a los muslos temblorosos del Omega, dió suaves caricias y luego subió sus manos a los cuernos de Tweek, acariciando los con cariño y amor haciendo jadear y temblar al rubio bajo él.

Tucker dejo de morder al rubio y comenzó a lamer la herida para que dejara de sangrar, y cuando solo se veía la herida seca y limpia de sangre, beso, lamió y mordió suavemente las orejas puntiagudas del Omega quien se retorcía ante su toque gentil y suave del azabache, provocando que se aferrara aún más al pene del Alpha, sacándole un gruñido de satisfacción.

Luego de los mimos, el ahora Alpha sintió algo acariciar su pecho, tomo la cola del diablillo en su mano derecha y la acarició un poco antes de meter la punta a su boca para lamer y acariciar con su lengua escuchando a Tweek gemir y jadear por las caricias del Alpha que no hacían más que estremeserlo.

Tucker estaba tan segado por su celo que le importaba una mierda lo que fuera aquel Omega, con tal de que le ayudará a calmar el calor de su cuerpo y lo disfrutarán ambos, todo estaba bien.

—Espera... ¡Ah, ngh! —gritó Tweek al sentir al azabache mover la cadera, la punta de la polla de su cónyuge estaba presionando su próstata con el nudo aún hinchado en su interior ocasionando que su sensible cuerpo respondiera al llamado del cuerpo de Craig.

—Eres tan hermoso —le dijo Craig al oído besando su cuello y nuca— y eres mío, solo mío —agrego admirando la mordida en el cuello del Omega.

Las embestidas eran suaves y lentas, algo que Tweek estaba disfrutando tanto que sentía como se estaba construyendo un nuevo orgasmo.

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—Dios, ¿Qué sucedió?

El despertar siempre puede tener consecuencias cuando lo sabes con quién has estado ni en dónde, además claro del incesante dolor de cabeza como la peor de las resacas.

Craig estaba aturdido cuando despertó aún estando acostado en la cama. Tenía un maldito dolor de cabeza que le estaba matando y ni se diga de los malditos dolores musculares que no hacían otra cosa que empeorar la situación.

—¿Clyde?… ¿Bebe?... —llamo, ese lugar se le hacía tan parecido al departamento de su amigo, solo esperaba que no haya venido demasiado la noche anterior, porque para Craig el dolor de cabeza se debía al alcohol y nada más.

Clyde y Bebe lo invitaban a su hogar en algunas ocasiones para solo tener encuentros casuales, a Clyde le encantaba hacer duplas, tríos, orgías, y un sin fin de cosas más con su pareja. Así que con quién más lo intentaban era con alguien de confianza y que mejor que Craig, el mejor amigo del castaño.

Aunque era una vez cada que Tucker bebía hasta casi la inconsciencia nunca amanecía con dolor de cuerpo ni de cabeza como está vez.

—¿Qué mier...? —se quedó a la mitad de decir una oración al ver una melena rubia por debajo de la saba de su lado izquierdo.

“Clyde no tiene el cabello rubio y Bárbara lo tiene teñido de negro. ¿Quien demonios es? ¿Por qué no recuerdo nada? ¿Y qué hago en este lugar? ¿Que día es hoy?”.   Esos y otros pensamientos atormentaban la mente del azabache quien confundido se levantó de la cama para tomar sus cosas pero grande fue su sorpresa al notar que lo único de él en ese lugar era su ropa interior y la traía puesta.

Aún así Craig ya estando de pie frente a la cama, decidió buscar su ropa o al menos el baño y tomar una ducha para despejar su mente y poder recordar algo de lo que había sucedido. Tenía hambre y sed como si no hubiera comido ni bebido nada durante días, para empezar debía revisar que día era.

Mientras el azabache tomaba un baño para relajar sus músculos el Omega en la cama se estaba despertando molesto y aún con sueño, quería abrazar a al pastor y no lo encontró en la cama.

—¿Donde se fue? ... —frunció el ceño mirando a todos lados intentando levantarse de la cama, pero fracaso al momento de poner los pies en el suelo ya que debido a toda la actividad que se realizaron en los últimos tres días y medio del celo del Omega, sus piernas habían quedado como gelatina.

Tweek se quedó sentado en la cama, algo que no pudo hacer más de cinco minutos porque su cadera y espalda le pedían piedad asi que tuvo que recostarse de nuevo.

“No pudo irse muy lejos, aún puedo percibir su aroma. Debe estar en baño o en la cocina preparándome algo delicioso para comer entre los dos.”.    Pensaba Tweek tan emocionado que no noto la presencia de Craig quien lo miraba esperando a que le  dijera sobre dónde encontar su ropa o si podría darle alguna muda para usar porque no estaría usando una toalla atada a la cadera todo el maldito día.

—Despertaste.

—Sí yo ... —cuando el Omega lo miro quedó sorprendido al ver al ahora Alpha con el cabello mojado el torso desnudo y solo una toalla cubriendo su cadera.

—Bien, dime dónde está mi ropa. Tengo cosas importantes que hacer. —le dijo Craig al rubio sim importarle la mirada del Omega.

—Sí... Está ahí —respondió señalando el pequeño mueble detrás de la puerta de la habitación.

—Gracias.

Con eso dijo, Tucker tomo su ropa y volvió al baño para terminar de secarse, vestirse e irse, aunque algo en su conciencia le dijera que no podían abandonar a ese rubio lindo y adorable.

“Pero antes de irme, prepararé algo de comer, no puedo dejar al anfitrión de la casa sin comer, sería de mala educación.”.  Pensó Craig saliendo de baño para dirigirse a la cocina y comenzar a buscar lo que utilizaría para la comida.

Así también aprovecho para revisar el calendario, sorprendido de haber estado tres días con el rubio, supuso que durante su noche casual de sexo, el celo del Omega se había adelantado, era más que obvio esa respuesta puesto que el Omega tenía el cuerpo como los estándares de belleza estaban impuestos por la sociedad.

—Supongo, que ahora soy el primer Beta que logró sobrevivir a un celo de un Omega,  —se halago a sí mismo Craig, lleno de orgullo.

Lo que el azabache no sabía es que él había cambiado de casta gracias a Tweek y así poder soportar el celo del Omega, además de que solo él primer día había sido su celo de Craig por lo que no lo podía recordar.