Soulmates: Extra 13.

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—Oh vamos. Tigre, te necesito...

—No es no Tweek. Entiéndelo por favor. Ya te compre un extractor de leche, no me pidas beberla directamente de ti. Sabe muy bien que no podemos hacer nada, aún si pudiéramos hacerlo, me negaría a tomarte para evitar lastimarte. —su voz del azbache salió suave, preocupada, llena de inseguridades.

Craig sabía que no podía resistir el encanto de su pareja, pero debía ser fuerte. No quería romper las reglas que le impuso el médico. Tweek estaba a semanas de aliviarse pero aún así parecía como si su apetito sexual se hubiera disparado por encima de todos los límites y eso lo alteraba de cierta manera.

Ambos estaban acostados en la cama, acurrucandose en el nido de ropa, almohadas y cobijas.

Craig solo tenía puesta una sudadera verde olivo junto a un short gris. Mientas Tweek usaba un suéter azul del Alpha, solo eso traía puesto, ya que a palabras del Omega tenía tanto calor como si se estuviera asando. Tucker no se quejaba, así tenía más comodidad para acariciar la pancita de embarazado de su pareja, que no dejaba de verse tierno y adorable a sus ojos.

—Has estado haciendo ejercicio. —no era una pregunta, tampoco una afirmación, era un reclamo, Tweek estaba celoso.

—Solo un poco.

—¿Y puedo saber el motivo? ¿Acaso es por tu asistente? ¿Por qué conmigo nunca lo hiciste y ahora que estoy esperando a tu hija si? —preguntó, si tono de voz era triste y decepcionado, si estaba celoso, algo que hacía a Craig caer ante sus enojos del rubio.

—No deberías preocuparte por él. Ya te he dicho que Thomas solo es un trabajador en nuestra empresa. —sí, porque Craig había decidido compartir sus bienes con Tweek- Además, debo distraerme porque de lo contrario me dejaste llevar por tus encantos y no quiero eso, no ahora que estás a unos días o semanas de parir. —explicó besando los labios de su pareja— No puedo conformarme solo con tus besos y lo sabes. Así que debo distraer mi mente de todo lo que te quiero hacer. -agregó sobre los labios del rubio quien estaba sonrojado ante las palabras y la forma de hablar del azabache.

Sin pensarlo realmente, Tweek lo beso, dejándose llevar por la caricia que había comenzado como tierna y dulce, pero se había convertido en una caricia ruda y demandante.

Sus dientes mordían todo a su paso, labios, lengua. Sus respiraciones eran agitadas, el sonido de sus besos no hacía más que subir la temperatura de sus cuerpos, sus lenguas acariciaban todo, danzaban de forma armoniosa y sensual.

—Craig... —suspiró al separarse del beso. Esa acción le robó el aliento, derritió su cerebro y lo dejo en blanco.

—Me has vuelto un adicto a ti. Cada beso, cada caricia tuya, me hacen caer en un abismo del que no quiero salir. —confesó el Alpha dándole besos castos, piquitos.

Tweek aún seguía sonrojado y jadeando. Sonrió ante las palabras de su pareja, era tan romántico cuando se mostraban amor.

Los días después de ese, siguieron pasando.

Craig contaba los días, las horas, los minutos y hasta los segundos para la llegada de su cachorro. Estaban por terminar el invierno así que el nombre de su hija sería alguno relacionado con la primavera, debía escojer uno de todos lo que había elegido Tweek para el momento indicado.

Los días posteriores a la semana del parto de Tweek, habían pasado muy rápidos, ni siquiera sabían si Clyde ya había dado a luz, aunque haciendo las cuentas, era más probable que sí, que ya hasta su bebé tenga unos tres meses de nacido. No sé molestarlo en enviar regalos ni nada porque sabían que el Omega castaño los iría a buscar para reclamarles su ausencia.

Tweek y Craig (One shorts Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora