𝙻𝚊 𝙷𝚎𝚛𝚖𝚊𝚗𝚊 𝙱𝚛𝚞𝚓𝚊 𝙳𝚎 𝙻𝚘𝚜 𝙿𝚎𝚟𝚎𝚗𝚜𝚒𝚎

❤︎︎𝚃𝚞 𝚗𝚘 𝚎𝚛𝚎𝚜 𝚖𝚒 𝚂𝚒𝚛𝚒𝚞𝚜

ℕ𝕒𝕣𝕣𝕒 𝕍𝕚𝕠𝕝𝕖𝕥𝕥

—Mierda...—dije despacio.

—¿Quien eres?.—dijo la voz de un hombre detrás de mi, mientras sentía un filó largo en mi cuello.

Sabía que lo que haría estaba en contra de las leyes mágicas, sabía que no podía utilizar magia mientras estuviera fuera de Hogwarts o hasta que tuviera 17 años, y apenas hace una semana que cumplí los 15. Pero era eso o mi vida, sujete mi varita lista para lo que haría.

—Lo diré de nuevo ¿quien eres?.

Ahora que escuché la voz tenía un toque parecido al de Sirius, pero no por completo la de Sirius era mucho más gruesa, la de este chico no lo era tanto.

—Última oportunidad..

No lo dejé terminar me di la vuelta y lo apunté con mi varita, no vi quien era mi agresor solo vi la espada así que dije.

—Depul..—Empecé diciendo el hechizo pero no pude terminar a ver su cara...—¡SIRIUS!.—Dije bajando mi varita cuando vi su cara.

—No me llamo Sirius señorita ¿quien eres?.—dijo sin bajar su espada.

—Tu no eres mi Sirius.

—Soy el príncipe Caspian.—dijo bajando levemente la espada cuando vio mi cara de confusión.

—claro que no, eres Sirius Black mi novio.

Vi al chico su cara era la de Sirius, la diferencia era la ropa y que Mi Sirius tiene barba, en cambio este usa ropa medieval ya que tiene una armadura su cabello más largo que el que tiene mi Sirius y sin barba.

—Nunca la e visto señorita, no soy su novio, soy el príncipe Caspian.

—No se que clase de broma es esta Canuto, pero me enojare mucho.—empecé con mi amenaza cuando escuchó una voz mucho más grotesca, me doy vuelta ligeramente y veo un Minutaurol tome mi varita y la apunte y dije.—Depulso.

El minotauro salió volando iba a girarme para volver a hablar con la réplica de Sirius, cuando siento un golpe sordo en mi cabeza y caigo al piso.

𖣔𖣔𖣔𖣔

Desperté y estaba encadenada a un árbol, vi al frente y estaba Sirius

—¿Sirius?.

—Te lo dije ahora, ese no es mi nombre

Recordé todo, la estación de trenes, el bosque, la fotocopia de Sirius

—¿Donde están mis hermanos?—Me sentí los bolsillos—¿Mi varita donde está?.

—No se quienes son tus hermanos, supongo que esta es tu varita.— dijo mostrándomela

—Así es, podrías soltarme, darme mi varita y te prometo que me iré mala copia de mi novio.

—Eres una especie de bruja?

—Así es nací haciendo magia, ahora dame mi varita

—Creo que me la quedaré.—Dijo el tal príncipe este

—No quería hacer esto.—Respire y baje la mirada al candado y dije—Alojomora

Las cadenas cayeron después de decir mi hechizo sin varita, me las quite de encima y me levante el me veía asustado.

—Dame mi varita y me iré.—se quedó viéndome asustado.—Accio varita.—dije y la varita voló a mis manos.—Gracias por nada, iré a buscar a mi hermanos.

Di la vuelta y empecé a caminar, me toque la cabeza y vi sangre seca por el golpe, usé el encantamiento Episky para que me currara, mientras iba caminando empecé a pensar en dos cosas, donde estás mis hermanos y que le diría al ministerio de magia.