La hermana gemela de Peter Pevensie, fue diferente desde que nacio su nombre era Violett Y ella era única a diferencia de sus otros hermanos, era una bruja y asistia a Hogwarts, y no solo eso era nada mas ni nada menos que una merodeadora, por esa r...
Estaba terminando de empacar mi maleta para irme a pasar las últimas dos semanas en casa de mi novia, me hacía ilusión volver a ver a mi novia y me ponía nerviosa estar con su familia, por familia me refiero a su padre y su mellizo Peter, me envió una carta donde me dijo que había arreglado las cosas con el y que ahora están unidos, dijo que tenía algo muy importante que contarme.
—¿Estas listo para pasar dos semanas con tus suegros y una con tus cuñados?.—dijo James con burla.
—Si Violett solo viviera con su madre y sus dos hermanas estaría bien, su hermano menor no me preocupa mucho, Violett nos a dicho que es muy callado. Los que me preocupan son su padre y Peter.
—Tranquilo su padre te quiere y su mellizo solo debes soportarlo una semana.
—Que consuelo James.
El solo se rió así que yo tome mi maleta y baje a la sala seguido de James, me despido de los señores potter y de James y les digo que nos veremos en la estación de trenes para el quinto año escolar, me meto a la chimenea y digo caldero chorreante, aparecí en la cantina salgo de la chimenea y me sacudo el hollín que se me quedó en la ropa, miro para todos los lados buscando a la hermosa de mi novia.
—Canuto.
Volteo cuando escucho que me llaman por mi apodo, giro y veo a Violett esquivando a las personas para llegar a mi lado, mientras lo hace veo como su camisa se alza de apoco mostrando su abdomen, trae unos shorts realmente cortos, no pude evitar recordar la escena de nuestro último día en Hogwarts.
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Dejé de pensar en su bello cuerpo cuando ella me abrazo, yo la envolví en mis brazos, luego me agaché y la tome de la parte baja de su trasero alzándola.
—Te amo carajo.—le dije.
—También te amo cariño.
La baje con cuidado y agaché mi cabeza y la bese, fue un beso tierno no tenía nada pasional era un beso de una pareja de enamorados que se extrañaba, hubiera seguido besándola pero me separé de ella cuando escuché un carraspeo. Delante de nosotros estaba su padre y no me veía de una buena manera.
—Hola señor Pevensie.
—Hola Sirius.—nos dimos la mano brevemente.—Ya te lo dije llámame Sebastián ya eres de la familia.
—Lo siento, lo olvide señor Sebastián.—dije sudando levemente, sentí como Violett apretó mi mano.
—Bueno niños vamos a casa, tú madre ya debe tener listo el almuerzo. ¿Tienes hambre Sirius?.
—Un poco.
—Vamos a casa.
Tome mis cosas y salí de taberna, al frente de esta había varios autos Muggle realmente yo no sabía cómo se utiliza, por el momento no lo veía necesario pero al casarme con Violett, estoy seguro que tendré que aprender.
